Reflexiones diarias
Creado a partir de nuestro artículo siete reflexiones para los próximos siete días
Reflexión #1
Primero conviértete en una bendición para tí mismo para luego volverte una bendición para los demás.
Empecemos por aclarar un concepto:
¿Que significaría estar o ser bendecido dentro de un concepto no tan religioso? (En general, independiente de cual sea la religión)
Podemos empezar a enumerar una serie de factores tales como una carrera exitosa, abundancia financiera que nos permita satisfacer todas nuestras necesidades materiales, un cuerpo sano (1), un matrimonio amoroso, hijos obedientes, tener amigos de confianza,
De acuerdo con lo anterior,la manera más fácil de lograrlo, para algunos, sería poderse encontrar una lámpara mágica (Como la de Aladino) y que el genio de la lámpara le concediera no sólo los tres deseos de la historia, sino que fuera permanente.
Es cierto, y para nadie es extraño decir que las comodidades de una casa soñada, un (muy) buen automóvil, equipos electrónicos de la más alta tecnología disponible, viajar a lugares lejanos (preferiblemente en primera clase y/o para algunos en jets o yates privados), habernos graduado de las mejores universidades y llegar a obtener incluso hasta un doctorado son señales de éxito que disfrutamos enormemente.
Solemos decir «estoy bendecido» en referencia a la buena fortuna descrita.
También solemos decir que estoy (estamos) bendecido(s), cuando nuestras amistades son “lo mejor de lo mejor”.
Si hacemos un análisis de lo anterior, vemos que para lograrlo, la mayoría ha recorrido un largo y arduo camino, que tomó un tiempo determinado (el cual no fue como por arte de magia ni por ganarse una lotería)
Un arduo camino en el cual hubo que pasar (muy seguramente) por duras pruebas, tanto de resistencia como de persistencia, para poder ser bendecido con los aspectos mencionados.
Un ejemplo de ello, Abraham quien estaba dispuesto a sacrificar a su único hijo, para ser bendecido… “porque querer ser bendecidos puede llevarnos a acciones desesperadas”
Que ser bendecido tomó un tiempo determinado (como ya lo habíamos resaltado), Si; es variable para cada caso, cada persona y cada situación.
Después de todo, cada uno de nosotros logra ser bendecido en los hogares, en nuestro trabajo, en nuestras finanzas, en nuestras vidas, nuestra salud y con nuestros hijos.
Con todo lo que se ha descrito previamente, nos damos cuenta que “hemos recibido” muchas cosas, con lo cual nos encontramos bendecidos: es decir, como dice al principio de la reflexión, nos hemos convertido en bendición para nosotros mismos
Y ¿Ahora qué tenemos que hacer?
Empezando desde el punto de vista material, empecemos a dar…
¡Si! Somos muy egoístas, nos preocupamos por nosotros mismos y cuando nos encontramos bendecidos, rara vez procuramos dar, al menos una parte, de lo que hemos recibido.
Desde el punto de vista muy material, podríamos, pensar que no tenemos nada que dar.
Pero, por ejemplo, podemos hacer cosas que no tienen valor material como
1.- Compartir una sonrisa
Las sonrisas son contagiosas y son una forma tan fácil de alegrar el día de alguien.
2.- Compartir una palabra de aliento
Expresiones como: «¡Se te ve muy bien!» O «¡Haz hecho un buen trabajo» Ellos son pensamientos que ¡bendecirán inmensamente a la otra persona!
3.- Preguntarle a alguien cómo le fue su día y realmente ESCUCHARLO
Generalmente estamos muy ocupados y ¡sólo escuchamos lo que nos conviene! Esta actitud también bendecirá a las otras personas.
4.- Dar un abrazo
Aunque algunas personas no disfruten dar ni recibir abrazos, la próxima vez que lo hagas, verás cambios sorprendentes en las otras personas.
5.- Dar las gracias.
Un gesto pequeño y amable que va a recorrer un largo camino. Puede ser con una pequeña nota, o simplemente cuando te ayudan a bajar por unas escaleras, al recoger algo caído al suelo, etc. Nunca se sabe que puede suceder a partir de esos pequeños detalles.
6.- Celebrar el cumpleaños de un compañero de trabajo
Haciendo con ello todo lo posible para que aquella persona se sienta especial, ese día.
