AMATISTA – AJLAMA
En Shemot 28:15-21 encontramos una descripción acerca de los tipos de piedras y sus arreglos en el peto del Gran Sacerdote.
Cada piedra tenía el nombre de una tribu inscrita en ella.
En pocas palabras, están distribuidas así:
Una hilera será: rubí, topacio y esmeralda; esta será la hilera primera.
En la hilera segunda: carbunclo, zafiro y diamante
Y la hilera tercera: ópalo, ágata y amatista.
Y en la hilera cuarta: crisólito, ónix y jaspe
Teniendo en cuenta que el mes de Kislev está relacionada con la amatista (ajlama en hebreo), será la piedra que analizaremos
Amatista
La amatista es una variedad macrocristalina violeta del cuarzo.
El color puede ser más o menos intenso, según la cantidad de hierro que contenga.
El nombre amatista proviene del griego amethystos (no borracho), ya que esta piedra era considerada un potente antídoto contra la embriaguez.
Durante muchos miles de años, ha sido el representante más llamativo de la familia del cuarzo.
También ha sido una joya codiciada por príncipes y por altas autoridades eclesiásticas
Se dice que Moshé la describió como un símbolo del Espíritu del Eterno, en las ropas oficiales del Cohen Hagadol
Y El Sefer Gematriot (43a-44b), asignó propiedades de curación o fortuna a las doce piedras en el Efod.
A la amatista, le asigna el coraje, la bravura y la valentía en el combate.
Cualidades mágicas en el judaísmo
Su nombre en hebreo es Ajlama, recuerda la raíz de la palabra «jalom», que significa «sueño», ya que se creía que la piedra no sólo inducía visiones o sueños, sino también daba la capacidad para interpretarlos.
Su nombre árabe, «al-Halma», se deriva de una creencia similar.
Uno de los más grandes estudiosos de las cualidades de las piedras fue Ibn Ezra, quien designó bajo su estudio el jojmá hatoledot o sabiduría de la naturaleza
El Midrash describe la amatista como una piedra que puede ayudar a curar dolencias oculares.
Sin embargo advierte que no cualquiera la puede portar ya que ella lo puede llevar a sufrir de malos sueños, grandes aflicciones o, también, dolores de cabeza.
Cualidades en otras culturas
En el antiguo Egipto, los soldados llevaban amatistas, creyendo que la piedra los protegería de ser asesinados en el campo de batalla.
Según las creencias hindúes, la amatista puede ayudar a abrir el tercer ojo, que representa el alma.
Se decía que protegía los cultivos contra las tempestades y las langostas,
Traía buena fortuna en la guerra y en la caza,
Expulsaba a los espíritus malignos
E inspiraba al intelecto.
Un pequeño estudio de las obras de Plinio revelará que esta piedra preciosa, si se lleva alrededor del cuello en una cuerda hecha de pelo de perro, brinda protección contra la mordedura de serpiente.
Más tarde, Hieronymus incluso informó que las águilas colocaban una amatista en su nido para proteger a sus crías del mismo peligro.
Los poderes terapéuticos
Los terapéutas con piedras (una modalidad muy antigua pero con fuerte actividad por lo menos en los últimos 50 años, nos dicen que la amatista
Aumenta la autoestima
Aumenta la productividad
Favorece la mejoría de memoria
Repara el aura
Regenera el chakra de la corona
Disminuye emociones negativas como la ira y la desesperación
Desarrollar la habilidad para analizar críticamente las emociones.
Estimula la fertilidad
Sofoca el exceso de ácido estomacal
Combatir las picaduras de insectos
Embellece la piel.
Ayuda a personas con asma
Mejora la vitalidad física, especialmente después de la quimioterapia y la radioterapia
Ayuda a reducir dolores
Y según el judaísmo
El rabino Bechaye aseguró que, para que el poder de estas piedras sea efectivo, el usuario debe ser ritualmente puro.
Adviertió que si una persona no está limpia ritualmente, las piedras serán ineficaces o incluso dañinas.
El tema de la pureza ritual, en el nivel más simple de hoy implica la inmersión en un baño ritual (Mikve) dentro de las pautas de la ley judía.
Explicó que las piedras interactúan según el nivel espiritual de una persona, donde la pureza o la impureza juegan un papel importante.
Entonces
Recordemos que el concepto actual acerca de cristales y gemas, que imbuyen cualidades mágicas, que pueden curar el cuerpo o cambiar la fortuna de uno, se basa en una tradición que se remonta a casi tres mil años, y una que no es, de hecho, incongruente con las enseñanzas judías de la Torá, el Talmud y la Cabalá.
Así que, ¿Por que no usarlas?
09 de noviembre de 2018 – 02 de Jeshvan de 5779
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