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Kadish

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Kadish

Aprendamos sobre el Kadish.

¿Qué es  Kadish?

El Kadish ocupa un lugar único en la vida e historia judía: es uno de los más profundos rezos en el judaísmo e irónicamente el más incomprendido; la mayoría de las personas piensan que el Kadish es una oración por y para los muertos, pero es todo lo contrario: es una oración para los vivos.

Kadish: Las bases

1. Kadish es un término coloquial que se refiere específicamente a una oración corta conocida como Kadish de Duelo. Hay otras versiones, las cuales no son recitadas por los dolientes, pero, a menos que se indique lo contrario, aquí se hablará sólo del kadish de duelo.

2. Kadish es una oración corta que se dice cuando alguien ha perdido a un pariente.

3. El Kadish se recita en una sinagoga, durante los tres servicios diarios, cada día durante un periodo de once meses después del fallecimiento de un pariente.

4. El punto de vista judío acerca de la vida incluye tanto el mundo que habitamos, conocido como el Olám Hazé, y el mundo espiritual que trasciende nuestro mundo, conocido como el Olám Habá. Después de la muerte, el alma residirá en el Mundo por Venir.

5. Es muy común que las personas que no asisten con regularidad a las sinagogas, lo hagan durante el periodo de luto de once meses, diciendo el Kadish.

6. Para la gente que no está familiarizada con el servicio y que no puede leer hebreo, siempre encuentra en las sinagogas alguien que esté dispuesto a ayudarle con la lectura: además, encuentra los textos con la fonética o una versión traducida, que le permite recitar la oración a quien no puede leer hebreo.

7. En el mundo por venir, las almas tienen una relación más profunda con el Creador. La profundidad de esta relación está dada por el estilo de vida que la persona tuvo mientras estuvo con vida en lo que conocemos como Olám Hazé. En el siguiente mundo, no hay nada que el alma pueda hacer para aumentar la fuerza de dicha relación con El Eterno.

8. En este mundo, un niño puede asegurar, mediante una escala de méritos, asegurar para sí y sus padres, el fortalecimiento de la experiencia con El Todopoderoso, en el  mundo venidero.

9. El Kadish, al igual que el estudio de la Torá, la caridad y la bondad, hecha en honor de los padres fallecidos, puede elevar el nivel del alma en el mundo venidero.

10. De acuerdo con la opinión del Rambam[1], el Kadish que se lee después del estudio de algunos capítulos de la Torá, es viable y corresponde, sólo si las diez personas estudiaron la Torá.

11. El Kadish no es una oración por los fallecidos; en ninguna parte de ella es mencionado el nombre del fallecido como tampoco hay mención de la muerte, pérdida o duelo.

12. Con la lectura del Kadish el penitente afirma su confianza en El Eterno e invita a la comunidad a seguir su ejemplo. Cuando un doliente públicamente inspira a otros judíos a afirmar su fe en El Todopoderoso, este acto beneficia enormemente el alma de su pariente.

13. Si por alguna razón, algún hijo es incapaz de recitar el kadish en la práctica diaria, puede hacerse algún tipo de arreglo para que alguien diga el Kadish en su lugar.

 

 

 

Kadish: algo más.

El pueblo judío siempre ha estado ligado al dolor del momento, aunque este dure un par de cientos de años y el pueblo judío ha sobrevivido a todos estos eventos; el pueblo judío durante más de dos mil años de opresión y persecución nunca ha dejado de creer en la frase, “El año entrante en Jerusalém” y nunca ha dejado de pensar que será testigo de un evento de restauración final en el cual el Templo ha de ser el centro espiritual de la nación judía, al final de los tiempos.

También es cierto que la pérdida de un ser amado produce un amargo dolor, que rasga y rompe todas nuestras estructuras internas; la muerte de un ser querido torna el mundo de color negro, pero, nosotros los judíos nunca perdemos la esperanza de ver una luz en su totalidad, como no lo hemos hecho con muchas otras cosas, como lo mencionado anteriormente; es por ello que, a medida que se entra en el estudio del kadish, se podrá ir descubriendo que éste es completamente opuesto a la muerte; el Kadish es la fuente misma de la vida: está relacionado con El Eterno y la incuestionable fe de cada uno de los judíos en Él, a través de los tiempos, lugares y circunstancias. Especifica que Adonai está allí, que Él es la fuente de todas las cosas y de todo lo que existe, existió y existirá; y que Él va a estar allí, cuando Él sea el centro de nuestras vidas.

El Kadish de duelo.

