Salmo 21 / Tehilim 21
Un punto de vista diferente.
Revisemos el capítulo 21 de los Salmos / Tehilim. Este fue ofrecido en el momento en el cual David se convirtió en rey, y en él, se habla de todos los rescates futuros. En él se habla de alegría, y aquí, un rey recién ungido, le dice a todas las generaciones futuras que la alegría verdadera se puede encontrar sólo en Hashem. Dicha alegría aparece a través de la adquisición de la conciencia que El Todopoderoso, no tiene límites, y se caracteriza porque brota de un lugar que no está atado a la tierra.
¿Cómo este salmo le permite a uno hacerlo? Enseñándonos, que nuestras acciones, nos deben permitir acercarnos a Hashem, siempre y cuando nuestros pensamientos y nuestras palabras estén de acuerdo con nuestros actos. Cada una de nuestras palabras puede llevarnos en la dirección correcta. Cuando uno se va alejando, poco a poco del mundo de la fantasía secular, y se imbuye en los ideales de la Torá, los deseos cambian, y así lo indican las palabras que se van pronunciando con dicho cambio.
Cuando reconocemos que todo – absolutamente todo – lo que podemos esperar y lo que nos permite nuestra liberación de lo mundano – pertenece a Hashem, entonces vamos a experimentar la verdadera alegría.
Dice el Salmo: Porque le has salido al encuentro con bendiciones de bien; Corona de oro fino has puesto sobre su cabeza. Con ello nos enseña David que, mientras que aquellas personas se encuentren atrapadas en el mundo secular en busca de la riqueza material de la vida, el acercarse a la Torá, que nos pone a disposición las palabras del Todopoderoso, y nos ofrece verdaderas bendiciones en cada momento. Hashem nos corona, cada uno de nosotros, con el oro puro de su seguridad.
Continua diciendo: Vida te demandó, y se la diste; Largura de días eternamente y para siempre.. Nos acercamos a Él, dándole y entregándole una larga vida en este mundo, a diferencia de aquellos que solo están a la espera de la próxima emoción o una experiencia artificial, nuestro amoroso Padre Celestial, nos permite disfrutar de una sensación de plenitud, en esta vida y en la otra, si estamos a dispuestos a reconocerlo.
¿Con qué frecuencia nos encontramos con aquellos que desperdician sus días matando el tiempo, porque no pueden ver más allá del círculo de la oscuridad a su alrededor? Hashem nos ofrece días llenos de significado. Le ha dado a nuestro pueblo, la capacidad y la oportunidad de elevarse por encima de las indignidades de la vida.
En el salmo encontramos la siguiente frase: Grande es su gloria en tu salvación; Honra y majestad has puesto sobre él. Porque lo has bendecido para siempre; Lo llenaste de alegría con tu presencia… Nos quiere enseñar el Rey David que no hay mayor gloria para el hombre que la que permite aceptar la liberación de Hashem, a diario, en cada uno de sus decretos, uno por uno, sean grandes o pequeños. Cada uno de los momentos vividos se constituye en audaces hazañas heroicas, que cada uno y todos los días de nuestras vidas, nos acerca a la luz de Hashem. Esto se transforma en un esplendor etéreo, detectable en los rostros de aquellos que eligen vivir con él.
El Salmo 21 concluye diciendo: Engrandécete, oh Adonai, en tu poder; Cantaremos y alabaremos tu poderío. El Rey David nos dice aquí que Hashem desea nuestro gozo, y que estamos destinados a vivir de esto, de una manera real: que nosotros lo vamos a hacer poner muy contento cuando nosotros aprendamos a vivir con su presencia y asi, El va a establecer para nosotros, todas las bendiciones eternas…siempre.
Queridos amigos, si aprendemos a vivir con nuestra identidad judía, del mismo modo que el rey David compartió con nosotros, en este salmo, el Salmo 21, a través del acercamiento consiente hacia Hashem, con nuestros actos, nuestras palabras y nuestros sentimientos, le habremos dado un nuevo sentido a la alegría de los ideales de la Torá.
21 de marzo de 2014 – 19 de Adar2 de 5774