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Fiestas Romanas en Diciembre

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Fiestas Romanas en Diciembre

FIESTAS ROMANAS

DICIEMBRE

Bienvenido a las fiestas romanas del mes de diciembre.

Este mes recibe su nombre por ser el décimo mes en el antiguo calendario romano.

En el mes de Diciembre tienen lugar las fiestas más explosivas y transgresoras del calendario romano, las Saturnales, en conmemoración de aquel tiempo mítico de la bucólica Edad de Oro en la que reinaba Saturno.

Es también el mes del solsticio de invierno, el tiempo cósmico que señala el nacimiento de los dioses solares.

1 de Diciembre

Calendas de diciembre

5 de Diciembre

Segundas Faunales

Fiesta en honor de Fauno, dios de los rebaños. Las Primeras se celebraban el 13 de febrero.

11 de Diciembre

Septimontio

Fiesta con la que se conmemoraba la unión de varios poblados latinos.

Cada uno de los siete Montes Latinos ofrecía un sacrificio: Palatino, Velia, Fagutal, Cermalo, Celio, Opio y Cispio.

Quedaban, pues, excluidos: Aventino, Capitolio, Quirinal y Viminal.

Agonal del Sol

Sacrificio de un carnero en honor al dios Sol.

13 de Diciembre

Idus de diciembre

15 de Diciembre

Consuales

Fiestas en honor a Conso que también se habían celebrado el 21 de agosto.

En esta ocasión tenían lugar carreras de carros tirados por mulos, y se dejaba descansar a los animales que ayudaban en las faenas agrícolas.

17 de Diciembre

Saturnalia (Las Saturnales)

Era la festividad dedicada al dios Saturno.

Oficialmente se celebraban el día de la consagración del templo de Saturno en el Foro romano, el 17 de diciembre, con sacrificios y un banquete público festivo.

Pero esta fiesta era tan apreciada por el pueblo romano, que de forma no oficial se festejaba a lo largo de siete días, del 17 al 23 de diciembre.

Posiblemente las saturnales era la fiesta de la finalización de los trabajos del campo, celebrada tras la conclusión de la siembra de invierno, cuando el ritmo de las estaciones dejaba a toda la familia campesina, incluidos los esclavos domésticos, tiempo para descansar del esfuerzo cotidiano.

Vivir y dejar vivir era el lema de la fiesta y el 17 de diciembre, según no cuenta el poeta Cátulo, su mejor día. Catón el Viejo, que por lo demás calculaba con un rigor sin compasión los costos y utilidad del trabajo de los esclavos de sus posesiones rurales, les concedía en las Saturnales una ración extra de 3,5 litros de vino.

Las mismas escuelas, que en otras ocasiones no prestaban atención alguna a las numerosísimas fiestas del calendario romano, cerraban sus puertas en estas fechas.

Lo que de ordinario esta prohibido, se autorizaba en estos días locos.

Las leyes contra el lujo permitían en las Saturnales gastar en comidas una cantidad mayor que en los días corrientes y quien no aprovechaba la oportunidad para cogerse una borrachera resultaba desagradablemente llamativo.

En las Saturnales la realidad social danzaba dentro de un juego de inversiones: el señor actuaba como esclavo, el esclavo como señor; lo que antes era restricción ahora estallaba en lujo o derroche.

Pero, en especial, en el interior de la familia se eliminaban todas las barreras que separaban al esclavo del hombre libre. El juego de los dados, estrictamente prohibido en fechas normales, unía a señores y siervos.

En las Saturnales se jugaba al mundo al revés y se caricaturizaban leyes y cargos públicos.

La dignidad de rey de las Saturnales, que presidía aquel enloquecido ajetreo provisto de la autoridad suprema, se echaba a suertes.

Luciano a vuelve a darnos una idea de su gobierno burlesco poniendo en boca del dios Saturno estas palabras en alabanza de su fiesta:

«Y una vez que los dados te dan la suerte de ser rey, sólo en virtud de esa dignidad tienes el derecho a que no se te impongan órdenes ridículas, mientras que tú puedes ordenar a uno que declare algo vergonzoso de sí mismo, a otro que baile desnudo, a un tercero que cargue con la flautista y la lleve a hombros tres veces por toda la casa; todo ello es, sin duda, una prueba de que puedo repartir dones importantes.»

En un principio era habitual regalarse velas y muñecos de barro -donativos rituales en origen, cuyo sentido es muy debatido.