El Kadish le pide al pueblo judío ponerse un paso adelante de todas las trivialidades que la vida provee y desde tiempos inmemoriales, cada uno de los judíos ha estado haciéndolo. Cuando una persona pierde a alguien a quien ama, es natural que tenga un tipo de retroceso  en los conceptos que tiene sobre la vida. El dolor y la pérdida nos empujan muy profundamente hacia nuestro interior. La muerte y el desespero van de la mano. El judaísmo entiende este sentimiento profundo de soledad que la muerte trae consigo, y la necesidad de que el doliente se retraiga hacia un espacio personal, interior, en forma solitaria. El judaísmo no niega ni siquiera la más mínima cantidad que el doliente pueda sentir de dolor; solamente insiste en que el sufrimiento no debe ser “consumidor”. El judaísmo honra la necesidad de hacerse a un lado de las conductas y las interacciones diarias con la gente, amigos y comunidad, aunque de una manera muy suave y sutil, recuerda que cada uno de nosotros tiene un espacio propio, también en la familia, entre amigos y en la comunidad.

Cualquiera, en los momentos de dolor, puede sentir que “no puede más”; sin embargo, todos necesitamos saber que somos “resistentes”: que somos capaces de abrazar nuevamente a la vida, que somos capaces de continuar nuestro camino con los vivos, y que soms capaces de inspirar a otros con nuestros actos.

Cuando un doliente se levanta para recitar el Kadish, se está levantando sobre un terreno que a la vez es sólido e inseguro. Se levanta como una persona que ha sido sacudida y sin embargo, de pie, afirma que hay un lugar para él, en este mundo. Cuando el doliente certifica, aprende y proclama que a pesar de todas las dificultades, la realidad es que El Eterno trasciende en la vida, se da cuenta que hay una disminución marcada en la sensación de dolor producido por la pérdida de la vida de un ser querido.

A medida que las palabras del kadish van saliendo de la boca del doliente y la comparte con la comunidad, le van permitiendo a quien está de luto, salir de una etapa en la que se cree que no se es capaz de continuar, en dirección de una en la que todo es posible y con ello sirve de inspiración a los demás.

Una mirada más profunda. Las palabras del kadish y su significado.

El Kadish es un texto conciso que estipula y afirma acerca del corazón o núcleo mismo de los conceptos del judaísmo. Lo que sigue es una traducción lineal con una muy breve explicación de lo contenido en cada estrofa del kadish.

1. Yitgadál veyitkadásh shemé rabá. Que Su Gran Nombre sea exaltado y santificado.

La misión del pueblo judío es la de testificar que El Eterno es El Creador de toda la existencia, y que Él es la única fuente de todo significado santo y bueno. El Kadish por ello comienza con un reconocimiento de Su completa soberanía.

2. Bealmá di berá juritéi. En el mundo que Él ha creado de acuerdo a Su voluntad.

Toda la creación es una manifestación y una extensión del la Voluntad de Adonai. Mientras que los físicos buscan una teoría, el judaísmo asevera que la verdadera y subyacente y única fuerza que une y respira vida a través de todo lo que existe es la presencia de la Voluntad de El Eterno.  Un mundo que reconoce este principio y sus implicaciones, será un mundo que ha logrado el propósito básico por el cual fue creado.

3. Veyamlíj maljutéi, veyatzmáj purkanéi vekarév meshijéi. Y quiera Él establecer Su soberanía en los días de tu vida y durante tus días.

Con palabras como estas, el  doliente le pide a la congregación que se una en su voluntad de solicitar por un mundo duradero que se eleve y se refine por el reconocimiento de Adonai … y durante todo el ciclo de la vida de la Casa de Israel. Trae una visión en la creencia de la Era Mesiánica la cual abrazara y atraerá a toda la humanidad en una relación personalizada con El Creador, donde la nación judía juega un papel histórico a través de cada generación la cual espera ser la última para que se realicen los cambios suavemente y pronto. Nuestra esperanza y nuestra oración es que, a pesar de lo oscuro que pueda ser el mundo, la Luz del Eterno sea la encargada de romper todos los signos de oscuridad, en nuestro mundo para que ilumine el mundo… Y ahora responderás,  Amén.  Con éste último estatuto se pide a la congregación que se afirme sobre la creencia básica de la visión judía para una elevación spiritual en el mundo futuro.

4. Amén – Yehé shemé rabá mebaráj  lealám ulalméi almayá. Que así sea. Que sea su Santo Nombre bendecido por siempre y para siempre.

