¿Qué es la Shiva?
Primera parte
Shiva es un puente emocional y espiritual.
Es un puente que comienza a aliviar el gran golfo que ha abierto la vida en alguien que ha perdido a un ser querido muy cercano: un padre, una esposa o un hermano o a un hijo.
¿Cómo se hace para que una persona comience, de un estado de oscuridad total producido por la pérdida de un ser querido, y vaya a un estado de tranquilidad en el cual reasume sus funciones normales y responde a todos los aspectos de la vida que ya no va a ser normal, ni igual al tiempo anterior al fallecimiento del ser querido?
La respuesta es La Shiva.
Shiva es un período de siete días (proviene de la palabra hebrea sheva que significa siete), y comienza inmediatamente después del entierro de un ser amado.
Durante esos siete días en los que se incluyen, la etapa de Aninut [1] y la de lamentación [2] en los que el doliente permanece en casa, sentado en los asientos más bajos posibles (o el suelo mismo), y comienza una jornada de reflexión, congoja y aflicción, silencio, oración e integración.
Durante esta semana también viste ropas rasgadas, se abstiene de rasurarse, de no arreglándose y recita el kadish. Según las costumbres, empieza relacionarse con las personas que vienen a su casa a expresarle empatía por su dolor. Durante esa semana, al doliente se le conoce como la “persona que se sienta shiva” y su lugar de residencia se conoce como “casa de shiva”.
Shiva: aspectos básicos.
1. Es un periodo de siete días que comienza después del entierro y termina en la mañana del día número siete.
2. El día sábado está incluido en la cuenta total de los siete días de duelo. En Motzaéi Shabat se vuelve al luto después de la Havdalá.
3. Los aspectos externos y públicos del duelo son suspendidos desde antes de la entrada del Shabat, para que los dolientes pueden prepararse para recibir el Shabat, ya que está prohibido demostrar señales de luto, aunque el Shabat se cuente normalmente como uno de los siete días.
4. Para el recuento de los siete días se cuenta el día del entierro como un día completo, siempre que éste haya sido llevado a cabo como corresponde y que la Shivá comience antes de la puesta del sol.
En el séptimo día se concluye Shivá justo después del servicio de la mañana. Así, si el entierro fue por ejemplo un lunes, el período de Shivá se completa el domingo siguiente en la mañana.
5. La Shiva se lleva a cabo en la casa de la persona que falleció: todos los dolientes deben estar allí reunidos durante la semana entera.
6. Si por algún motive la shiva no puede realizarse en el hogar del fallecido, los enlutados, la pueden hacer, cada uno, en sus hogares respectivos.
Cuando los dolientes viven en diferentes ciudades o países, es entonces otro momento en el cual puede haber más de una “casa de shiva”.
7. Los vecinos del fallecido tienen la obligación de proveer a los dolientes la primera comida cuando ellos regresan del cementerio.
Esta es una comida sencilla, que no tiene características de reunión social festiva. Aquellos que se han encargado de elaborar la comida, no deben conversar con los enlutados a menos de que ellos inicien la conversación.
Es una costumbre incluir un huevo o un pastel redondo en dicha comida, para representar la naturaleza cíclica de la vida que incluye, el inevitable deceso, después de pasar por las alegrías y tristezas normales de la vida después del nacimiento.
8. Los dolientes se sientan en el piso, sobre cojines o cualquier tipo de asiento que no sobrepase los 30 cm. de altura.
9. En la casa de Shivá se suele dejar la puerta abierta. Esto se hace en señal de que familiares y amigos pueden entrar a consolar al doliente sin tener necesidad de molestarlo para que abra la puerta.
10. Una vela especial es encendida en la casa de shiva, la cual debe durar encendida, los siete días.
Donde existan casas de funerales judías, estas deben proporcionar la vela, o en caso dado, el rabino.
La vela y su mecha, representan al cuerpo: la llama, representa al alma; la llama, como el alma, siempre tratan de llegar a lugares lo más alto posible; el alma constantemente esta anhelando la espiritualidad, y un judío debe tratar de tener una vida lo más espiritual y elevada posible, buscando un constante crecimiento; durante la Shiva, el alma del fallecido aún mantiene parte de su presencia en la casa de shiva y la vela se encarga de recordar esta presencia y se constituye en una fuente de consuelo también para el alma que partió.
11. Los espejos en la casa de shiva se deben cubrir; la shiva es un período en el cual la preocupación no está relacionada con el aspecto exterior sino con una reflexión interior.
OJO CON ESTE MITO, SUPERSTICIÓN O TRADICIÓN: La creencia que el espejo funciona como cárcel para el alma del difunto se origina con los persas y luego continúa con los griegos, en épocas muy remotas: ellos consideraban que los cristales reflejaban el alma pura de las personas; con el tiempo, el judaísmo absorbió esta creencia; sin embargo, consideró también que el espejo podría reflejar al difunto a las personas que están en la casa de shiva; algunos ante ello lo consideraron como una práctica de ocultismo (entre las cuales está la catopromancia[3]), absolutamente prohibida por El Eterno para el judaísmo, por lo que algunos lo han rechazado; sin embargo, esta superstición, persiste en nuestros días, por lo cual los espejos se tapan hasta que terminen todas las ceremonias en la casa del difunto.
12. A medida que el doliente transcurre por la shiva, empieza a retomar las actividades que normalmente tenía: sin embargo, durante esta semana, no puede:
•Ir a trabajar o verse envuelto en un proyecto de negocios.
