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La Bar Mitzva

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La Bar Mitzva

LA BAR MITZVÁ

Algo que nadie ha dicho…

¿Qué es?

En hebreo el término se aplica a un muchacho que complete la edad de trece años, quien ha alcanzado, en ese momento, la edad de responsabilidad religiosa.

En arameo, (antiguo idioma semítico) bar quiere decir hijo de, y mitzvá en hebreo significa precepto o mandamiento. Entonces, Bar Mitzvá es el hijo del precepto o hijo del mandamiento.

Precepto, quiere decir regla, mandato, orden, ley, sistema, es así que ser un hijo del precepto representa ser un hijo de la Ley, preferentemente entendida como la Ley otorgada por el Eterno a los hombres en el Libro de los Libros que es la Torá, y una persona dispuesta y consciente a integrarse como elemento del gran sistema del Orden Universal.

Debemos entonces recordar que, el precepto o mandamiento (especialmente el de la Torá) es una orden emanada de una Autoridad, que para el caso de la Tora, es Adonai, y está dirigida, dicha orden, al súbdito; quien TIENE Y DEBE cumplirlo, le guste o no, lo considere conveniente o necesario, o no, crea o no en la autoridad del cual emana.

Fuentes y origen.

Tratando de buscar el origen de la palabra y la costumbre «Bar Mitzva» se encuentra una posible opción en la literatura del siglo 14 cuando aparecen los términos rabínicos de «gadol» (refiriéndose a un adulto) o el término «bar onshin» (hijo del castigo), este último señalando que la persona es lo suficientemente responsable para ser castigado por sus errores y actitudes negativas. (Veamos la tabla a continuación).

El padre en la ceremonia de la Bar Mitzva suele decir la siguiente oración:

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Baruj Atá Adonai Elohéinu Mélej Haolám shepetaráni meanshó shelazé.

Bendito eres Tú, Adonai, Rey del Universo, que me has liberado del castigo relacionado con este muchacho.

 

 

Respecto a la ceremonia que conocemos actualmente, hay grandes diferencias de opiniones: muchas fuentes nos revelan que ella no existía en los tiempos bíblicos, de la Mishná  ni mucho menos en el Talmud. Al referirnos a la Torá solamente encontramos en los libros de Shemot y Bamidbar, el cumplimiento de la mayoría de edad, la cantidad de años necesaria para entrar al ejército y, allí está descrita como la edad de 20 años; sin embargo, se encuentran comentarios como los de la fundación Pardés[1], que asegura que en la época del 2º Templo existía una costumbre en la cual los sabios bendecían a los niños que habían llegado a la edad de 13 años y se disponían a ayunar en Yom Kipur. Aseguran también, para apoyar a la ceremonia como la conocemos, que en la Mishná está escrito que el chico a los 13 años, y la niña a los 12 años, no solo alcanza la pubertad, sino que también adquiere la conciencia completa de lo que el Yetzer Hatov significa, por lo tanto, a partir de esa edad, los jóvenes ya adquieren responsabilidad sobre sus actos. Antes de las edades anotadas, es el Yetzer HaRá -inclinación hacia lo negativo- lo que prevalece (Pesikta derab Kaana, anexos parashá 3).

La misma fundación asegura que existen registros acerca de cómo los marranos de España y Portugal les revelaban su origen judío a los jóvenes al cumplir los trece años, ya que consideraban que a esa edad era posible confiar en su discreción.

El Kli Yakar[2] dejó en sus enseñanzas el comentario que la Bar o Bat Mitzvá se asemeja a los bikurim (primicias), donde el joven o la jovencita empiezan a florecer, a mostrar sus primeros frutos y a partir de ese momento, se adhieren a los 613 mandamientos y a la vida de la Torá.

Otras de las fuentes consultadas se refieren  a la Bar Mitzva como una época en la que el joven coloca sobre sus hombres, por primera vez a la Torá, física y espiritualmente, de una manera alegre, sin estímulos ajenos, con naturalidad y los comparan con la fiesta del Matán Torá o Shabuot, en la cual, todo el pueblo celebró, con gozo, júbilo y alegría, la entrega del preciado regalo de la Torá. Este punto lo apoyan los escritos del The Jidushéi HaRim que dice, que cuando la Torá fue dada, esto se realizó sólo una vez, y allí fue aceptada; de igual manera, la Torá es  entregada y aceptada una sola vez, en una ocasión especial

Otras fuentes de origen no claro apoyan la idea que El Talmud utiliza el término «bar mitzva» como una referencia hacia una bendición dada por los padres hacia sus hijos en el momento en el cual él le otorga a su hijo la total y completa responsabilidad para la observancia de las leyes judías.

