El brindis
El brindis es un término que proviene de la frase alemana bring dich (bring dirs), que significa “yo te lo ofrezco” y que solía pronunciarse al brindar; es el momento de una celebración en el que los invitados levantan y entrechocan las copas para manifestar buenos deseos.
Se piensa que el acto de brindar se originó en el siglo 4º antes de la Era Común, en la antigua Roma, en la cual tanto anfitriones como invitados, chocaban fuertemente sus copas, de tal manera que, el líquido de una copa pasaba a la otra; así se demostraba que ninguno de los anfitriones, en acto de “buena fe”, deseaba envenenar al otro, ya que los dos, al beber de lo mismo, compartirían la sustancia, y ambos morirían.
También se dice que, en los grandes banquetes y convites de la misma época, el anfitrión estaba obligado a alzar su copa y tomar un trago, de igual manera, para demostrar que aquella, era una buena bebida.
Una tercera versión que relaciona el brindis con esta época cuenta que tanto los romanos como los griegos, en los grandes banquetes y fiestas, solían levantar y golpear sus copas para llamar la atención de los sirvientes, para que les sirvieran de nuevo más bebida.
Otra leyenda ubica el origen del término, al siglo 16 de la Era Común, cuando Carlos 5º celebraba la victoria sobre Roma, un 6 de Mayo de 1527, donde, sus tropas, saquean a Roma; gracias a un escrito de Alfonso de Valdés (1), Secretario del Emperador, que se tituló Diálogo de las cosas acaecidas en Roma en la cual un caballero de la corte del Emperador, denominado Lactancio, es capaz de convencer el Arcediano del Viso, exime al Emperador de cualquier tipo de culpa en ese acto, y que había sido Dios quien lo permitió, por el bien de la cristiandad.
La historia cuenta entonces, que los mandos militares, ante la victoria, llenaron sus copas de vino, las alzaron al frente y dijeron la frase anteriormente citada: «bring dirs», yo te lo ofrezco, y, es este hecho, el que ha dado lugar a la tradición de brindar cuando se celebra algo.
Hay una cuarta versión, que es menos conocida, y la relata el “Manual internacional de la cultura del alcohol o The International Handbook on Alcohol and Culture, como se conoce en inglés, donde los chinos, en las dinastías Hans, Song, ya el ofrecer alcohol a los novios, antes de casarse, era una costumbre muy bien aceptada; entre los mongoles, los casamenteros, hacían brindar por separado, a cada uno de los miembros de la familia de la novia y la aceptación del vino, era señal de que era bien aceptado este compromiso.
En esta parte del mundo, entre los años 1066 a 256 antes de la era común, era costumbre que se dieran extensas jornadas en las que se bebía licor, acompañado por poesías, cantos y bailes: los huéspedes solían ofrecer un “brindis” con canciones, al más viejo de los anfitriones, mientras lo acompañaba con la bebida y la comida, y seguidamente, el anfitrión contestaba con otra canción y, así se involucraban todos los participantes del festín; y si se trataba de composiciones, había que intentar seguir el ritmo, la idea o la intención de la poesía o la canción: si se fallaba, había que tomar un gran sorbo de alcohol, lo más rápido posible.
Confucio, tiempo después implantó algunas restricciones sobre ello, aduciendo que si había que consumir licor, pero con moderación, porque “armonizaba la sangre y el corazón” mientras que el exceso es mal visto.
También refiere este libro que en la época de la Dinastía Jin (AD 245 – 420), todas las reuniones de amigos había que celebrarlas con licor: quien no tuviera dinero, tenía que vender su cabello al fabricante de pelucas, para poder beber
Es costumbre, en el mundo occidental, a la hora de brindar, decir alguna palabra o expresión como salud, cheers, toast, proischt, saude, salute, santé; entre los judíos y los filipinos, por ejemplo, el brindis cambia a “por la vida”, y entre chinos, vietnamitas, coreanos y japoneses, la traducción sería “vaciar la copa”.
La costumbre de utilizar la palabra “salud” con el brindis tiene también varios orígenes: uno de ellos tiene que ver con la creencia que la bebida (alcohólica) que utilizaban, tenía espíritus y a ellos había que pedirles por la salud.
Otra de las explicaciones está basada en el hecho que, al hacer las grandes comilonas, por no haber sistema que permitiera refrigerar los alimentos, ellos rápidamente se descomponían pero, tomando alguna bebida alcohólica antes de ello, evitaban que la fermentación de los alimentos les produjera algún tipo de malestar gástrico.
En los países anglosajones y más específicamente para las fiestas del christmas, a menudo se suele brindar metiendo una tostada en la copa. Es por ello que en inglés, toast significa tanto “brindis” como “tostada”.
Como anécdotas relacionadas con el brindis, encontramos las siguientes:
- En Brasil nunca se brinda con una bebida no alcohólica, puesto dicen que eso trae pobreza.
- En México se dice que si uno brinda con agua, la persona que lo haga tendrá 7 años sin orgasmos.
- En el Reino Unido, el que brinda con agua tendrá sepultura en la misma.
Estamos, según nuestros sabios, en el mes más alegre del calendario judío; el día de hoy estamos también próximos a celebrar la fiesta de Purim: fiesta que nos simboliza un momento o un tiempo para dar regalos a los amigos, donaciones a los necesitados, por lo tanto celebremos, que sea un motivo para brindar y digamos lejaim, aunque llegamos al momento que decimos “ad she lo yadá” pero en todo caso, agradeciendo al Todopoderoso, HaKadosh Baruj Hu, por la oportunidad de estar vivos y llegar a esta fecha.
Lejaim — por la vida.
(1) Escritor y secretario de cartas latinas del emperador Carlos 5º, regidor la ciudad de Cuenca, descendiente de familia judía conversa, donde su tío materno, Fernando de la Barrera, capellán de la iglesia de San Salvador de Cuenca, la Inquisición lo acusó de ser judío relapso, lo procesó en 1491, al igual que su padre y su hermano mayor, Andrés, fueron procesaron años más tarde por “fautoría de herejes”, es decir por oponerse al actuación del Santo Oficio.