•Bañarse por completo en una ducha. Lo que debe hacer es lavarse los pies, las manos, la cara y cualquier otra parte del cuerpo que se ensucie, con una toalla y agua fría.
• Usar zapatos de cuero.
• Usar desodorantes o perfumes corporales.
•Afeitarse o cortarse el cabello.
•Hacerse las uñas.
•Lavar ropa.
•Vestirse con ropa nueva o ropa recientemente arreglada, lavada y emperfumada.
•Tener relaciones maritales.
13. Idealmente, se deben realizar tres servicios religiosos diarios en la casa de shiva.
14. Es costumbre estudiar Tanaj, y se incluyen, en especial, aquellas partes extraídas del Mishná cuyos temas se relacionan con los beneficios para el alma.
Se nos enseña que el estudio de la Mishná[4] es necesario porque la palabra como tal tiene las mismas letras que la palabra hebrea neshamá la cual se refiere al alma.
15. Durante la Shivá no se aconseja discutir las cuestiones de herencia o testamento, así como retirar de la casa del fallecido cualquiera de sus pertenencias; definitivamente, éste no es el momento para hacerlo.
16. Para el judaísmo, es muy importante que se tenga compasión de los dolientes (NIJÚM AVELIM), mediante el consuelo, el cual es considerado una mitzvá, y para muchos es una obligación bíblica. La persona tiene la obligación de imitar a Adonai así como El Eterno reconforta a los afligidos, asimismo, toda persona debe tratar de hacerlo.
17. Antes de abandonar la casa de los enlutados, se pronuncia el consuelo tradicional:
Hamakóm Ienajém Otjá (otaj-otjém) betój sheár aveléi Tzión veIerushaláim veló tosífu ledahavá hod.
«Que El Todopoderoso le(s) de consuelo junto con todos los dolientes del Pueblo de Israel y no sepan más de dolor»
Se pronuncian estas palabras especiales de consuelo para recordar a los que están de luto que no pueden dejarse llevar por su dolor al punto de olvidar que son miembros de un pueblo que a pesar de que sufrió grandes tragedias, siempre tuvo la fortaleza y la ayuda necesaria para sobreponerse y continuar su destino. Así debe hacerlo el enlutado también.
18. Purim no interrumpe la Shivá. No se enviará “mishloaj Manot” a los que están de duelo (los doce meses) y si el doliente es pobre, se le enviará ayuda monetaria.
Visitando a un deudo.
•Una casa de shiva no es un lugar para socializar ni es un lugar donde los dolientes ni su familia deben jugar un papel de anfitrión (es). La comida y la bebida no se sirven para los visitantes.
Una casa de shiva es un lugar de educación, crianza, de seguridad, donde los deudos adquirirán la capacidad de encontrar paz y tranquilidad y lentamente iniciar su “viaje de regreso” hacia una vida normal.
• Es muy importante para la familia, los amigos, vecinos y conocidos visitar a los dolientes durante la semana de shiva, con el solo propósito de proveer consuelo a los dolientes.
•Generalmente, los deudos se sientan sobre todo tipo de mueble que les permita un acomodo, y que cuya altura no sea mayor de 30 cm. sobre el suelo: los muebles deben ser arreglados en frente de donde van a ubicarse los visitantes,
Los visitantes, deben entrar a la casa de shiva, en silencio, y no hablar hasta que los dolientes no les dirijan la palabra.
•Se le pide a los visitantes que su conversación esté siempre a tono con la orientación que los dolientes quieran darle; sin embargo, es mejor enfocar la conversación en los recuerdos de cariño de las personas fallecidas, o, de experiencias compartidas entre el visitante y el fallecido
•Cuando un visitante está por salir de lla casa de los dolientes, debe recitar la frase de consuelo tradicional que dice: “Quiera El Eterno darles u ustedes la paz y tranquilidad entre todos los dolientes de Tzión y Jerusalém”.
Artículo terminado de redactar el 07 de Mayo de 2011 – 03 de Iyar de 5771 por el grupo editorial 321judaismo.com
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ESPERE… continuación; Segunda parte Lecciones de la Shiva
[1] Este es el período entre la muerte y el entierro, cuando la desesperación es más intensa. En este momento, quien está de duelo, está exento de todos los requerimientos religiosos más importantes en reconocimiento a su desconcierto mental.
[2] Consiste en los primeros tres días que suceden al entierro, días dedicados al llanto y la lamentación. Durante este tiempo, el enlutado no debe responder inclusive a saludos y debe permanecer en su hogar (exceptuando en ciertas circunstancias). Es un tiempo en el cual el enlutado todavía esta muy desalentado y la herida está aún muy fresca, y es por eso que es todavía muy temprano para consolarlo.
[3] La adivinación por medio del espejo se denomina catopromancia, y proviene de Persia; es el origen del empleo de «La bola de cristal» como utensilio de adivinación.
En la Edad Media se utilizaban niños o muchachas vírgenes a las cuales se les vendaban los ojos y que eran colocados delante o detrás de un espejo de metal brillante, ya fuera este cobre, bronce, plata u oro. Se tienen datos de que la persona que utilizaba este método de adivinación miraba fijamente la superficie del espejo, hasta entrar en una suerte de trance y dialogaba con el niño o con la joven vírgen, a través de las preguntas efectuadas por el Adivinador.
[4] La Mishná es una recopilación de 63 tratados, divididos en seis secciones principales, que cubren aproximadamente 525 capítulos 4200 leyes detalladas, en temas tan diversos como la ética en los negocios, leyes de agricultura, aspectos del matrimonio, festividades y casi que cualquier tema sobre cualquier aspecto.
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