Hay quienes dicen que la primera descripción de una Fiesta de Bar Mitzvá se originó en Polonia hacia los años 1500 de la E.C, basándose también en una costumbre alemana, donde el evento de la lectura de la Torá se acompañaba de una explicación dirigida a toda la comunidad presente y a partir de allí se les invitaba a comer y beber; sólo a finales del siglo 19,  en la ciudad de Nueva York, por los rabinos locales, fue convertida en “la más grande celebración que el judaísmo pueda tener”.

¿Cómo se originó?

Hay dos teorías posibles: una que señala los finales del siglo 19, en el medio del Judaísmo reformista, y otra, con una fecha más precisa, en 1922, por el judaísmo reconstruccionista; sin embargo, hay quienes prefieren apoyarse en hipótesis que la celebración se originó en la antigüedad por escritos tales como el de Samuel haKatán en el que dice que al completar los trece años, se llega a la “edad de los mandamientos” porque se refiere a lo escrito en la Torá cuando a Leví, el hijo de Yaakov, se le describe con una edad de 13 años, comienza a ser llamado ish – hombre, tal como está escrito en  Bereshit. 34:25 que dice:

Aconteció que al tercer día, cuando estaban adoloridos, dos de los hijos de Yaakov, Shimón y Leví, hermanos de Diná, tomaron cada uno su espada y entraron en la ciudad que estaba tranquila, y mataron a todo varón.

Vayehi bayóm hashlishí biheyotám koavím vayikjú shnéi benéi Yaakov Shimón veLeví ajéi Dina ish jarbó vayavóu al haír betaj vayahargú kol zajár.

En los escritos de Simon Zema Duran[3], también se dice que está implícito como la Bar Mitzva es una bendición que se da, públicamente, al joven de trece años, en relación con su entrada a la edad adulta.

 

En otro texto, el Maseket Sofrim[4], se encuentra la costumbre de iniciar al niño (que vivía en Jerusalém) en el proceso de ayuno, uno o dos días antes del Yom Kipur que corresponde al momento del inicio de su madurez, para cuando llegue a la edad correspondiente, sea bendecido por el cohen o por los ancianos, “obligándolo” a tomar parte de la oración, con un segmento de la Torá y que garantice, mediante votos y  promesas, que empieza desde este momento, a realizar buenas acciones.

Una explicación para el paso a la “edad de las responsabilidades es tomada de la Torá, Bereshit 25:27, en el que dice «y los muchachos crecieron: »

Y crecieron los niños, y fue Esáv diestro cazador, hombre del campo; y Yaakov, hombre íntegro, que habitaba en tiendas.
Vayigdelú hanearím vayehí Esáv ish yodéa tzaíd ish sadé veYaakov ish tam yoshév ohalim.

Antes de esa edad, dependían de lo que hacía su padre, Itzják.

También se apoya la hipótesis en los relatos jasídicos que dicen que Abraham rechazó la idolatría de su padre, a la edad de 13 años.

Para recalcar la hipótesis de que la mayoría de edad se adquiere a la edad de “la Bar Mitzva” hay que repasar un aspecto que parecen olvidar los católicos y los cristianos: este  es el origen judío de Jesús: es por ello que hay que revisar lo que está escrito en los libros llamados Nuevo Testamento o también Brit Jadashá por algunos, en ellos se encuentra una descripción histórica: dicha descripción habla de Jesús, Yeshu, o Yeshúa a la edad de doce años, cuando adquiere la mayoría de edad religiosa, y estos párrafos de esos libros relatan cómo se desenvolvía ante los maestros de la Torá; para entenderlo, es bueno que repasemos lo que está escrito en Lucas 2:42-48[5]

42 Cuando cumplió doce años, fueron allá según era la costumbre.43 Terminada la fiesta, emprendieron el viaje de regreso, pero el niño Jesús se había quedado en Jerusalém, sin que sus padres se dieran cuenta.44 Ellos, pensando que él estaba entre el grupo de viajeros, hicieron un día de camino mientras lo buscaban entre los parientes y conocidos.45 Al no encontrarlo, volvieron a Jerusalém en busca de él.46 Al cabo de tres días lo encontraron en el templo, sentado entre los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas.47 Todos los que le oían se asombraban de su inteligencia y de sus respuestas.48 Cuando lo vieron sus padres, se quedaron admirados.