En las enseñanzas cabalísticas, el recitar este verso con todas las fuerzas, libera profundas e inmensas fuerzas espirituales. Cuando El Eterno escucha a los judíos recitando estas palabras, Él también demuestra Su luto por la destrucción del Templo de Jerusalém.

Este párrafo, con la palabra Amén incluida en él, es una frase de ocho palabras: en el pensamiento judío, el número seis representa al mundo físico: el número siete representa la espiritualidad en el contexto del mundo físico. El mundo fue creado en seis días; el Shabat, el séptimo día trajo la espiritualidad al mundo físico. Pero el número ocho, representa la espiritualidad pura, que trasciende al mundo físico que conocemos. En esas ocho palabras, hay 28 letras: el número veintiocho es el valor numérico de la palabra hebrea “fuerza”: cuando estas palabras se expresan con “fuerza” una conexión espiritual se establece para que trascienda y penetre todo tipo de existencia.

 

 

5. Yitbaráj, veyishtabáj, veyitpaár, veyitromán, veyitnasé, veyithadár veyithalé, veyithalál shemé dekudhsá beríj hu. Bendecido, laureado, glorificado, exaltado, elevado, que se glorifique, que suba, y sea elogiado El Nombre del Santo Bendito El. Más allá de todas las bendiciones y cánticos, alabanzas y consuelo que se dicen en el mundo y digan Amen.

Visto desde un punto de vista muy profundo, la relación entre El Eterno y el pueblo judío con un  esposo y una mujer quienes están profundamente enamorados. El Kadish contiene muchas formas de alabanza  para expresar, poéticamente, este tipo de unión.

6. Leeilá min kol birjatá veshiratá. Más allá de todas las bendiciones y cánticos, alabanzas y consuelos que se dicen en el mundo y digan Amen.

Adonai trasciende al hombre tanto en tiempo como en espacio. Mientras existamos en un mundo físico vamos a estar gobernados por las leyes de la naturaleza y el el concepto de pasado, presente y futuro: es por ello que necesitamos del conocimiento y la alabanza al Creador de todas las cosas, porque Él está muy por encima de todo lo que realmente podamos pensar de Él.

7. Al Israel veal rabanán veal talmideón (y las líneas agregadas en el kasdish derabanán).

La supervivencia del pueblo judío ha sido siempre en contra de todos los pronósticos y las probabilidades: reconociendo que la Torá y aquellos que la estudian y la enseñan se encargan de transmitir su sabiduría, ha permitido que dicha sabiduría persista y sea el ingrediente más fundamental de la existencia y la supervivencia judía, gracias a ello aquí y en cualquier lugar, después de haberla recibida en el Monte Sinaí, entregando fuerza espiritual a Su Nación desde entonces: es por ello que dondequiera que un judío estudie Torá, genera un beneficio espiritual que cubre a todos los judíos en cualquier lugar.

8. Osé shalom bimromáv, hu yaasé shalom aléinu veal kol Israel veimrú Amén. El que Hace la paz en sus alturas, El Hará la paz sobre nosotros y sobre todo Israel y digan Amen.

La paz es el contexto ideal para una rica y fructífera vida; trágicamente la paz puede ser fugaz e imposible de alcanzar; cuando alabamos a Adonai pedimos que Él traiga la paz y nos bendiga con ella. Como individuos y como nación debemos cumplir con nuestro más alto potencial, que es traer la paz a Israel a través de la presencia de El Eterno en todos y cada uno de nosotros.

 

Kadish: otros aspectos…

1. El kadish es una alabanza sublime, compuesta por los sabios en honor a Adonai. La misma fue construida sobre la base de versículos que profetizan lo que acontecerá en los tiempos de la redención final. “Mi nombre será engrandecido y santificado -dice el Eterno-”. (Yejezkel 38: 23). “En ese día Adonai será uno y Su nombre uno” (Zejaría 14: 9)

2. El Kadish crea un beneficio espiritual y un mérito para el alma de quien ha partido.

3. El Kadish es, tal vez, la más grande y temerosa alabanza a nuestro Padre; por consiguiente, debe recitarse con mucha concentración. El Kadish pronunciado por el hijo tiene como efecto de liberar el alma del padre de Guehinom. Cada Kadish en si contribuye a entibiar el fuego del Guehinom y a conducir el alma a su reposo.

4. Como parte de la vida judía, los hombres están obligados en participar en el servicio diario y el Kadish se dice en las sinagogas durante los servicios diarios: aunque alguien rara vez o casi nunca vaya a la sinagoga, está obligado a decirlo por el hecho de no olvidar esta oración.

