CHUETAS
¿Qué significado tiene la Palabra Chueta?
Ella es una acepción, cuyo significado todavía se discute: unos consideran que deriva de una forma mallorquí de designar al judío como Jueto,
Otros, de la palabra xulla que significa tocino, mientras que algunos atribuyen al equivalente de marrano en catalán, pero que representa el nombre con el cual se define a los descendientes de los últimos hebreos obligados a convertirse al cristianismo en 1435, ubicados actualmente en Mallorca:
Se conocen algunos de los apellidos que pertenecen a los chuetas:
Barceló, Bosch, Colom, Fiol, Garau, Massanet, Morro, Moyà, Mulet, Noguera, Rebassa, Riera, Ripoll, Rotger, Roig, Sastre, Sureda, Salom, Maimó, Jordà, Abraham, Vidal, Durán, Aguiló, Bonnín, Cortés, Forteza, Fuster, Martí, Miró, Picó, Piña, Pomar, Segura, Tarongí, Valentí, Valleriola y Valls.
Qué dice la Torá?
Está escrito en la Torá que, el reino de Israel mantuvo relaciones comerciales con un lugar llamado Tarsis:
Dicha referencia la encontramos, por ejemplo, en Ezequiel 27:12, que dice:
«Tarsis comerciaba contigo por la abundancia de todas tus riquezas, con plata, hierro, estaño y plomo a cambio de tus mercaderías.»
También, en el libro 1 de Reyes 10:22, donde está escrito que «una vez cada tres años la flota de Tarsis venía y traía oro, plata, marfil, monos y pavos reales».
Y otro más, en Jonás 1:3, donde está escrito:
Pero Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, donde encontró una nave que partía para Tarsis; pagó su pasaje, y se embarcó para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová.
Este país de Tarsis, está relacionado, en los estudios de antropología, al menos, con algún lugar de la Península Ibérica.
Y la historia?
Bajo el Imperio Romano, las comunidades judías se diseminaron por todo el imperio.
Muestra de ello es que, en las escrituras denominadas Nuevo Testamento, Pablo iba, sinagoga por sinagoga, predicando lo que el mundo actual conoce como el Evangelio, o las Buenas Nuevas para otras corrientes y está muy marcado su intención de viajar, a esta zona, en el libro de Romanos 15: 24-28.
Este dato, de la presencia judía en España, desde épocas muy antiguas, está soportado por los cánones del Concilio de Elvira, donde se prohíbe el casamiento y las relaciones sexuales con los judíos, los paganos y herejes.
Hay datos que confirman que, en los siglos III y IV, existía una comunidad de judíos, ya formada, en las islas Baleares.
Esta comunidad se va desarrollando bajo las dominaciones posteriores, tanto en el período visigodo, como el islámico, con períodos tanto de tolerancia al desarrollo del judaísmo en su libre expresión, como leyes endurecidas, en los que se prohibía, entre otros, la edificación de nuevas sinagogas o la posesión de esclavos cristianos, hasta llegar a conversiones forzosas, matanzas, saqueos de juderías, vejaciones y discriminaciones.
A pesar de las ultimas consideraciones, no había cristiano que hiciera ascos por ponerse en manos de un medico hebreo, ni rey que no atendiera las predicciones astrológicas de un rabino cabalista, ni obispo o canónigo que tuviera reparo alguno en dejarse cortar y coser sotanas y sobrepellices por sastres judíos, ni párroco que necesitase fumigar con sahumerios benditos los cálices o los candelabros de altar labrados por orfebres de la aljama (1) vecina.
Entonces, ¿qué decimos de los judíos en España?
Casi que la mejor época del judaísmo en toda España, incluido allí el territorio de las Islas Baleares, se extiende por casi doscientos años comprendidos desde el final del siglo 12 de la era común y hasta el final del siglo 14, dado, por ejemplo, por influencia del rey Jaime I,
El fue quien les dio, por edicto real, la autorización para cobrar las deudas que la ciudad tenía contraídas con la Corona y poder reclamar como compensación, el 20 por ciento de los dineros recaudados, y poderse transformar en una comunidad económicamente muy poderosa que, en muchos casos, organizaban y fletaban empresas navieras.
