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Forma de vestirse

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Forma de vestirse

Forma de vestirse (En el judaísmo)

¿Aplicará el refrán que dice: “aunque la mona se vista de seda, mona se queda?”

Al buscar alguna explicación a este refrán encontramos la siguiente definición en el Wickyctionary ® a lo siguiente: Alude a la característica imitadora de los monos, e indica la banalidad de disfrazar la naturaleza de las personas ya que, a la larga, se descubre. Se aplica a los que tras mejorar en su condición humana e incluso ascender económica o socialmente, no por ello puede ocultar sus defectos o sus orígenes humildes.

La parashá de esta semana habla de las prendas que utilizan los sacerdotes de la siguiente manera:

28:2-4 Y harás vestiduras de santidad para Aarón tu hermano, para honra y hermosura. Y tú hablarás a todos los sabios de corazón a quienes Yo he llenado de espíritu de sabiduría, para que hagan las vestiduras de Aarón para consagrarlo, a fin de que él me sirva como sacerdote. Y éstas son las vestiduras que han de hacer: un pectoral, y un efod, y un manto, y una túnica de cavidades, una tiara y un cinto. Y harán vestiduras de santidad para Aarón, tu hermano, y sus hijos, para servirme como sacerdotes
Veasíta bigdéi kódesh le Aharón ajíja lejavód uletifáret Veatá tedabér el kol jajméi lev asher miletív rúaj jojmá veasú et bigdéi Aharón lekadeshó lejahanó li. Veéle habegadím asher yaasú jóshen veefód umeíl ujtónet tashbétz mitznéfet veavnét veasú bigdéi kódesh le Aharón ajíja ulebanáv lejahanó li.

Podríamos preguntarnos, ¿Es que vestirse como sacerdote, lo hace ser sacerdote?

Si tomamos esta vestimenta ordenada por HaShem, podemos darnos cuenta que cumple, en un principio, una función: IDENTIFICAR: esto es un equivalente a un militar vestido de su camuflado, o un médico con su uniforme, o la ropa blanca que usualmente identifica a las enfermeras en un hospital, o aquella vestimenta que también nos muestra quien es un “clown, mimo o payaso”

Sin embargo, la parashá nos habla de una gran cantidad de detalles que hay al respecto de esta vestimenta: ¿Es esto importante y por qué? Si es muy importante, porque, cuando una persona está ocupada en el servicio del Señor, él o ella debe estar vestida de una manera que corresponda a esa función, mostrándose a sí mismo, una imagen de orgullo y dignidad, por la labor que está efectuando, y de una manera o de otra, ello nos lleva también a ser conscientes de nuestra apariencia física: entonces, hay que vestirse de una manera digna, que refuerce nuestro sentido de las tareas importantes que estamos realizando.

Pregunta: ¿Alguno de nosotros se sentiría cómodo al llegar a una consulta médica y encontrar al profesional con aspecto sucio, despeinado, uniforme mal planchado, manchado y roto, descalzo, con mal aliento, con ojeras de no haber podido dormir durante mucho tiempo? ¡Muy probablemente NO!

El propio Talmud (Sabat114a) condena severamente a las personas que, en cargos públicos religiosos, visten descuidadamente, y que por lo tanto proyectar una falta de dignidad.

Hay cierta diferencia, cierta responsabilidad que hay que dejar marcada y por ello la importancia de la prenda.

