EN LA BÚSQUEDA DE LA FELICIDAD
Cuando iniciamos el camino de “en busca de la felicidad” en el judaísmo, podemos empezar diciendo que, aunque suene contradictorio, los israelíes están entre las personas más felices del mundo.
¿Cómo puede ser esto? No parece tener sentido.
Israel es un país, una nación que acaba de cumplir 69 años de existencia como estado moderno, rodeado de un mundo musulmán adverso, pero lo hace, desde el punto de vista civil, porque también es monitoreado por una gran cantidad de países, que lo juzgan y lo aprecian, si fuera necesario, lo que estimula en sus ciudadanos,la capacidad de convertir la adversidad en una ventaja.
El concepto que todavía existe en esta nación de familia, es quizás el primer paso para proveer la felicidad, porque da y genera confianza, enseña respeto, y estimula la creencia que no se necesita de la aprobación de otra persona para expresar los sentimientos
El ser una nación que ha surgido de los medios más inhóspitos también genera en el israelí una sensación de autoconfianza, que les permite caminar en el sendero de la búsqueda de la felicidad.
Tercero de los mecanismos que brindan felicidad, está involucrado en el término Jutzpá, que significa audacia, pero bien podría significar “tener agallas”, o “tener los pantalones bien puestos” que de alguna manera implica que las cosas se deben aceptar los retos para que todo salga bien y a no aceptar el negativismo.
Cuarto, el nivel educativo: es quizás uno de los países con mayor nivel de universitarios y hasta profesionales con título de phD en el mundo,lo que garantiza, para muchos, felicidad.
LA BÚSQUEDA DE LA FELICIDAD DESDE EL PUNTO DE VISTA RELIGIOSO.
Desde del punto de vista religioso, y aplicable ya para todo judío, no solo el israelí, podemos empezar tomando El Talmud como referencia, porque esta asociación de textos nos informa que la oración y el estudio están destinados a ser actividades alegres.
Una de las mayores contribuciones que hace el judaísmo a la búsqueda de la felicidad, se resume en la frase «ivdu et Hashem besimjá», que traduce, debemos servir a Hashem con alegría.
Esto es lo que predica el judaísmo: la felicidad debe cultivarse activamente si queremos prosperar en esta vida.
El pesimismo y el cinismo son vicios en el pensamiento judío.
La postura del rabino jasídico Nachman nos enseñó esta famosa frase que dice «es una gran mitzvá siempre ser feliz”.
En el Tanaj, también encontramos referencias similares a la de la búsqueda de la felicidad: por ejemplo:
Nehemías 8:9-10 «No llores ni gimas. Ve y disfruta de la comida y las bebidas dulces de elección, y envía algo a aquellos que no tienen nada preparado. Este día es sagrado para nuestro Señor. No te aflijas, porque la alegría del Señor es tu fuerza”.
El Tikun Olam o reparación del mundo, es una acepción filosófica / cabalista donde cada persona es responsable de este proceso, lo que implica es que hay que trabajar para la mejora de la sociedad, desde todos los puntos de vista, por ejemplo, eliminando la compañía negativa, ya que ella nunca proporcionará una vida positiva, el NO PERMITIR que la amargura ajena cambie la persona que es cada uno de nosotros, el cambiar la actitud de preocuparse más por lo que todos piensan en lugar de los propios pensamientos…y muchas otras cosas más
El camino es largo, tedioso, a veces difícil, pero la búsqueda de la felicidad debe ser una meta para cada uno de nosotros, porque sabemos que Hashem está con cada uno de nosotros y nos protege; estamos vinculado con el Creador y el Creador está ligado con nosotros, con cada uno de nuestros miembros y órganos, además de todas nuestras facultades; ese es el principio fundamental, del camino en la búsqueda de la felicidad.
Recopilado para 321judaismo.com por Dr Max Stroh Kaufman
17 de octubre de 2017 – 27 de Tishrei de 5778