Reflexion. Bañarse todos los días
Le preguntaron a Hilel el viejo: ¿A donde vás? El respondió: «Voy a hacer un acto sagrado» Ellos preguntaron: ¿Cuál es ese acto sagrado de Hilel? Dijo: «Voy a la casa del asiento (Retrete)» Le preguntaron: ¿Pero es que acaso ese es un acto sagrado? El respondió: «por supuesto, porque al hacerl evitamos que el cuerpo se deteriore» En otra ocasión le preguntaron: ¿A dónde vas? El respondió: «A realizar un acto sagrado» Ellos preguntaron ¿Y de que se trata ese acto sagrado? «Voy a la casa del Baño». Le preguntaron: ¿Pero es acaso ese un acto sagrado? Les r3eplicó: Por supuesto, porque al hacerlo purificamos el cuerpo, Deben saber que las estatuas del César que se erigen en los Coliseos no son más que copias de la Imagen de Dios y no obstante, los romanos las lavan todos los días. Si aquello que no es más que una copia de la imagen divina merecen tantos honores, mucho más merece el cuerpo, el cual fue creado a La Imagen del Eterno.
Reflexión obtenida del Talmud Babilónico Tratado Avot de Rabba Natan, versión 2 final del capitulo 30.
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