5. El Kadish es un concepto de todo o nada. Si por algún motivo una persona no asiste ia uno de los rezos, debe continuar diciéndolo en los servicios subsiguientes.

6. Aunque las mujeres están obligadas a rezar diariamente, ellas no están obligadas a asistir a los servicios diarios y por consiguiente están exentas de decir el kadish. Las mujeres traen el beneficio a las almas de los que partieron en formas diversas como a través de la caridad (tzedaká) en memoria de la persona, realizando mitzvot, estudiando la Torá, y respondiendo Amén en los puntos donde lo requiere, no solo en el kadish sino en el transcurso de la ceremonia, en forma consciente, para ganar méritos por el alma del fallecido.

7. Kadish se dice por once meses. Hay quienes consideran que los dolientes dicen el Kadish durante 12 meses menos una semana. En un año de 13 meses (2 meses de Adar), también se dice Kadish sólo por el lapso de 12 meses menos una semana. El Shulján Aruj sin embargo, explica que por un padre se recite Kadish durante 11 meses, mientras que para un esposo, hermano o hijo se recita durante 30 días.

8. La mayor conexión para recitar el kadish es la que existe entre hijo y padre.

9. Si alguien murió sin dejar hijos o que dejó sólo hijos pequeños[1] que aún no saben decir Kadish, se encarga a una persona que recite el Kadish el año entero a favor del alma del difunto. En este caso, es conveniente que cada tarde añada la siguiente oración: «Sea Tu voluntad, Adonai nuestro y de nuestros padres, que Te apiades del alma de fulano hijo de mengano y que nombres emisarios que aboguen por ella para que descanse en paz.»

«Yihiyú lerazón imré fi veheguión libí lefanéja HaShem. Tzúri vegoalí».

10. Si no hay hijos para decir el kadish, un nieto puede decirlo por su abuelo, después de recibir la aprobación de sus padres.

11. El Kadish es una oración de fácil aprendizaje para aquellas personas que ni siquiera saben hebreo.

12. Idealmente, el kadish se debe decir tres veces al día. El mínimo requerimiento es de una vez al día. Si esto tampoco es posible, durante el periodo de los once meses, es posible pagarle a alguien para que lo haga en su nombre.

13. Aquel que menosprecia el honor de sus parientes y no recita el Kadish, es considerado una persona ignorante.

14. Al cabo de los 7 primeros días de duelo por el ser que se ha marchado, y más concretamente,  a la noche siguiente, se efectúa un estudio. Una semana después, esa misma noche se efectúa otro estudio y lo mismo ocurrirá en la tercera semana. La cuarta semana no se fija el estudio en esa noche, sino que se cuentan 30 días a partir del día del entierro y la noche que sigue se verificará el estudio y se acaba el mes de luto. La misma fecha cada mes se seguirá haciendo un estudio. El último mes, se verificará un estudio y se acabará el año de duelo.

15. Encontramos que la mayor parte del texto del kadish está en arameo; sin embargo, hallamos en el kadish, 10 palabras en hebreo: estas son las diez palabras en hebreo que aparecen en el kadish:

“Sea santificado y engrandecido el gran nombre (de Adonai), en el mundo que creó acorde a Su voluntad, y sea establecido Su reinado durante nuestras vidas, y en nuestros días, y en vida de todo Israel, pronto y en breve, y digan amén.

Sea Su gran nombre bendecido por siempre jamás. Sea bendecido, alabado, glorificado, enaltecido, exaltado, elogiado, homenajeado y alabado, el nombre de Adonai. Por encima de toda bendición, canto, alabanza y loor, que son pronunciados en el mundo”.

Por estas 10 palabras en hebreo, aprendemos, según las enseñanzas de nuestros sabios, que son las 10 pronunciaciones mediante las cuales El Eterno creó el universo. Por eso en el kadish se dice “sea santificado y engrandecido el gran nombre (de Adonai), en el mundo que creó acorde a Su voluntad”

16. Encontramos en las enseñanzas de las halajot la razón por la cual el Kadish es conservado en arameo: ella es porque los Malajim (ángeles), no comprenderían lo que estamos diciendo, dado que en el Kadish  enaltecemos a Hashem, e invocamos la llegada del Día en el que Su Gloria Sea restaurada y manifiesta, con el advenimiento del Mashiaj.

