PARASHA TETZAVE
¡BORRA MI NOMBRE DE TU LIBRO!
En la parasha tetzave, que analizamos ahora, nos encontramos con un dato curioso:
Moshé no está mencionado ni siquiera una sola vez, a pesar que en algunas parashiot alcanza a aparecer su nombre hasta una docena de veces.
Todos los estudiosos de la Torá se han preguntado a que se debe este fenómeno y hacen un énfasis acerca de que pudo haber ocurrido.
¿Por qué?
Todo comienza en el principio que encontramos en esta misma parashá la cual nos dice que
“Éste es un estatuto perpetuo de los Hijos de Israel, a través de sus generaciones.
” jukát olám ledorotám meét benéi Israel. (Shemot / Éxodo 27:21)
Lo cual nos indica que nada de ella es modificable y por ello los sabios han tratado de encontrar múltiples explicaciones.
La situación de desaparición comienza con el hecho que El Eterno le dijo a Moshé que planeaba destruir a una nación…
Aquella que se había desviado y que planeaba construir un pueblo nuevo.
Moshé tuvo que intervenir a favor del pueblo, con muchos argumentos y razones, diciéndole finalmente al Todopoderoso:
«Ahora, si Tú perdonas su pecado… Pero si no lo haces, bórrame del libro que has escrito»
¿Opiniones?
Hay muchas razones o hipótesis para explicar el hecho que el nombre de Moshé no está mencionado…
Especialmente en esta parashá de la semana,y una de ellas está en la razón de que su tema principal está en describir las ropas de los sacerdotes.
Otros dicen y aseguran que ello es una especie de castigo o «consecuencia» de sus palabras.
Algunos aseveran que, en su magnífica modestia, Moshé nunca quiso disminuir la gloria de Aharón de ninguna manera,
Porque era él quien conducía y guiaba a Aharón hacia el desempeño del sacerdocio.
Hay quienes se han atrevido a decir que el hecho de que en esta parashá no aparezca el nombre de Moshé se puede explicar a través de las palabras de la Torá en parashá Vezot Haberajá:
«Torá tzivá lanu Moshé, morashá kehilat Yaakov – Una Torá nos ha ordenado Moshé, una herencia para la congregación de Yaakov» (Devarim -Deuteronomio- 33:4),
Queriendo explicar con ello que la Torá no es ni debe ser la propiedad privada de algunos privilegiados, sino que debe ser una herencia para toda la congregación de Yaakov, ya que todos deben acceder al estudio y al entendimiento de la misma.
Hasta existen opiniones que aseguran que esta sección de la Torá fue escrita por otra persona diferente a Moshé, y, por el requerimiento de Moshé fue borrado su nombre.
También dicen que es una forma e recordar el nacimiento y el fallecimiento de Moshé; ambos acontecimientos fueron el 7 de Adar, y esta fecha entonces, corresponde casi milimétricamente, a la lectura de esta parashá.
Otro concepto
Otro concepto, más relacionado con la Torá, nos dice que, de la misma manera como ella (La Torá) nos cuenta que Moshé sufría de algún tipo de impedimento del habla,
A lo cual los cabalistas la relacionan como una capacidad que lo colocaba muy por encima de la de cualquier ser humano, y le daba capacidades distintas: tanto que por sus poderes, “llego a ser como los ángeles del cielo”.
Con relación al punto anterior, se nos enseña que existe una razón filosófica mucho más profunda,
Ella nos dice que el «nombre» que se le asigna a una persona es una representación de sus características físicas y espirituales, de su manera de ser y enfrentarse a las distintas situaciones que se revelan en el mundo el ser que presenta al mundo;
Los cabalistas dicen que al desaparecer Moshé, se “transforma en nada”,
¿Qué quiere decir esto?
Cambia sus características y puede convertirse en cualquiera, puede hacer cualquier cosa, cumplir con cualquier función, hasta el punto de llegar “a ser omnipresente”;
Es decir, este ser que “desaparece”, que es borrado, llega a unirse con la esencia Divina, lo cual es uno de los mandatos que El Eterno quiere que hagamos, a través de una estrecha relación de nosotros para con Él y viceversa;
El fruto de esta unión está representada, materialmente, por la Torá es el producto de esta unidad,
Mediante la cual, clasificamos como hijos de Adonai, y con ello logramos, como mínimo la observación de todos los mandamientos que El Todopoderoso ha dejado para nosotros.
Así evitamos que «tu corazón te engañe y se desvíe para servir otros dioses» (Devarim / Deuteronomio 11:16).
¿Qué podemos aprender de la actitud de Moshé?
Empecemos por recordar el principio que nos enseñan nuestros sabios ,que dice que, la actitud de cada judío por individual, afecta la actitud de todos los judíos en forma global:
Es por ello que cuando hay un decreto que es emanado de “boca del Eterno”, el judío, tanto en forma grupal, como individual, como lo hizo Moshé, busca de inmediato la raíz espiritual del mismo…
Y ve en ello, un llamado a la Teshuvá (arrepentimiento), que conduce al perfeccionamiento del comportamiento a través de la Torá y los Mitzvot.
Actuando de esta manera, procura anular un decreto sabiendo que la verdadera salvación que proviene de El Todopoderoso.
Moshé tenía no solo las calidades de la humildad, sencillez-peshitut (1)- e inocencia-temimut(1)- (enormes en su persona) sino también la cualidad de interponerse a sí mismo a favor de todo el pueblo;
Es decir la capacidad de sacrificio.
¿Entonces?
Sólo alguien que está dispuesto a sacrificarse de esa manera, es merecedor de liderar al pueblo judío.
La historia nos cuenta que, tanto Moshé como Aharón poseían esta admirable cualidad.
Ambos estaban preparados para ser «moser néfesh» en el sentido más literal:
Dar su alma por el pueblo, siendo esto una prueba de fuego para tomar el liderazgo de esta nación.
La diferencia está en el nombre: Aharón aún tenía que cumplir con una misión la cual se representaba en la necesidad de guiar al pueblo en el Servicio al Eterno, en las funciones del Templo, de generación en generación;
Se necesitaba un cambio que se le brindó a través de la investidura de Gran Sacerdote;
Moshé ya estaba transformado; cumplía con todas las mitzvot jukim y mishpatim de una manera única, que lo llevo a ser, como esta mencionado antes, “como los ángeles del cielo.”
Esta actitud que Rashi describe: “Como una sola persona, con un solo corazón”, permitió la salvación de un pueblo y que Moshé cumpliera también su misión y fuera borrado del libro.
Conclusión
Quiera El Eterno que todos nosotros tengamos la fuerza de voluntad de asumir la culpa no sólo de nuestras acciones…
También por las de nuestro prójimo a través del cumplimiento de las mitzvot, la observancia de la palabra de Adonai escrita en la Torá, para que tengamos la capacidad de hacer borrar los “malos decretos”
Y quiera también el Todopoderoso que a través de nuestro nombre particular, podamos cumplir con la misión que nos fue encomendada para cumplir en el Olám Hazé y no seamos “borrados”
Todo porque hemos sido capaces de dejarnos dominar por el Yetzer Hará, sino por “el cumplimiento del deber”.
(1) Temas que servirán para una próxima charla.
Publicado el 08 de Adar de 5772 — 02 de marzo de 2012
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