Pedir excusas (To apologize)
Para nadie es un secreto que quizás la frase más difícil de pronunciar es “lo siento, me equivoqué”
Y la que le sigue, también: “le(s) pido excusas”
También sabemos que, del mismo modo como tenemos poder para ofender (desde cualquier punto de vista), también tenemos el poder de pedir excusas, de forma sincera, para corregir o remediar lo que hemos hecho o dicho.
Pedir excusas, o disculparse sinceramente, ante los demás (y por supuesto ante El Creador), es el primer paso para sanar el quebrantamiento que existe dentro de nosotros mismos y en el mundo que nos rodea.
Sucede que, muy a menudo conservamos en nuestras mentes recuerdos de todo lo que nos ha lastimado, sin siquiera saber que lo estamos haciendo.
Todas las veces que alguien nos ignoró. O nos insultó. O nos decepcionó.
¿Entonces?
Podemos llegar a pensar que esto lo estamos haciendo, de alguna manera, para protegernos de ser heridos de nuevo, pero todo lo que realmente hace es mantener nuestros propios corazones y mentes sumidos en la negatividad.
Esto es una forma de pensar que la gran mayoría de nosotros la tiene presente y es lo que interviene en la dificultad para pedir excusas.
También solemos decir, pensar o actuar bajo el siguiente pretexto: «No confío en nadie y nadie confía en mí».
Esto ¿por qué? Porque cuando somos lastimados, es muy fácil y cómodo “construir muros alrededor de nuestros corazones” para no confiar en nadie, ya que, si no confiamos en los demás, entonces no pueden lastimarnos nuevamente.
También es un argumento de la mayoría de nosotros, e igualmente válido para no pedir excusas.
Es que todos tenemos, por defecto, una “resistencia natural (humana)” de admitir nuestras equivocaciones: podemos decir o pensar, y así oponernos a pedir excusas, aún con los detalles más pequeños.
Es que yo soy… (mayor, autoridad, más inteligente, hombre, mujer, de más experiencia, etc), suele ser nuestra posición y por ello no pido excusas.
Estas y otras posiciones hacen que para algunas personas les resulta muy difícil acercarse a una persona a la que han lastimado y lleguen a pedir excusas por el dolor que pueden haber causado.
¿Qué opina el judaísmo?
No podemos olvidar que el judaísmo tiene una posición muy particular… que todo lo que sucede en el mundo en general, y en nuestras vidas en particular, sucede bajo las leyes de la divina providencia y, por lo tanto, en mi beneficio (gam zu le tová reúne este concepto), por lo tanto nuestra posición debería ser siempre hacía pedir excusas en lugar de poner pretextos…
No podemos olvidar tampoco este otro concepto del judaísmo: cada uno de nosotros es responsable del Tikún Olam (restauración del mundo) y pedir excusas hace parte del gran conjunto de restauración
¿Y cómo hacerlo?
¡Simplemente… dar el paso!
Es difícil….sin lugar a dudas, pero no es imposible… Nada es imposible.
Recuerda que es fácil pensar y suponer que “mañana lo haré”… ¿Pero y si no hay mañana?
Llegaràs a la corte celestial con un perdón que nunca solicitaste y así serás juzgado…
Somos nosotros mismos los que creamos nuestros propios obstáculos esperando comportamientos y acciones de otros para en algún momento decepcionarnos. Si dejamos de hacerlo, podemos seguir adelante y pasar por alto lo que nosotros mismos causamos con nuestros propios malos sentimientos.
No olvidemos que hay mecanismos que nos apoyan a reflexionar de como pedir excusas:
Uno de ellos se llama Kavana (intención): es quizás el primero de los mecanismos a recurrir
Hidbodedut sería el segundo que podríamos mencionar (capacidad de reflexionar A SOLAS, y relacionarse con El Eterno)
Otro, el ayuno… no hace mucho pasamos por Yom Kipur, y debimos habernos arrepentido los suficiente como para poder pedir excusas.
Son muchos más…
Sin embargo, recuerda lo que dijo Benjamín Franklin cuando vas a pedir excusas, «Nunca arruines una disculpa con una excusa».(“Never ruin an apology with an excuse.”)
321judaismo.com
20 de octubre de 2017 – 30 de Tishrei de 5778