17. Si dos o más personas, recitan Kadish al mismo tiempo, pero no sincronizadamente, cuando llega el momento para responder amén, es imposible responder al Kadish de cada persona. Por ello, la Halajá dice que se debería contestar amén, bien al primero, o al último, y su respuesta, es automáticamente aplicable, a todos los que lo están pronunciando en forma simultánea, si es que ellos fueron dichos, en el lapso definido como toj kedé dibur[2], o sea, unos cuantos segundos el uno del otro. (Aparentemente, sería suficiente contestar amén, inclusive a uno de los rezos intermedios,  todavía su respuesta será aplicada a todos los demás, por la misma razón).

18. La cantidad de veces que se va recitar diariamente un kadish, en la totalidad de sus versiones,  encontramos en las halajot que debe un total de siete veces. Y ello se deriva del pasuk de Mishlé que dice: “Siete veces por día, yo Te Alabo”. Los siete momentos están ubicados en las siguientes partes:

. Después de los «pesukéi de’zimrá «.

. Después de «Shemoné Esré«.

. Después de «Kedushát U’vá Le’tzión… »

. Después de «Aléinu«.

Después de «Ashré…» en la oración de Minjá.

. Después del «Shemoné Esré» de Minjá.

. Antes del «Shemoné Esré» de Maariv (Arvit).

CONCLUSIÓN SOBRE EL KADISH

El kadish fue establecido, a priori, para ser recitado tras una disertación sobre temas de Torá, y de esta manera se consigue una elevación suprema. (Talmud Sotá 49) No obstante, pasado el tiempo, esta extraordinaria alabanza fue incorporada al rezo que los deudos profieren por las almas de las personas cercanas que abandonaron este mundo.

El recitado del kadish por las almas de personas difuntas, surgió de este modo:

Un erudito halló un alma que parecía recolectar leños y los cargaba sobre sus propios hombros.

El sabio le preguntó: “Hijo mío ¿qué razón tiene lo que haces?”

El alma le respondió: “Rabino, ¡actúo acorde al dictamen de la sentencia que recayó sobre mi después del juicio al que fui sometido!”

El erudito le preguntó: “¿Existe alguien que pueda aliviar la tremenda congoja que padeces?”

El difunto le respondió: “solo si mi hijo recita kadish o lee del libro de los profetas en la sinagoga tras la lectura de la Torá podré ser aliviado de este flagelo”.

El erudito buscó al hijo del finado, lo localizó, y le enseñó a recitar kadish, quien tras aprender lo pronunció sentidamente.

Tras un tiempo, el hombre fallecido se le apareció al erudito en un sueño y le dijo: “que halle sosiego tu saber, pues has logrado que yo halle sosiego”. (Taamei Haminaguim 1048 – Kol Bo)

A partir de este suceso, mediante el cual se supo la gran ayuda que representa para las almas el recitado del kadish, se estableció que lo pronuncien los hijos por sus padres fallecidos, con el fin de ayudarles a lograr paz y descanso en las alturas celestiales.

 

 

Artículo terminado de redactar el 07 de Mayo de 2011 – 03 de Iyar de 5771 por el grupo editorial 321judaismo.com

Tiene derechos de autoría intelectual © pero se permite su difusión a través de cualquier medio electrónico y/o físico bajo las siguientes condiciones:

1.- En cada una de las distribuciones que le haga, cite siempre a la fuente.

2.- La distribución NO DEBE  ser con fines lucrativos.

3.- NO DEBE alterarse ni modificarse, porque contiene palabra del Tanaj y sus libros complementarios.

4.- Si imprime el artículo, cuando se le dañe o estropee, no lo destruya: entiérrelo por razones ecológicas y de halajá.

 

ESPERE… PROXIMAMENTE ABRIREMOS DOS SECCIONES:

1.- LA PRIMERA SINAGOGA VIRTUAL©

2.- JEW TUBE©


[1] Aunque el Maharil, Rabbi Yakov Molin (Nacido en Mainz, Alemania 1360-1427),  Autor de un libro sobre ética judía llamado Sheeilot uTeshuvot, un material de 233 capítulos de extensión, señala que el kadish de duelo puede ser recitado por un menor de edad que es huérfano, a pesar de que por su edad suelen estar inhabilitados para dirigir otras partes del servicio de oración.

[2] Se lo define como la cantidad de tiempo que le toma a un estudiante, para saludar a su Rabino, enunciando las palabras, “Shalóm Aléja Rabí”. Esta medida de tiempo, según lahalajá,  es considerada como algo que toma el carácter de simultáneo.


[1] Seder Tefilot Kol Hashaná. Nusaj Kadish.

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Max Stroh Kaufman

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