La prostitución y la Torá
Primera parte.
¿En qué conceptos aparece la prostitución en la Torá?
¿Es castigada?
¿Está vedada?
¿Qué nos habla la Torá acerca de la prostitución?
Estas podrían ser solo unas pocas de las preguntas que se podrían formular en el momento en que mencionamos el tema de la prostitución y la Torá.
La revista “arqueología bíblica” publicó un artículo de uno de sus colaboradores donde cataloga que, en el antiguo Israel, existió un concepto denominado “prostitución sagrada” basado en la historia de Tamar y Yehuda, en el cual Tamar se disfrazó de prostituta (quedando cubierta bajo la palabra hebrea quedesha); tuvo relaciones carnales con su suegro, quien ya había quedado viudo y de quien Tamar quedó embarazada, siendo los hijos de esta relación, Farés y Zará.
Sobre Farés, los libros del Nuevo Testamento, elaboraron la genealogía para llegar a Jesús.
Además, Rahab, la otra prostituta famosa de los textos bíblicos, también está incluida en la genealogía para llegar a Jesús.
Todos sabemos que, la prostitución, ha sido calificada como la «profesión más antigua del mundo».
También sabemos que la definición por “todos aceptada” es, que la prostitución consiste en la venta de servicios sexuales a cambio de dinero u otro tipo de retribución; en este caso, también se sabe que existen personas, debido a sus condiciones sociales y económicas, han convertido la prostitución en una de las pocas formas posibles de sacar adelante a una familia o a sí mismas, aunque también hay casos que se han originado por la violencia excesiva que se vive en el grupo familiar, a lo que la prostitución se torna en una vía de escape de este problema.
Es tan antiguo el concepto de la prostitución en la antigüedad, que en el Código de Hammurabi se hallan apartados que regulan los derechos de herencia de las mujeres que ejercían dicha profesión.
La costumbre del pago parece tener origen en las usanzas del tercer milenio antes de Cristo, en Babilonia, cuando todas las mujeres tenían la obligación, al menos una vez en su vida, de acudir al santuario de Militta (la Afrodita griega) para practicar sexo con un extranjero como muestra de hospitalidad, a cambio de un pago simbólico.
A su vez, esta práctica, tiene su origen en la diosa de la cultura sumeria Innana, diosa de la belleza y la sensualidad. Sus sacerdotisas, que se habían consagrado vírgenes al servicio del templo, fornicaban con aquellos que habían dejado en el templo una ofrenda económica a la diosa.
En este sentido, el acto sexual, que era realizado en honor a la diosa, serviría para proporcionar fertilidad a las mujeres y a la tierra y, por consiguiente, prosperidad a la ciudad.
Estas prostitutas eran consideradas parte del personal del templo, por lo que el dinero conseguido se conservaba en el tesoro del templo.
A diferencia del concepto de hoy en día donde los sacerdotes católicos están obligados a conservar el celibato, y el mantener una relación sexual, con mujeres hombres o niños es considerado “un acto criminal”, los sacerdotes y guardianes de los templos sumerios utilizaban a sus jóvenes fieles, para que les brindaran placeres sexuales, bajo el concepto que el beneficio era para el templo.
Históricamente, vemos cómo la prostitución cambia de ser una “práctica libre” hacia la restricción parcial y total, hacia la persecución y discriminación: inician con medidas como las del emperador Justiniano en contra de los proxenetas.
También, en el siglo 9 de la Era Común, Carlo Magno ordenó el cierre de todos los establecimientos donde a las mujeres se les permitía tener relaciones sexuales promiscuas y dispuso el destierro de las prostitutas.
Otra de las restricciones surge a raíz de la Reforma protestante, en el Siglo 16 de la Era Común, la cual tuvo relación con la aparición de epidemias de infecciones de transmisión sexual, la prostitución tuvo que verse sometida a cierto control, un control en el que únicamente tres hombres podían tener relaciones con una mujer al día.
Una de las prohibiciones más estricta fue impuesta en los EUA entre los años 1910 a 1914.
En lo que se refiere a tratar de organizar el “servicio” de la prostitución, la anécdota más curiosa, podría ser la que se encuentra en la España de los Austrias (Siglo 16 de la Era Común), en la que, para que una joven pudiese entrar en una mancebía, o casa pública de prostitución, tenía que acreditar con documentos ante el juez de su barrio ser mayor de doce años, haber perdido la virginidad, ser huérfana o haber sido abandonada por la familia, siempre que ésta no fuese noble.
El juez procuraba disuadir de sus torcidos intentos a la aspirante con una plática moral, y si no la convencía, le otorgaba un documento, donde la autorizaba para ejercer el infame oficio.
¿Qué encontramos en la Torá?
Dos cosas: La primera, No fomentar la prostitución entre las hijas de Israel donde advierte, en Vayickrá / Levítico 19:29 lo siguiente:
No profanarás a tu hija haciendo que se prostituya; no sea que la tierra se entregue a la fornicación, y se llene la tierra de pensamientos lascivos. Al tejalel et bitjá lehaznotá veló tizné haáretz umalá haáretz zimá.
La segunda, la encontramos en Devarim / Deuteronomio 23:18 diciendo así:
No ha de haber destinada a la prostitución entre las hijas de Israel; ni habrá destinado a pederastia entre los hijos de Israel. Lo tiheyá kdeshá mibenot Israel velo yiyé kadésh mibenéi Israel.
La diferencia entre la una y la otra, son las palabras: del mismo modo como, por ejemplo el español tiene diferentes formas para denominarlas (prostituta, ramera, zorra, perra, cuero, jinetera), el hebreo tiene también 2 palabras principales: la primera, zoná, y la segunda quedeshá:
la segunda hace énfasis en que no debe haber “prostitución santa” en los hijos (hijas) de Israel, tal vez influenciado por las costumbres de los países, naciones y regiones vecinas, aunque el texto señala a Tamar como quedeshá.
Continuará
31 de Enero de 2014 – 3o de Shevat de 5774
3 respuestas
Hola,se prohibe el intercambio sexual con una base de pago,cuando tiene un enfoque idolatra/emocional o bien se permite el sexo de pago cuando es «meramente carnal» por necesidad fisica imperiosa»??
Asumiendo o presuponiendo que la idolatria»,fenomenologicamente,podria interpretarse como una falsa experiencia emocional.La prostituta sagrada dicen ciertos antropologos es una relacion sexual sublimada,con mayor emocionalidad que el «sexo trivial».
Espero tu comentario,gracias.
Hola,se prohibe el intercambio sexual con una base de pago,cuando tiene un enfoque idolatra/emocional o bien se permite el sexo de pago cuando es «meramente carnal» por necesidad fisica imperiosa»??
Asumiendo o presuponiendo que la idolatria»,fenomenologicamente,podria interpretarse como una falsa experiencia emocional.La prostituta sagrada dicen ciertos antropologos es una relacion sexual sublimada,con mayor emocionalidad que el «sexo trivial».
Espero tu comentario,gracias.