Querubim
Estudio de los ángeles
Posición # 9
Un querub, es una entidad super-natural mencionada en múltiples ocasiones en la Torá: la primera mención está en aquellos ángeles que fueron utilizados Para guardar el Edén, diciendo: Bereshit / Génesis 3:24: Y expulso al hombre y colocó al oriente del jardín de Edén a los querubines, y la hoja (llameante) de la espada que se revolvía, para guardar el camino del árbol de la vida.
Vayegarésh et haAdám vayashkén mikédem legán Edén et hakruvím veét lahát hajérev hamithapéjet lishmór et dérej etz hajaím.
La palabra kerub proviene de la misma raíz de la palabra karov, que significa cercano, y recibieron este nombre por su cercanía al Todopoderoso. Sin embargo, estudios varios de antropólogos y lingüistas ubican esta palabra en las antiguas culturas pre y post semíticas, proveniente de los vocablos asirios karabu, Acadiano kuribu, y Babilónico karabu, refiriéndose, con esos términos, a aquellos espíritus que servían a los dioses, algunos de ellos se identificaban porque poseían cabeza de un rey, cuerpo de león y alas de águila.
La forma correcta de llamarlos en plural es querubim porque es la formación plural de la palabra hebrea querub aunque, se les suele llamar, en español, querubines.
El Zohar, menciona que los querubim fueron conducidos por uno de ellos llamado Kerubiel.
Los querubim también están mencionados en otros textos, tales como “El paraíso perdido”.
Hay tres momentos en la Torá muy especiales que se relacionan con los querubim: uno de ellos, los que están ubicados en el Mishkan, como está escrito: Shemot 25:18-20: Y harás dos querubim(1) de oro; labrados a martillo y de una sola pieza los harás, en los dos extremos del propiciatorio. Y harás un querub en un extremo y el otro en el otro extremo; (procediendo) del mismo propiciatorio harás los querubim en sus dos extremidades. Y los querubím estarán con las alas extendidas hacia arriba, cubriendo con sus alas al propiciatorio y vueltas sus caras la una a la otra; hacia el propiciatorio estarán vueltas las caras de los querubím.
Veasíta shnáim kruvím zaháv mikshán taasé otám mishnéi ketzót hakapóret. Vaasé keruv ejád mikatzá mizé ujrúv ejád mikatzá mizé min hakapóret taasú et hakruvím al shnéi ketzotáv. Vehayu hakruvím porséi kenafáim lemála sojejím bekanféihem al hakapóret ufnéihem ish el ajív el hakapóret yihyú penéi hakruvím.
Dice el Talmud, que ellos actúan como «termómetro espiritual » en la relación entre El Todopoderoso y el pueblo judío (Babba Basora 99a). Uno de ellos representa a HaShem, y el otro representa al pueblo judío, cuando el pueblo judío obedece a Adonai, los querubím se abrazan entre ellos del mismo modo «como los hombres se abrazan unos a otros» Si esto no sucede, (Jas ve Shalom) Dios no lo quiera, es decir, el pueblo judío se desvía, entonces un querub se girará hacia un lado, los dos se darían la espalda o, en el peor de los casos, se separarán.
El segundo de ellos, relacionado con los querubim ubicados en el Templo construido por Shlómo, tal como está escrito en el libro de Melajim / reyes 6:23 -32, que dice así: Hizo también en el Lugar santísimo dos querubim de madera de olivo, cada uno de diez codos de altura. Un ala del querub tenía cinco codos y la otra ala del querub otros cinco codos; así que había diez codos desde la punta de un ala hasta la punta de la otra. Asimismo el otro querub tenía diez codos, pues ambos querubim tenían el mismo tamaño y la misma forma. La altura de uno era de diez codos, y lo mismo la del otro. Puso estos querubim dentro de la Casa en el Lugar santísimo, los cuales tenían sus alas extendidas, de modo que el ala de uno tocaba una pared, y el ala del otro tocaba la otra pared, mientras las otras dos alas se tocaban la una a la otra en medio de la Casa. Luego recubrió de oro los querubim y esculpió todas las paredes alrededor de la Casa con diversas figuras de querubim, de palmeras y de botones de flores, por dentro y por fuera. También recubrió de oro el piso de la Casa, por dentro y por fuera. A la entrada del santuario hizo puertas de madera de olivo. El umbral y los postes tenían cinco esquinas. Las dos puertas eran de madera de olivo. En ellas talló figuras de querubim, de palmeras y de botones de flores, y las recubrió de oro. Recubrió también de oro los querubim y las palmeras.
El otro momento es la forma como Ezequiel los describe: dice, en lenguaje poético, que cada Querub parece haber sido una figura alada, compuesta de cuatro caras (de Hombre, águila, león y toro) (2).
Ezequiel 10:14 Cada uno tenía cuatro caras: la primera era un rostro de querub, y la segunda, de hombre; la tercera era una cara de león, y la cuarta una cara de águila.
Ezequiel 10:21 Cada uno tenía cuatro caras y cada uno cuatro alas, y figuras de manos humanas debajo de sus alas.
El judaísmo ortodoxo incluye en su creencia, la existencia de los “querubines”, al igual que el judaísmo conservador, que cree en ellos, aunque le hacen unas referencias litúrgicas desde el punto de vista más figurativo. De acuerdo a lo escrito en el Talmud, cuando se recita el Birkat HaMazón (agradecimientos después de las comidas) hay aproximadamente diez mil de ellos sentados a la mesa, en la comida, manifestando la oración “Bendito es HaShem nuestro Creador, El Señor de Israel quien reside entre los querubim”, la cual hace parte de esta ceremonia tradicional.
(1) dos figuras aladas, una masculina y una femenina, cinceladas de un único bloque de oro puro.
(2) Evaluando similitudes con este tipo de ángeles, encontramos que, las antiguas razas Germánicas tenían el ídolo Rodigast con cuerpo humano y cabeza de toro, águila y hombre.
18 de marzo de 2013 – 07 de Nisan de 5773