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Libre Albedrío en el judaísmo

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Libre Albedrío en el judaísmo

Libre albedrío

El libre albedrío es la potestad que el ser humano tiene de obrar según considere y elija.

Significa, en suma, la libertad que el ser humano tiene, tanto para hacer el bien como para hacer el mal.

Según la Torá, el libre albedrío es la facultad que El Eterno le dio al hombre para obrar según desee, independientemente de si sus decisiones son buenas o malas.

El Derecho Penal considera el libre albedrío como un fundamento legal para definir un castigo para los delincuentes. Esto significa que si un individuo, al cometer un delito, ha tenido la libertad para decidir hacer el mal, entonces también ha elegido o aceptado, en consecuencia, la pena o castigo aplicado para dicho delito.

La sociedades, generalmente consideran que el  libre albedrío es la habilidad de un individuo para tomar distintas alternativas.

En algunos campos de la filosofía, el libre albedrío es la generación de posibles comportamientos infinitos que interactúan con un grupo de reglas y parámetro finitos.

Algunos puntos de vista religiosos, dicen que el libre albedrío está conectado con el concepto de premio y castigo.

Autores varios también consideran, como posibilidad, que si El Creador hubiera producido criaturas que tengan voluntad propia, es decir, con libre albedrío, ello sería de un riesgo elevado para el mismo Creador.

En algún momento, el texto del Nuevo Testamento, hace al hombre responsable de sus elecciones, como por ejemplo, donde  dice que cosecharemos lo que sembremos – pero también demuestra la intervención de Dios, independientemente de la elección que se tome.

En el Corán, el libre albedrío está y existe para que el hombre reconozca la responsabilidad que tiene sobre sus acciones.

Pensadores acerca del libre albedrío, han existido muchos: unos apoyándolo, otros rechazándolo: entre ellos, filósofos. científicos, quienes son los más interesados en demostrar o no su existencia.

Como ejemplo, en el judaísmo, podemos revisar a Baruch Spinoza, quien comparó la creencia del hombre en el libre albedrío con una piedra que piensa que escogió el sendero al cual llegó por el aire y el lugar en el cual aterrizó.

En la Ética Baruch Spinoza escribió:

«Las decisiones de la mente no son nada salvo deseos, que varían según varias disposiciones puntuales».

«No hay en la mente un absoluto libre albedrío, pero la mente es determinada por el desear esto o aquello, por una causa determinada a su vez por otra causa, y ésta a su vez por otra causa, y así hasta el infinito.»

«Los Hombres se creen libres porque ellos son conscientes de sus voluntades y deseos, pero son ignorantes de las causas por las cuales ellos son llevados al deseo y a la esperanza.

Maimónides se expresó sobre el libre albedrío de la siguiente manera:

«Los numerosos males a los que se exponen las personas se deben a los defectos existentes en las propias personas.

Nos quejamos y buscamos alivio de nuestras propias faltas;

Sufrimos de los males que nosotros, por nuestra propia voluntad, nos infligimos y atribuimos a Dios, que está lejos de estar conectado con ellos».

Albert Einstein, por su cuenta dijo: Si el espacio-tiempo es una dimensión física como cualquier otra, no puede existir el libre albedrío.

Isaac Bashevis Singer escribió: Debemos creer en el libre albedrío. No tenemos otra opción.

La Torá, por su lado, tiene muchos pasajes donde se puede encontrar frases y actitudes que apoyan el libre albedrío… enumerarlas sería un proceso muy largo, sin embargo dejamos que cada uno tenga del “libre albedrío” para ir a buscarlas

El libre albedrío se asemeja al siguiente y conocido refrán de William Shakespeare: «Ser o no ser, esa es la cuestión: sea soportando las hondas y flechas de la fortuna indignante, o tomando las armas contra el destino … para poner fin a todo».

Por ser un tema muy conflictivo, nuestra intención fue despertar con esta corta revisión, el “libre albedrío” de cada uno para hacer las cosas, tomar decisiones de pensar si está o no sujeto a la voluntad del Eterno, que sean sensibles a que pueden modificar constantemente sus decisiones y monitorearlas,  y. que cada uno pueda vivir su vida de acuerdo con sus convicciones, con la idea que todo va a ir bien… que van a vivir sus vidas y no la de la sociedad, y, sobre todo,¡Disfrútenlo!

Elaborado el 18 de agosto de 2017 por Dr. Max Stroh K.  – para 321judaismo.com

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