Curiosamente, también en la Meguilá de Ester, nuestros personajes principales, Mordejai y Ester, nos enseñan a vestirnos adecuadamente, según la ocasión:

  • 4:1-2 Cuando Mordejai se enteró de todo lo que había pasado rompió sus ropas y se vistió de tela de saco y se cubrió de cenizas. Él salió por medio de la ciudad, y lloró profunda y amargamente. Él tuvo que detenerse enfrente de la entrada del palacio del rey, puesto que a nadie le era permitido entrar por la puerta del palacio del rey vistiendo ropa de saco.
  • 5:1-2 Tres días después, Esther se vistió con sus ropas reales y se paró en el atrio interior del palacio del rey. Se puso enfrente de la habitación real donde el rey se encontraba sentado en su trono, frente a la entrada donde Esther se encontraba parada. Cuando el rey vio a Esther parada en la entrada, a él le complació. El apuntó hacia Esther el cetro de oro que estaba en su mano, y Esther se acercó y tocó la punta del cetro.
  • 6:7-9 Entonces Hamán dijo al rey: «Esto es lo que debe hacérsele al hombre a quien el rey quiere honrar». «Hagan traer un traje real que el rey haya usado y el caballo que el rey mismo haya montado, y que le pongan la corona real sobre su cabeza».  «El vestido y el caballo deben dársele a uno de los más altos oficiales del rey;  él deberá vestir al hombre a quien el rey quiere honrar y debe llevarlo a pasear a caballo a través de la plaza de la ciudad y que anuncie delante de él: «Esto es lo que se le debe hacer al hombre que el rey quiere honrar».
  • 8:15-16 Mordejai salió de la presencia del Rey vestido de traje real, color azul celeste y blanco, con una gran corona de oro y con un fino manto de lino y lana morada. Entonces la ciudad de Shushán se alegró y regocijó. Los judíos tuvieron luz y regocijo y gozo y honra.

La Torá es enfática en que la vestimenta sea digna: entonces, ¿sería correcto que cuando recibimos una invitación a un evento en el cual nos resaltan “black tie” nos presentáramos en pantalón corto, arrastraderas y camisa sin mangas?

Por supuesto que NO.

Además, nuestros sabios nos enseñan que, cuando el pueblo judío sufre, la ropa misma que nuestros líderes llevan, expresa nuestro sufrimiento. Por otro lado, cuando el pueblo judío celebra su redención, ella se plasma en las prendas de vestir a los líderes optan por usar, como lo vimos en el ejemplo de Mordejai.

Por consiguiente, el sacerdote, en el caso de la Parashá, Aharón y sus hijos requieren de una vestimenta “ostentosa” es porque van a presentarse ante “El Rey de Reyes”, en el lugar santísimo, en nombre de TODO EL PUEBLO.

Para poderlo hacer, requirió de unos atributos especiales que lo hicieron merecedor del título de Kohen Gadol, como cualquiera que estudie una maestría o un doctorado y pueda ufanarse de ser llamado DOCTOR y actuar de acuerdo con su responsabilidad y, por ello también influye su vestimenta, por lo cual, aplicaría el refrán que mencionamos desde un comienzo: la mona, aunque se vista de seda, mona se queda…puesto que vestirse de Doctor no significa que lo sea… como tampoco hace que asuma su responsabilidad.

Hay otro párrafo en la Torá que nos indica vestir adecuadamente y que son compatibles con la parashá, como con lo que nos enseña la Meguilá:

Kohelet /Eclesiastés 9:7-8 Anda, come tu pan con gozo y bebe tu vino con alegre corazón, porque tus obras ya son agradables a Adonai. Que en todo tiempo sean blancos tus vestidos y nunca falte perfume sobre tu cabeza.

Lej ejól beshimjá lajméja ushté belév tov yenéja ki kvar rotzé Elohéihem et maaséja. Bejol et yiyú bigdéja lebaním veshémen al roshéja el yejsar.

Donde, nuestra ropa, que es la manifestación externa de nuestra dignidad humana, debe ser siempre «recién lavada» – o para traducir el hebreo literalmente, «siempre blanca», pero, lo más importante es, que hay que usarlos con la misma dignidad y humildad con que Aharón y sus hijos llevaron sus vestiduras sagradas. Esto es una lección no sólo para Purim, sino para todo el año, toda la vida.

 

Producido por 321judaismo.com

22 de febrero de 2013 – 12 de Adar de 5773

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Max Stroh Kaufman

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