Del escritor Josefo, también encontramos unas frases personales, que quieren apoyar el origen de la Bar Mitzvá en épocas muy tempranas, y lo que encontramos al revisar sus textos, es lo siguiente: «Cuando era un niño de aproximadamente 14 años, me fue encomendado, por todos mis seres queridos, aspectos que debía estudiar y luego el Cohen y el principal de la ciudad vinieron a mí para preguntarme mi opinión acerca del entendimiento de los puntos estudiados de la Ley» («Vita,» 2).

Otra costumbre, de la cual no se tiene la fecha desde cuando se originó,  se encuentra en Marruecos: allí el joven que llega a los doce años, debe aprender un tratado del Talmud, pasar por un examen, y, por último los rabinos locales y los parnasim de la congregación, en compañía de parientes y amigos, son invitados a una comida festiva, que se realiza el día miércoles antes del Shabat en el cual el niño es llamado a la Torá. La mañana siguiente (jueves) se realiza un servicio religioso en la casa del muchacho, el jefe de los rabinos le coloca los tefillin en su brazo y el padre en su cabeza, mientras que un coro acompaña el rito de la iniciación con himnos. Cuando realiza la “aliá” y, antes de que el servicio termine, el presenta un tema, que ha preparado previamente,  y sirve de enseñanza para todos los miembros allí presentes, especialmente para las mujeres. Los rabinos se encargan de fomentar una discusión sobre el tema, y cuando se han aclarado los aspectos básicos allí tratados, el joven recibe una bendición, en voz alta, de parte de toda la congregación presente. En la bolsa de los tefilin, tanto hombre como mujeres le depositan monedas de plata y posteriormente se sirve un desayuno para todos los asistentes. El Shabat, lee la Haftará correspondiente y se recita uno o varios piyutim[6] relacionados con el evento. Hay quienes dicen que hay un libro especial de este tipo de piyutim que data de 1839.

 

Según lo revisado, ¿Qué tipo de ceremonia hay que hacer para la Bar Mitzvá?

Este es un tema que no tiene respuesta específica, como tampoco hay en las fuentes una explicación precisa: sin embargo, sabemos que con la Torá adquirimos como pueblo judío un concepto de “naasé ve nishmá”; La Torá es puntual acerca de lo que debemos hacer en cada momento de nuestras vidas, como nos debemos comportar, que y como debemos comer, honrar a los padres y a los mayores, hablar correctamente, honestidad y ética apropiada en los negocios, y aún nos da enseñanzas hasta de cómo debemos cuidar a los animales, incluso los domésticos.

El estudiar Torá, en primer lugar nos recuerda que existen unos conceptos básicos los cuales nos van a dirigir todos los aspectos de nuestras vidas: “ama a tu prójimo, todos los hombres son creados iguales, la vida es preciosa y única, justicia para todos, educación universal, paz en el mundo”, entre otros; que con esos aspectos, cualquier decisión que tomemos no sólo nos afecta a nosotros sino a toda la humanidad,   y, tal vez lo más importante, también nos recuerda que cada uno de nosotros, como judíos, somos parte de ella, La Torá viviente, y a través de ella, somos “Luz para las Naciones”. »

El ser o llegar a la edad de la Bar Mitzvá significa hacerse más educado, fortalecer el orgullo judío a través del conocimiento y el entendimiento; significa crecer, un paso a la vez, tomar responsabilidad por sí mismo y por cada ser en el mundo, usar la Torá como guía y aprender que por el sólo hecho de pertenecer a un grupo, tiene una identidad, que debe aprender a apreciarla y a quererla; es también representar un estado de madurez emocional y espiritual.

