¿A quién le das tus donaciones?
Leyenda del Talmud
Se cuenta la historia de un judío, que viendo que un hombre de su comunidad, el rabino Susia era muy pobre, el, muy discretamente, introducía, todos los días, un billete de veinte talers entre sus filacterias, para este hombre tuviera cómo y con qué alimentar a los suyos.
Desde entonces, el judío de nuestra historia, sólo conoció la prosperidad. Cuánto más poseía, más daba a Susia, y cuánto más daba, más poseía.
Un día se le ocurrió una brillante idea: Teniendo en cuenta que Susia sólo era un discípulo del gran predicador, si el sólo hecho de donar a un discípulo se remuneraba con mano tan pródiga, ¡qué riquezas no ganaría, obsequiando al mismo maestro!
Se dirigió, pues, a Meritsch y consiguió, después de muchos ruegos, que el rabino Ber le aceptase un donativo.
Desde ese momento sus negocios le fueron de mal en peor, cada día perdía más y más, hasta que finalmente, perdió toda su fortuna.
Buscó entonces al rabino Susia y le pidió que le explicará el enigma y, no sólo eso,sino que le diera una razón de lo que estaba sucediendo: ¿Acaso no le había dicho el mismo que el maestro superaba a sus discípulos?
El rabino Susia le contestó:
– Mientras tu dabas tus donaciones y no mirabas a quién, El Eterno, HaKadosh Baruj Hú, también daba y sin mirar a quién, pero desde el momento en que empezaste a buscar para tus donaciones, destinatarios más selectos, Adonai, Nuestro Señor, también hizo lo mismo.
Por ello, debes fijarte a quién das tus donaciones y cómo las das, para que del mismo modo, las puertas y las ventanas del cielo se abran, y tu puedas recibir, la recompensa por tus acciones y por tus donaciones.
Artículo recopilado de enseñanzas varias de nuestros sabios por Dr. Max Stroh, para 321judaismo.com
14 de Octubre de 2017
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