Mascotas y Shabat.
¿Puedo enseñar a mi perro a encender la luz en Shabat?
Volvemos a tocar un tema de la Halajá: hemos dicho, en muchos de nuestros artículos que la halajá es un “manual de instrucciones” que permite, o ha permitido al judío, donde quiera que se encuentre, y en cualquier época, a comportarse de una manera igual, o muy parecida a cualquier otro judío, de cualquier otro lugar del planeta, independientemente de su condición socioeconómica, de la época del año o, en sí, a través de los tiempos, con las modificaciones que pueden traer los avances de la ciencia
En esta ocasión, pensando que, en los diferentes parques temáticos del mundo vemos como los animales pueden ser entrenados para diversos trucos, nuestras mascotas también pueden ser entrenadas en muchos aspectos que nos ayuden en nuestro diario vivir y, por ello la pregunta: ¿Puedo enseñar a mi perro a encender la luz en Shabat?
El Shulján Aruj, en el Simán 246 Seif 3, nos indica que una persona debe asegurar que su animal tenga el descanso merecido, durante el Shabat (1). También nos indica que no debemos tampoco alquilar ni prestar nuestros animales a un gentil, para que ellos realicen “melajá” durante el Shabat (2).
Esta porción de la halajá es muy enfática en recordar que, aunque el gentil tenga posesión del animal, mientras sea propiedad del judío, él es responsable de su descanso.
La regulación también dice que se permite que arrendar o prestar un animal, con la condición que este debe ser devuelto antes de Shabat; sin embargo, estas medidas no suelen ser eficaces en los casos en que se sepa que el gentil no sea una persona digna de confianza, ya que puede no devolverlo y, por consiguiente, no permitir el descanso del animal.
Diferentes Poskim han debatido acerca de cuándo podría ser posible utilizar un animal entrenado para realizar una melajá durante el Shabat, y surgen preguntas como las del enunciado: ¿es posible entrenar un perro para que encienda o apague las luces, cuando recibe una señal (que no tiene que ser la orden completa) por parte de su propietario? Una de las respuestas a esta inquietud, asegura que está prohibido darle al perro una señal para que encienda o apague las luces, por la sola obligación de asegurar el descanso de los animales en el Shabat, como es el mandato bíblico. En el Sefer Even HaOzer(3) se encuentra aún una prohibición mayor: indica que la colocación de una sanguijuela para chupar la sangre (4), lo cual era una medida terapéutica, está prohibida.
Las discusiones son muy amplias y las respuestas son muy variadas: aquellos que están de acuerdo con entrenar a un perro, consideran que oprimir un interruptor no se considera una melajá siempre y cuando el perro tenga alguna preocupación específica, como por ejemplo en algún momento en que sienta la presencia de una persona no deseada (un ladrón). Además, las mascotas, no están sujetas a algunos principios de estratificación de “pecados” cometidos única y exclusivamente durante el Shabat, sino que clasifican en una categoría la cual se refiere a una melajá realizada intencionalmente y con un propósito beneficioso, exclusivamente: este tipo de estratificación, como lo mencionamos previamente, esto aplica solamente a las personas porque algunos poskim dicen que, si alguien observa el Shabat correctamente, todos sus pecados son perdonados, y quien no lo hace, es como si estuviera negando que Hakadosh Baruj Hu, no hubiera descansado en el Shabat.
Por lo escrito, preferimos sugerir, que si lo va a hacer, que sea por motivos muy específicos.
(1) Shemot 20:8-12 Acuérdate del día del sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra; mas el día séptimo es sábado (consagrado) al Eterno, tu Dios; no harás obra alguna tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu bestia, ni tu prosélito que habita dentro de tus puertas (ciudades); porque en seis días hizo el Eterno los cielos y la tierra, el mar y todo cuanto en ellos hay, y descansó en el séptimo día; por tanto, el Eterno bendijo el día del sábado y lo santificó.
Zajór et yom haShabat lekadshó. Shéshet yamím taavód veasíta kol melajtéja. Veyóm hashvií Shabat laAdonai Elohéija lo taasé kol melajá atá ubinjá ubitéja avdejá vaamatjá uvehemtéja veguerjá asher bisharéija. Ki shéshet yamím asá Adonai et hashamáim veét haáretz et hayám veét kol asher bam vayanáj bayóm hashvií al ken beráj Adonai et yom haShabat vayekadeshéhu.
(2) Uno de los muchos cuentos jasídicos relata como un judío presta un buey a su vecino no judío para que le ayude en sus labores del campo: llegado el Shabat, el buey no quería, por ningún motivo, levantarse a trabajar y por ello el no judío le dice a su vecino que le va a devolver el animal porque no quiere trabajar: sin embargo, el judío se acerca al buey y algo le susurra en el oído y esto hace que el animal continúe con sus labores cotidianas. Aterrado, le pregunta: ¿Qué has hecho para que el animal se pare a trabajar porque ni con castigos quería hacerlo? Y contesta el judío: simplemente le dije “Ya terminó el Shabat y puedes pararte a trabajar”…
(3) Escrito por el Rabino Ozer ben Rabi Meir HaKohen de Klimintov (fallecido el 25 de Iyar 5470 / 25 de Mayo de 1710), Even HaOzer.
(4) Esta era una medida terapéutica con la cual se creía que podían curar todo tipo de enfermedades, desde dolores o procesos inflamatorios hasta enfermedades oculares e incluso obesidad y patologías mentales. http://sebastianromeu.blogspot.com/2008/09/sanguijuelas-y-medicina.html
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03 de febrero de 2013 – 23 de Shvat de 5773