Autopsias y judaísmo
Enseñan nuestros sabios:
“En el judaísmo el cuerpo no solo debe ser tratado con respeto y honor, sino que el cuerpo no puede ser profanado salvo en el caso de que dicho acto salve inmediatamente la vida a otra persona”
Todos sabemos que, desde el punto de vista médico-científico las autopsias son un procedimiento rutinario en el proceso de establecer las causas de la muerte o en el estudio de enfermedades,
En las religiones, como el judaísmo, cualquier examen post mortem implicaría una profanación del cuerpo del difunto, porque el cuerpo no pertenece a la persona sino que pertenece a El Creador de todo lo existente y por lo tanto, debe ser retornado en las mejores condiciones posibles tras la muerte.
Gracias a la práctica de la autopsia, fue posible modificar, confirmar o negar los diagnósticos realizados antes de la muerte, y sirvió de ayuda a la ciencia médica para la compresión de las enfermedades
Y, apenas obvio, para desarrollar procedimientos que en muchos casos permitieron “posponer” la muerte.
En el judaísmo, los órganos y las partes del cuerpo que fueron examinados o retirados deben reintegrarse al cuerpo antes del entierro.
Una vez realizada dicha operación el entierro no puede posponerse.
Está basado en el pasaje de la Torá, que dice:
“Si un hombre, culpable de un crimen que merece la pena de muerte, es ejecutado y colgado de un árbol, su cadáver no quedará en el árbol durante la noche, sino que lo enterrarás ese mismo día”
De acuerdo con el estudio realizado por Diego Giovanni Castellanos, Antropólogo. e Investigador Centro de Estudios Teológicos y de las Religiones (Cetre), Universidad del Rosario, Bogotá, Colombia, y publicado en pers.bioét. • V o l . 15 • N ú m e r o 2 • P á g s . 184-200 • julio a diciembre 2011,
Dice> el registro más antiguo acerca de la autorización de una autopsia data del siglo 18 de la Era Común, por el rabino Ezekiel Landau, en Londres,
Este, estuvo por fuera del contexto de salvarle la vida a otro paciente, quien estuviera, en ese momento, en riesgo inmediato de fallecer
El mismo investigador planteó lo dicho por el rabino Arieli, en momentos más recientes como el siglo 20, reforzando los conceptos estipulados por el Talmud y los textos de los sabios, añadiendo que
“Está prohibida la autopsia en no nacidos”
Ademas, si la persona fallecida había autorizado por su propia decisión la realización de la autopsia, esta podría llevarse a cabo
A pesar de los avances de la ciencia médica, el concepto religioso que el cuerpo debe ser cuidado y entregado de la mejor manera posible, por ejemplo como dicen los musulmanes,
Todo procedimiento debe ser llevado a cabo, mientras que este permita su reconocimiento final, o que alteren su apariencia para el funeral..
Esto ha permitido que, en la actualidad se hayan desarrollado otras técnicas de diagnóstico que han hecho disminuir el valor de la autopsia rutinaria, sin que ellos afecten a los creyentes.
11 de diciembre de 2019 – 13 de Kislev de 5780