Son muchas las formas para hacerlo, sólamente sin mirar el punto de vista religioso
Nosotros no estamos de acuerdo con el concepto de ser pobres o perseguidos para ser bendecidos que en ocasiones maneja el texto del nuevo testamento…
El judaísmo maneja la bendición y la prosperidad desde otro punto de vista, especialmente si tenemos en cuenta la frase que surge ante “los malos eventos” que dice Gam zu le Tová… (También esto es para algo bueno)
En el judaísmo sabemos que El Eterno quiere bendecirnos y con prosperidad;
¡El quiere bendecirnos para que podamos ser usados en la construcción de su reino, y de su casa!
No fue un accidente, por ejemplo, que HaShem haya entregado la riqueza de los egipcios a los hijos de Israel.
El Todopoderoso quiere que seas bendecido:
«El Señor te abrirá su buen tesoro, el cielo para dar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda la obra de tu mano; y prestarás a muchas naciones, y no tomarás prestado» (Devarim /Deuteronomio 28: 12).
Desde el principio vemos sus bendiciones y su intención de ser bendecido con prosperidad y no con pobreza (material ni de espíritu)
El Eterno le dijo a Abraham, «Te haré una gran nación [hijos], y te bendeciré [riquezas] y ensalzaré tu nombre [honor], y serás una bendición»
También le dijo a Abraham: «y en ti serán benditas todas las familias de la tierra» (Bereshit / Génesis 12: 3).
Otro ejemplo: Cuando Itzjak estuvo listo para morir, pronunció esta bendición sobre su hijo, Yaakov:
» Que El Eterno te dé del rocío del cielo y de la riqueza de la tierra, una abundancia de grano y vino nuevo.
Que las naciones te sirvan y los pueblos se inclinen ante ti. Sé señor de tus hermanos, y que los hijos de tu madre se postraren ante ti.
Que los que te maldijeren sean maldecidos y los que te bendigan sean bendecidos «(Bereshit / Génesis 27:28-29).
¿Qué hacemos?
Para bendecir, entonces tenemos que dar (2)
Veamos un ejemplo: Está escrito en 1 Melajim / Reyes 3:28
“Cuando el pueblo se enteró de la decisión que había tomado el rey, todos en Israel quedaron admirados porque reconocieron la sabiduría que Dios le había dado para impartir justicia.”
El pedido del Rey Salomón no fue egoísta y los demás lo comprobaron.
Cuando recibimos una bendición y ella es usada para el bien, los que nos rodean podrán ver que El Eterno está con cada uno de nosotros y es Él quien te da lo que tienes.
Es así como la bendición se convierte en un regalo…
Y este regalo se comparte con otros y va pasando de persona en persona.
Las bendiciones de Adonai no son para guardarlas, sino para usarlas como ayuda para los que nos rodean
Quizás una de las mejores formas de bendecir luego de ser bendecido se demuestra en lo que se conoce como la bendición Aarónica…
Allí es donde encontramos la frase:
Yaer Adonai Panav eleja, veyasem lejá Shalom, que quiere decir algo como esto:
¡El Eterno disponga su rostro sobre ti y te otorga favores [divinos] y te otorga la paz!
Otra vez preguntamos ¿Qué hay que hacer?
Para que podamos bendecir a los demás, hay que tener en cuenta que las bendiciones de un judío no son necesariamente “pequeñas y poco significativas”…
Como cuando normalmente decimos “Shabat Shalom umeboraj”
Un ejemplo de ello lo encontramos en el Talmud
El Talmud, en el tratado Berajot 7a, encontramos que el rabino Ben Elisha tuvo la opción de bendecir al Eterno:
El relato nos dice así:
El rabino Ishmael ben Elisha, en un Yom Kipur, mientras ofrecía incienso en el Lugar Santísimo, vio a HaShem sentado en un trono elevado y exaltado, y le dijo:
¡ Ismael, hijo mío, bendíceme!
Y yo le contesté:
“Sea tu voluntad delante de ti que tu misericordia supere la estricta justicia…
y que puedas obrar misericordiosamente con tus hijos”.
Cuando procuramos entonces volvernos una bendición para los demás, debemos tener en cuenta que “Todo lo que sale de tí, tarde o temprano regresa a tí”
“Así que no te preocupes por lo que vas a recibir…
sino, más bien, preocúpate por lo que vas a dar”.
29 de Abril de 2018 – 14 de Iyar de 5778
Elaborado para 321judaismo por Dr. Max Stroh Kaufman
- Empezamos con estas tres porque quizás son las más apreciadas y apetecidas en esta época moderna
- Ver nuestro artículo Dar y bendecir