Prosperidad en el judaísmo – Segunda parte
Revisamos en la primera parte que, la palabra Prosperidad, proviene del latín prosperitas, que simboliza el éxito que se alcanza en lo que se emprende,
También con lo que sucede a nuestro alrededor, cuando es positivo,
O cuando se trabaja en el desarrollo de un algo, se mantiene en condiciones siempre favorables.
Todos tenemos 24 horas al día… 86400 segundos.
Algunos de nosotros experimentamos comodidad, plenitud y abundancia de tiempo, logrando la prosperidad,
Otros, por otro lado, están siempre apresurados y sin tiempo suficiente… esto es una de las formas de escasez.
Si trabajamos con constancia, disciplina, concentración, dedicación, fuerza, es nuestra forma de llegar a la prosperidad.
Es la prosperidad en el judaísmo de la que queremos hablar y ya iniciamos el tema en una entrega anterior
Si confrontamos algunas (o la mayoría) de las creencias que nos limitan y las conductas negativas que normalmente tenemos; si aprendemos a reconocerlas y a romper estas barreras, estamos construyendo nuevas posibilidades para crear prosperidad
Ella será la que a la vez, nos traerá independencia y seguridad duradera.
Para recibir y mantener la prosperidad en el judaísmo, cada uno de nosotro debe mantener la palabra prosperidad en su vocabulario, en su actividad, en forma permanente:
Como dice en Tehilim / Salmos 37:4-5 “Deléitate asimismo en Adonai Y él te concederá las peticiones de tu corazón”. “Encomienda a Adonai tu camino, Y confía en él; y él hará”.
También encontramos en Devarim / Deuteronomio 8;18:
Pero debes acordarse del Señor tu Elohim, porque es Él quien te da fuerzas para hacer riquezas, a fin de establecer su pacto que juró a tus antepasados, como lo es en este día
También Devarim / Deuteronomio 28:2
Y todas las bendiciones vendrán sobre ti y se unirán a ti, si obedeces a Adonai, tu Señor.
¿Como hacerlo?
Pero para prosperar, necesitamos ser diligentes e inteligentes:
Mishlé / Proverbios 10:4 Un hombre pobre hace una escala engañosa, y la mano de aquellos que toman decisiones verdaderas los hará ricos.
Yeshaya(hu) / Isaias 48:17 Así dijo el Señor, tu Redentor, el Santo de Israel: «Yo soy el Señor tu Elohim, que te enseña para tu provecho (prosperidad), que te guía por el camino por el que debes ir».
Estos y muchos más son los consejos que encontramos en la Torá y en el Tanaj que nos indican que nuestra vida tiene que ser próspera.
¿Algo más por adicionar?
Hay un dicho popular que dice: ’’el dinero llama al dinero’’
Por este motivo, la prosperidad, requiere de algún tipo de inversión.
Esta inversión no quiere decir que como “Yo trabajo ocho horas diarias, entonces, voy a trabajar diez horas diarias para prosperar”
Requiere de una planificación estratégica, un tiempo de espera y por supuesto dinero.
Pero lo más importante, es la conexión que establezcamos, en el caso del judaísmo, con El Creador.
Demostrémosle lo buen administrador que vamos a ser con lo que obtendremos.
Eso quiere decir, si quiero dinero en abundancia, tengo que dar algo a cambio que también es dinero…
El judaísmo nos lo enseña como Tzedaká o caridad pero en abundancia, porque de la manera como se da, se recibe.
Esto en el judaísmo abre los sefirot (ya lo mencionamos) y con el tiempo veremos los resultados
Teniendo en cuenta estos consejos y lo que revisamos en la primera entrega de Prosperidad en el judaísmo, debemos ser muy diligentes para que “nuestra mente VIBRE al ritmo que queremos, Y PODAMOS RECIBIR , lo que el UNIVERSO y EL TODOPODEROSO quiere entregarnos”
31 de diciembre de 2017 – 13 de Tevet de 5778