Luego, en parte por influencia griega, fue común agradecer con alguna pequeña atención o con un regalo en dinero a los amigos y a todas las personas a quienes se debía algo por algún servicio prestado.

Las Saturnales tenían también en este sentido sus propias perfidias: nadie estaba a salvo de convertirse en víctima de algún regalo bromista y muy calculado.

La eliminación de la división social entre libres y esclavos daba pie a diversas especulaciones sobre la esencia de la fiesta de las Saturnales.

Posteriormente con el cristianismo esta fiesta se eliminó y dio paso a la fiesta de Carnaval y a la Navidad.

Las famosas estrenas de Navidad su origen se remonta al reinado de Rómulo, primer rey de Roma, quien recibió el primer día del año de sus colaboradores unas ramas cortadas de un frutal del bosque de la diosa Strenia, la diosa de la buena salud y de la buena suerte.

Posteriormente se repitió cada primero de año recibiendo el nombre de strena como señal de buen augurio para el resto del año.

18 de Diciembre

En estos días de fiestas saturnales se celebran los carnavales de la Antigüedad: una orgía catártica que destruye el orden imperante para volver al Caos primordial que alumbrará un tiempo en plenitud.

19 de Diciembre

Opales

Fiestas en honor de Ops, diosa de la abundancia.

21 de Diciembre

Los fuegos saturnales y la generosidad del vino negro embriagan los ojos y las mentes.

La ciudad se convierte en una república burlesca en la que los más humildes desempeñan los cargos públicos, derrocan las leyes y son servidos por sus amos sin que puedan ser castigados pro ello.

Las mujeres retozan en un libertinaje sin fin sin que por ello pierdan su buena reputación.

Angeronales

Llamadas también Divales, se celebraban en honor de Angerona, diosa de oscura naturaleza.

22 de Diciembre

La Saturnalia alcanza su locura más plena entre los ejércitos, que eligen un «rey de las burlas», al que se le viste con atavíos reales, se presta a todo tipo de placeres e inversiones, sus deseos son órdenes y disfruta de la vida hasta el límite de sus posibilidades, pero al final de la fiesta se le sacrifica en un altar levantado en honor a Saturno.

23 de Diciembre

El Solsticio de Invierno. El Sol comienza su ascensión, el tiempo de luz irá creciendo desde ahora hasta alcanzar su cenit en el solsticio de verano.

Este solsticio de invierno, dedicado también a Jano, es considerado como la «puerta de los dioses», el acceso al reino de la luz.

Es el momento de sembrar para, más tarde, en la plenitud del estío, recoger.

Larentales

Fiestas de carácter funerario en las que se ofrecía un sacrificio a Acca Larentia, la nodriza de Rómulo y Remo.

25 de Diciembre

Fiesta de Sol Invicto

También se celebra el nacimiento de Mitra, dios iraní del cielo y de la luz y, más tarde, tutelar de las legiones romanas.

Nació milagrosamente del seno de una roca y los pastores fueron los primeros en dirigir sus plegarias al niño desnudo, cubierto tan sólo por un gorro frigio.
El culto al Sol, de escasa importancia entre los antiguos romanos, cobró auge a partir del emperador Aureliano, quien, en el 274, lo asimiló al «Sol Invictus» de la religión siria e instauró un nuevo culto.

Con el tiempo, este dios acabó imponiéndose a las demás divinidades, hasta desembocar, por sincretismo, en una religión monoteísta.

26 de Diciembre

Háloa

Fiesta  de origen heleno en la que se venera a la diosa Ceres en su manifestación de campo labrado preparado para la siembra.

Sólo mujeres de todas las clases sociales participan en estos festejos, que se caracterizan por la ostentación de símbolos sexuales, burlas groseras, divertidos chistes y prácticas lésbicas.

Coincidiendo con el Háloa, los campesinos celebran las Dionisíacas (Baco) con procesiones fálicas, mascaradas nocturnas y danzas enloquecidas.

28 de Diciembre

La llamada Fiesta de los Inocentes no es otra cosa que una rememoración y secuela de la Saturnalia, pródiga en bromas e inversiones en las que todo está permitido.

31 de Diciembre

Noche víspera de las Strenas.

Se celebra con fuegos y enorme bullicio el fin del año.

Es una fiesta catártica y de renovación en la que se hacen ofrendas a la diosa Strenia, bajo cuyo auspicio se inicia el Año Nuevo.

07 de diciembre de 2013 – 05 de Tevet de 5774

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