Título:

Parashá Behar

Comparte este artículo:

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Reddit
VK
OK
Tumblr
Digg
Skype
StumbleUpon
Mix
Telegram
XING
WhatsApp
Email
Imprimir

Parashá Behar

«PORQUE TODA LA TIERRA QUE TU ESTAS VIENDO A TI TE LA DARÉ Y A TU DESCENDENCIA POR LA ETERNIDAD» (Génesis / Bereshit 13:15)

En esta semana se leen las parashiot Behar y Bejukotai, con las cuales se concluye la lectura del sefer Vayickrá / Levítico.

Sobre el texto de Vayickrá 25:23 encontramos una advertencia que está relacionada con las porciones ancestrales de los israelitas quienes se dividieron y se organizaron en tribus y especifica que  la Tierra de Israel no puede ser vendida para siempre.

Con dicha prohibición, ningún judío puede escaparse de una perspectiva que ocurre en cualquier otra nación del mundo: la tierra nunca será verdaderamente suya.

Es por eso que nos encontramos estipuladas en esta parashá las leyes de redención de la tierra y de las personas como son las leyes de  shemitá, y el yovel, a través de las cuales, todas las transacciones, incluyendo la tenencia de esclavos, vuelve a su estado y propietario original. (25:4 y 25:10): Esta es una condición divina que no tiene ninguna otra regulación.

Esto significa que la misma nación judía no tiene jurisdicción total sobre la tierra; simplemente no es de ellos sin importar deseos, sentimientos e incluso contratos.

Como le fue prometido a Abraham, El Eterno le dio esa tierra como hogar para el pueblo judío; sin embargo, como Amo del Universo,  cada porción de la tierra es suya, como lo encontramos en Vayickra 25:23 que dice “La tierra me pertenece”

Esta posición es un argumento que utilizan las naciones gentiles para acusar a unos invasores, quienes llegaron de un área desértica inhóspita y salvaje, pero la misma Torá certifica la posición del Eterno al aseverar con las siguientes palabras, lo que se encuentra en el libro de Bereshit: “El universo es suyo y El da la tierra a quien El desea”

La nación judía podría mantenerse mucho más cerca del Amo del Universo a través de una correcta relación con esta tierra.

Es el lugar más exaltado del planeta donde el Templo se levanta, una tierra llena de una dimensión extra de la Providencia Divina donde los ojos de Adonai descansan desde el principio hasta el fin de cada año (Devarim /Deuteronomio 11:12) En esta tierra hay mayor propensión a estar más cerca del Creador.

Para muchos suele ser un gran motivo de preocupación el hecho de que la tierra no pueda ser vendida en forma permanente, porque en lugar de ser propietario se convierte en un Tenedor, alquilando una tierra que en últimas pertenece a Elohim.

Esto es realmente un hecho comprobable puesto que está escrito “Extranjeros y residentes con el” (25:23)

Para ser merecedor del derecho a residencia en esa tierra, es imperativo que sus habitantes se conduzcan de una manera apropiada. Se requiere de una porción de santidad, espiritualidad y divinidad.

Quien quiera que tenga y logre esas tres cosas, su vida tendrá un nivel superior, será exaltado, y en ese caso, hay una relación especial de simbolismo con la tierra y, a través de ese suelo sagrado, pueden incrementar su relación con el Eterno.

Sólo a través del pago de sus obligaciones, llamados vida en la Torá y las Mitzvot, es como la voluntad del Rey de Reyes permite que estos territorios que están atribuidos a su propiedad, continúen recibiendo el nombre que tienen; sólo así puede ser llamada “Eretz Israel, la tierra para y de los hijos de Israel”.

En caso contrario, y como se ha visto a través del curso histórico de esa región, los habitantes han sido forzados al exilio.

Es en la parashá de Bejukotái que nos encontramos con la palabra tojajá que se refiere a lo que podríamos llamar “castigos escalofriantes” como resultado de no vivir de acuerdo a las condiciones t responsabilidades que implica ser “El Pueblo Escogido”, pero también nos cuenta acerca de las promesas de prosperidad al seguir los mandamientos de Adonai.

La tierra de Israel, al igual que el cuerpo humano, es nuestra custodia.

Sin duda, ambas entidades corporales tienen que ser llenadas y embebidas de santidad. Tener miedo o no sentirse a gusto porque todo es un estadio que no es permanente debería generar un impulso en el compromiso a servir al Eterno porque absolutamente todo, incluyendo la nación, es suyo.

Tampoco se trata de vender o renunciar a la parte de la tierra que nos corresponde, porque a pesar que la haftará que corresponde a esta semana de Yeremia 33:15 dice que “Aún se comprarán casas, heredades y viñas en esta tierra”, sino que la idea sea de establecer y desarrollar una relación eterna con el Creador.

Y que nunca y por ningún motivo se pierda la fe en El.

DERECHOS DE AUTORÍA INTELECTUAL © – Dr. MAX   STROH   K.   06/05/10 – 22 de Iyar de 5770

ESTUDIO DE LA PARASHÁ DE LA SEMANA: PUEDE SER REPRODUCIDO POR CUALQUIER MEDIO FÍSICO O ELECTRÓNICO BAJO LAS SIGUIENTES CONDICIONES:

1.        NO TENGA FINES LUCRATIVOS

2.        SE RESPETE LA PALABRA DE LA TORÁ Y NO SE MODIFIQUE EL TEXTO.

3.        SE CITE LA FUENTE

4.        SI EL TEXTO UNA VEZ IMPRESO SE DAÑA, NO LO ROMPA, NO LO DESTRUYA: ENTIERRELO, POR RAZONES DE HALAJA Y DE CONSERVACION DEL MEDIO AMBIENTE.

¿Qué opinas de este artículo? - Déjalo en los comentarios:

Comparte este artículo:

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Reddit
VK
OK
Tumblr
Digg
Skype
StumbleUpon
Mix
Telegram
XING
WhatsApp
Email
Imprimir
Picture of Max Stroh Kaufman

Max Stroh Kaufman

Más artículos

Otros artículos

Conoce nuestra tienda

En nuestra tienda tenemos libros digitales, cursos, artículos judíos y mucho más.