No hay que olvidar que las Baleares es un centro comercial estratégico del Mediterráneo occidental.
Los judíos de Baleares comerciaban con Barcelona, el sur de Francia, el norte de Italia y Argelia…
Pero empieza el exterminio
El año de 1391 fue el “principio del fin” de la judería española y la “aparición” de los chuetas en Mallorca:
La historia española documenta la Matanza de Sevilla.
Ella fue organizada por el Arcediano de Écija, don Fernando Martínez, quien promovió un motín popular, en el que la plebe, entró por el barrio de la Judería…
Saquearon las tiendas, y todo tipo de armas…
Buscaron a los judíos, por las calles de la Judería, fueron degollados sin piedad, en las calles, en sus propias casas, y en las sinagogas, hombres mujeres y niños…
Todo ello, en un acto de crueldad sin precedentes, que duró un día entero.
En Mallorca, ocurrió un fenómeno similar, por lo que la comunidad judía de Mallorca tras esa matanza, prácticamente se convirtió, en masa, al cristianismo en 1435.
Por tanto, en 1492, año de la expulsión de los judíos, ya no había judíos oficiales en las Baleares; eran “marranos” o, como más tarde se van a denominar, “chuetas”
Con el transcurrir de los años, y la instauración del Tribunal de la Inquisición en la isla, los chuetas continuaron siendo sacrificados y señalados sistemáticamente, mediante “actos de fe”, creando sobre ellos, todos los efectos que se comparan con el antisemitismo actual.
También se documentan expulsiones por orden real de frailes chuetas, mientras que a otros se les impidió las ordenaciones o las licencias para ser trasladados o ascendidos hacia otros obispados.
Hoy en día
Hoy en día, algunos de estos chuetas han sido identificados por el Departamento de Genética Humana de la Universidad de las Islas Baleares, por poseer información genéticamente homogéneo tanto el de las poblaciones judías orientales, como la de los askenazíes y los judíos norteafricanos, al realizar el análisis del cromosoma Y, de ascendencia patrilineal, y el ADN mitocondrial, de ascendencia matrilineal.
Esto, sumado a la libertad del culto, que se fue dando en los años 60, permitió ciertos movimientos de aproximación entre el judaísmo y la población chueta…
Es bien conocido el caso de Nicolau Aguiló, quien, en el año de 1977 emigró a Israel, paso por el proceso de conversión, volvió al judaísmo con el nombre Nissan ben Avraham con el cual logró, posteriormente, obtener el título de rabino, para esta comunidad.
Esto propició el hecho que, algunos chuetas de Mallorca le hayan pedido al Rabinato, su reincorporación al pueblo de Israel y la doble nacionalidad.
Esa es su situación en la actualidad.
También, la ciudad de Palma logró integrarse en lo que se conoce con el nombre de Red de Juderías de España.
El rabino Aron Moss, que enseña Cábala, Talmud y Judaísmo en general en Sídney, Australia, escribió en uno de sus artículos: De hecho, todos nosotros descendemos de conversos.
Nosotros somos judíos hoy, porque nuestros antepasados estuvieron de pie hace más de tres mil años en el Monte Sinaí e hicieron la misma aceptación de la Torá que hace un converso.
Nuestros antepasados pasaron por una forma de conversión, por lo que nosotros, sus descendientes, somos irreversiblemente judíos.
El converso, cuando realiza su proceso, está de pie ante El Eterno, ante su propio Sinaí, y se le ofrece la Torá. Si la acepta atentamente, y mantiene su compromiso, entonces él y sus futuros hijos serán por siempre judíos.
Esto es un estímulo para repetir, en todos aquellos que conservan sus raíces judías, y desean, vehemente, retomarlas.
(1) entidad o territorio autónomo en la que se agrupaban las comunidades judías, con sus propios magistrados y regidos por normas jurídicas propias, basadas en la Halajá.
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26 de Noviembre de 2013 – 23 de Kislev de 5774