Lo que el Islam ha olvidado.
El islam es una religión que pide a sus miembros, rezar en dirección a La Meca desde cualquiera de los cuatro puntos cardinales, lo que exigió a este movimiento religioso conocer el tamaño y la forma de la Tierra.
Lo que el islam ha olvidado son las grandes contribuciones que hizo a la ciencia y a la humanidad.
Los científicos islámicos en la antigüedad, basados en que setecientos cincuenta aleyas —es decir casi la octava parte del Corán, estimulan a los creyentes a estudiar la naturaleza, a reflexionar, a utilizar de manera óptima la razón y a hacer de la ciencia una parte integrante de la vida social.
Es por ello que esta filosofía al fomentar la creencia en el desarrollo científico, ellos alcanzaron altas cotas en todas las ciencias, pero en este caso en particular, a la Astronomía, adelantándose en varios siglos, a los astrónomos de otras latitudes.
Uno de consejos y tradiciones (Sunna) de Mahoma (Muhamad), el Profeta del Islam, figuran aquellos que dicen: “Hacer la ciencia accesible a todos es alentar a cada uno a instruirse”
“Instruirse en la juventud es grabar sobre la piedra”
“El que deja a su hogar en busca de conocimientos, sigue el sendero de Dios hasta el día de su regreso”
“El que viaja en pos de conocimiento, viaja en la senda de Dios hacia el Paraíso”
“La tinta de los sabios es más preciosa que la sangre de los mártires”.
Una de las Aleyas que se constituyen en una invitación clara del Corán para que los musulmanes investiguen los cielos, la tierra, los seres vivos y su propia existencia, y pensar acerca de ellos dice: “Bendito Aquel que ha creado siete cielos en perfecta armonía entre sí: no hallarás el menor fallo en la creación del Más Misericordioso. Mira de nuevo: ¿puedes ver alguna fisura?” (67:3)
Gracias a la consideración anterior, los musulmanes buscaron lo que ellos llamaron, la quibla (orientación) de las mezquitas, para poder regular las horas del día para la oración y el determinar el comienzo y final del mes de Ramadán, el mes sagrado dedicado al ayuno obligatorio.
¿Cuáles fueron las contribuciones del Islam a la humanidad?
Iniciamos haciendo las descripciones que los científicos musulmanes hicieron sobre la astronomía, a la cual denominaron ‘Ilm al-hai’a (Ciencia del aspecto del universo) e ‘Ilm al-aflak (Ciencia de las esferas celestes).
La escuela de astronomía de Bagdad que data del reinado de Al Mansnur, realizó ciertos trabajos importantes. Se revisaron las teorías antiguas, se rectificaron varios errores de Ptolomeo y se corrigieron las tablas griegas.
Thabit ibn Qurra abu’ l’Hasan ibn Marwan al-Sabi al’Harrani (826 – 901), el mayor de los geómetras árabes, fue un excelente traductor y comentador de los griegos. Estudió el reloj de sol, determinó la altitud del Sol y la duración del año solar (con una equivocación de 2 segundos).
También los astrónomos recalcularon la posición de los planetas y de la eclíptica, y perfeccionaron el astrolabio y el cuadrante; el astrónomo Al-Battani logra establecer un catálogo de 489 estrellas.
Al-Biruni, originario de los alrededores del mar de Aral, se caracterizó por sus observaciones de los eclipses lunares y solares,
Targay Ulugh Bek elaboró un catálogo que contiene la posición de 992 estrellas que logró superar al Almagesto, de Ptolomeo.
El astrónomo Abu Sa’id ad Darir, originario de las región del Caspio, fue el autor de un tratado sobre el trazado del meridiano
En Geografía, los científicos musulmanes establecieron que la tierra era redonda en el siglo 9 de la Era Común, y el primer mapa del globo fue diseñado durante el califato de Ma’mun.
En las matemáticas, al-Khawarizmi presenta diversas reglas para el cálculo numérico, basadas en los algoritmos indios además de exponer detalladamente el sistema de numeración utilizado por los hidúes.
