Rosh HaShana – Tercera parte – Una perspectiva diferente
Comenzamos nuestra tercera parte de Rosh HaShana, retomando el punto de los tipos de hombres,
El rashá, el beinoní y el tzadik, nos encontramos con un concepto del Rey Shlómo que dice: Kohelet 7:20
- No existe hombre justo (tzadik) que haya hecho sólo lo bueno y no haya errado (pecado)
Este concepto fue ratificado mucho tiempo después por Rashi y por los Tosafistas de la siguiente manera:
Los beinoním, son todos aquellos individuos que se caracterizan por encontrarse en una relación 50:50 entre los mitzvot y los “pecados”
El Rashá es aquel quien ha cometido más pecados que mitzvot realizadas, mientras que el Tzadik es quien ha tenido más mitzvot que malas acciones, actitudes, comportamientos, pensamientos y/o palabras.
Un rabino de esta época de apellido Dessler dijo en alguna ocasión:
“Los ‘tzadikim’ (justos) son aún mayores en su muerte que durante su vida” – su contenido interior es mayor, sus enseñanzas son mayores, su vida eterna que está dentro de ellos”…
¿Qué pasaría si intentáramos traer unos ejemplos de personas que cometen actos de maldad, que estén documentados en la Torá?
Para efecto práctico, y que tiene que ver con el significado mismo de estos días, se pueden mencionar al Rey Ajeav y a Yoná (Conocido como Jonás).
Textos de la Torá relacionados
Con el primero de ellos, encontramos en la Torá las siguientes palabras:
1 Reyes /Alef Melajim 21:24-29 A la verdad ninguno fue como Ajeav que se vendió para hacer lo malo ante los ojos de Adonai…
Y sucedió cuando Ajeav escuchó estas palabras, (las palabras de advertencia de Eliahu) rasgó sus vestidos y puso cilicio sobre su carne, ayunó, y durmió en cilicio y anduvo humillado…
¿No has visto como Ajav se ha humillado delante de mí? (El Eterno aceptó su teshuvá)
Por cuanto se ha humillado delante de mi no traeré el mal en sus días; en los días de su hijo traeré el mal sobre su casa.
El segundo ejemplo es un personaje conocido por su historia de ser “tragado” por una ballena en el intento de escapar de su responsabilidad y los actos que El Altísimo le encomienda;
De su manera de proceder se pueden deducir los siguientes puntos:
Yoná / Jonás tuvo una misión en su vida, pero él intenta eludir su obligación.
Yoná / Jonás atraviesa momentos muy difíciles.
Atrapado en las entrañas del animal, Yoná /Jonás se da cuenta que Adonai se interesa por Si mismo a través de cada ser humano.
Yoná / Jonás se arrepiente de lo que hizo (teshuvá) y decide continuar con su misión.
Y de esta manera concluye esta historia con la oportunidad de iniciar una nueva vida…es decir, se dirige en el camino de la Teshuvá
Teshuvá
- En el lenguaje del Tania, como nos enseñan nuestros sabios, la Teshuvá significa, el regreso del pecador (o transgresor) a la situación de poder ser aceptado por El Eterno,
- Ello para recibir todo su amor como lo tenía antes de transgredir o pecar.
- Una analogía que nos permite entender esto sería como si en nuestro lugar de trabajo realizáramos todos nuestros informes con lápiz y,
- Porque cuando llega el momento de presentarlos ante alguno de nuestros superiores, hacemos una revisión y con un borrador, nos dedicamos a corregir lo que podría estar errado, para con ello, lograr un informe perfecto.
- Es por eso que, antes de llegar a Rosh HaShaná tenemos el mes de Elul,
- Este es, tradicionalmente una época de introspección y balance(teshuvá) —un tiempo de repasar los actos de uno y el progreso espiritual del año pasado y prepararse para los venideros “Días Temibles (Yamím Noraím)” entre Rosh HaShaná y Yom Kipur.
Fin de la tercera parte.
Continuará