Entonces, la Bar Mitzvá debe ser un momento especial: un momento de recordar para toda la vida, y el cómo se celebre no es significativo: las costumbres varían mucho de región a región: también va a variar la costumbre de que si se hace o no en la sinagoga y si se acompaña o no de una fiesta: si se le pregunta a los Ortodoxos, la gran mayoría va a estar en contra de una fiesta, aunque pueda existir bases en el Talmud que la apoyen, como pueden apoyar a la comida festiva: para ejemplo, una historia en Kidushin 31 A, en la que se le pregunta a uno de los eruditos locales si acaso un ciego está obligado a cumplir con las mitzvot porque “no puede observarlas” y los que se encargaron de recopilar el Talmud, aprobaron la decisión de que aún estando ciego, debe observar las mitzvot: con ese consejo, el Rabino Yoséf, de la historia, ofreció una “gran fiesta”. Es importante que el joven tome esa fecha para adquirir la madurez que se requiere, como judío;  que no haga énfasis en la fiesta ni en los regalos puesto que muchas personas en su vida no van a recordar que porción de la Torá le correspondió estudiar sino cuánto dinero recibió y va a recordar también los regalos que recibió, ya que el joven, en ese instante puede considerarse a sí mismo, como “el centro del universo” y lo que más puede estar esperando, es un buen regalo; por lo tanto, lo que importa, es la Mitzvá y su significado.

¿Celebrar? Depende de cada uno de nosotros; No hacer la Bar Mitzvá, podría significar, para algunos, como estar sentados leyendo un libro, viendo un video y varias páginas o escenas están en blanco y fueron cortadas; por consiguiente también cortaría parte del papel de cada judío en su caminar en el mundo, pero, alentar a que cada uno de nosotros inicie un viaje hacia la sabiduría de la Torá, es la Bar Mitzvá, sólo el comienzo de algo de todos los días de nuestras vidas…

La Torá es un manual de vida, como ya se aseveró con anterioridad para cada uno de nosotros y si no seguimos los principios allí descritos, podemos compararnos con una historia de Rabi Akiba que cuenta:

Un zorro estaba a la orilla de un rio y veía como los peces nadaban, en ocasiones, en contra de la corriente, saltando con mucha frecuencia, fuera del agua, para caer nuevamente en la misma;  el zorro le pregunta a uno de los peces: ¿A qué se debe su comportamiento? Y el pez le contestó: ¡tenemos que hacer esto para escapar de las redes de los pescadores que quieren atraparnos! El zorro entonces le dijo: Si esto es así, ¿Por qué no salen fuera del agua? El pez inmediatamente le replico: Zorro tonto: si en el agua tenemos dificultades para sobrevivir, ¿Cuánto menor será nuestro chance fuera de ella?

Así somos los judíos con respecto de la Torá: es nuestra fuente de vida y nuestra existencia: peligramos estudiándola, pero ¿Acaso podremos sobrevivir sin ella?

Procuremos ser menos Bar y más Mitzvá…

 

Bibliografia:

www.JewishEncyclopedia.com

 


[1] Fundación Pardés ubicada en Buenos Aires, Argentina, se dedica a la preparación de jóvenes hacia la realización de la ceremonia de Bar o Bat Mitzva.

[2] Kli Yakar literalmente traducido como “herramienta querida” y más conocido como “vaso precioso” es la obra del autor Shlomo Ephraim ben Aaron Luntschitz, en alusión al libro de Mishlé / Proverbios

[3] Autoridad rabínica de Algeris, nacido en la Isla de Mallorca, España, también médico, filósofo, astrónomo y matemático, conocido como el Rashbatz, autor de muchos comentarios sobre el Talmud, la Mishná.

[4] Makéset Sofrím es un tratado del Talmud que se relaciona con las leyes de la preparación de los Textos Sagrados, y la forma cómo debe ser leída la Torá y pertenece al grupo de textos que se conocen como  «Los tratados pequeños»

[5] Biblia Nueva Versión Internacional

[6] Piyutim: palabra que se relaciona con la palabra griega poiét?s, que representa poemas litúrgicos judíos diseñados para ser cantados o recitados durante los servicios religiosos: datan desde la época del Templo; la mayoría de ellos son escritos en arameo o en hebreo y se caracterizan por seguir dos esquemas tradicionales: como acróstico a partir de las letras del alfabeto, y otros, con las letras del autor del poema.

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