La obra principal de al-Khawarizmi es conocida con el nombre de Hisab al-abr wa’l muqqabala, que significa “ciencia de la trasposición y la reducción”, donde el término “al-yabr” se convirtió en “álgebra”, sinónimo de la ciencia de las ecuaciones.
Ibn Sina (980-1037). Más conocido en occidente como Avicena, fue quien tradujo a Euclides y explicó la prueba del nueve, además de aplicar las matemáticas a la física y a la astronomía.
Otro traductor de las obras de Euclides, Abul Hassan al- Uqlidisi, introdujo las fracciones decimales por vez primera en la matemáticas arábigas en El libro de los capítulos sobre aritmética india, escrito en Damasco en el año 952 ó 953.
El gran algebrista Abu Kamil, originario de Egipto, continuador de los trabajos de al-Khwarizmi, cuyos avances serán puestos al día, hacia 1206, por el matemático italiano Leonardo de Pisa, llamado Fibonacci; también se deben a él interesantes fórmulas que conciernen al pentágono y al decágono.
Tal vez uno de los conceptos más importantes fue la creación y elaboración del concepto del cero como un número independiente, por Muhammad Ben Ahmad, en el año 976.
Posteriormente, Muhammad ibn Musa fue el primero en usar la anotación del punto decimal.
En la física, los científicos musulmanes investigaron la acústica, su origen y transmisión.
Por lo tanto, fueron los primeros en saber que las voces se producen a causa del movimiento de los cuerpos que las generan, y que se transmiten en el aire en forma de ondas esféricas.
También fueron los primeros en dividir las voces en tipos. Explicaron que los sonidos de los animales varían según la longitud de su cuello, la anchura de su garganta y la estructura de su laringe.
Fueron los primeros en justificar el eco, diciendo: “Sucede por el reflejo del aire ondulado al enfrentarse a un cuerpo alto como una montaña o una pared, sin embargo, quizá dicho reflejo no se sienta por la proximidad de la distancia, de modo que no se percibe la diferencia temporal entre la voz y su reflejo”.
De los científicos musulmanes famosos en la física, destaca Al-Birûni quien concretó la densidad (gravedad) específica de 18 tipos de piedras preciosas.
Al Jazini es considerado como el profesor de la física de todas las épocas.
Se dedicó la mayoría de su tiempo a estudiar la hidrostática, por lo que inventó un instrumento para saber el peso específico de los líquidos, e inventó una balanza para pesar los objetos en el aire y en el agua; sus estudios abrieron el camino para la invención del barómetro.
En la química, Yabir Ibn Haîân, quien era conocido como As-Sufi (el sufí), fue el primer científico que fundó esta ciencia, la cual fue conocida en Europa durante varios siglos con su nombre latinizado: “Geber”.
Fue Yabir Ibn Haîân quien introdujo la experimentación científica del laboratorio en el sistema de investigación científica; él dijo:
‘El deber de quien se ocupa de la química, es ejecutar pruebas y experimentos; ya que el conocimiento no se logra sino a través de ellas’
Los musulmanes descubrieron los principios más importantes de la química y sus secretos.
Unos de sus inventos más relevantes fueron
- el agua de plata (ácido nítrico),
- el aceite de vitriolo (ácido sulfúrico),
- y el agua de oro (ácido nitro clorhídrico),
- el nitrato de plata,
- el cloruro de mercurio,
- el óxido de mercurio,
- la pólvora (carbonato de potasio y carbonato de sodio),
- el vitriolo verde (sulfuro de hierro).
Además, descubrieron el alcohol, el potasio, el espíritu de amoníaco, el arsénico, el antimonio, y los álcalis.
Gracias a sus descubrimientos en la química, se desarrollaron las técnicas modernas para la fabricación de elementos como
- el jabón,
- el papel,
- la seda,
- los tintes,
- los petardos,
- el curtido del cuero,
- los extractos de perfumes,
- la fabricación de acero,
- el pulido de metales, entre otras.
El manuscrito árabe más antiguo escrito en papel es Garib Al Hadiz de Abu ‘Ubayd y data del año 837 de la Era Común.
Lo que el Islam ha olvidado—————————– Fin de la Parte 1———————-
29 Octubre 2014, 3 Moharram 1436 – 5 Jeshvan 5775