Los pecados inconscientes
Cuando comenzamos a leer la parashá Vaikrá, encontramos la posibilidad de que una persona pueda pecar sin saberlo, es un pecado inconsciente, que en hebreo es llamdo como bishgagá,
Justamente encontramos una frase que dice:nefesh ki tajtá bishgagá, “un alma que peca sin saberlo”.
Y esta frase la sigue repitiendo en ejemplos varios: desde el alma más común hasta la del Sacerdote ungido.
Todas y cada una de las diferentes almas pueden cometer “pecados inconscientes”.
Seguramente habrá muchas personas que insistan en que no hay pecado inconsciente, porque cualquier acto humano incluye la voluntad y la intencionalidad, sin las cuales no existe responsabilidad.
Nos dirán que, un familiar, un amigo, o un ser querido, nos puede inducir a cometer “errores” o pecar, simplemente a través de una simple voz o consejo que suele darse con buenas intenciones.
Lo anterior, porque intenta ayudar, y ello ya no lo hace ver como un pecado inconsciente sino lo contrario.
Sin embargo, nuestra parashá nos lo está recordando.
A cada uno de esos “pecados inconscientes” les está colocando una ofrenda específica para ser presentada, ante El Eterno.
Por supuesto que estamos hablando de la época en la que existía el Templo, y en la actualidad, los judíos “no están obligados” a llevar ninguna ofrenda (de tipo sacrificio). sino que tienen diferentes leyes con respecto a la ofrenda del pecado que debe traer.
Cuando se acude a llevar una ofrenda, es porque cualquiera de las almas, independientemente de a quién pertenece, ella ya ha caído en cuenta de lo que hizo inconscientemente.
Y si toma conciencia de esto, por supuesto que considera que, al llevar la ofrenda para expiar el pecado, logra rectificar la profunda raíz psicológica inconsciente del pecado.
Rabeinu Iona dice que, que la expiación principal no se logra a través del sacrificio, sino a través del arrepentimiento, y el objetivo de “dicho sacrificio” es despertar al hombre al arrepentimiento.
Rabeinu Iona insiste que, este arrepentimiento, suele despertar, a un individuo, por el camino de la Teshuvá.
Entonces, hoy en día que no existen los sacrificios rituales, ¿Cuál es nuestro camino a seguir?
Algunos (Muchos) optarán por reemplazar el sacrificio ritual por otro concepto: ejemplo, Tzedaká, Bikur Jolim, Tefilin, y muchos otros más.
¿Por qué?
Porque cada uno de nosotros tiene una responsabilidad con todo el mundo: parte del proceso de Tikún Olam o reparación del Universo
Yo, como ser individual, tengo la responsabilidad de auto anular mi pecado para que no se vea reflejado en el mundo…
Debo (practicar la teshuva) rezar y servir de inspiración hacia los demás; rezar por todos, por todo el pueblo judío, por todo el mundo, por la redención, para que llegue el Mashíaj.
Si no lo hago, todas las almas que están a mi nivel y a nivel superior, van a seguir “pecando” pero esto no va a estar dentro del concepto de,nefesh ki tajtá bishgagá, “una alma que peca sin saberlo”.
Entonces, si cada uno de nosotros inicia un proceso de rectificación y de anulación, traeremos expiación a nuestras almas y, todos juntos, unidos, podemos a su vez conseguir la redención al mundo.
14 de Marzo de 2018 – 27 de Adar de 5778