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Paga tus deudas… Poder de la Teshuva

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Paga tus deudas… Poder de la Teshuva

Paga tus deudas… Poder de la Teshuva

Leyenda jasídica

Se cuenta que el Rabino Iehoshua Milner  era una persona que vivía del fruto que le producía el molino que poseía en las afueras de Jerusalém en el siglo 19. El gigante molino se movía por el firme y paciente andar de un caballo que pasaba sus días caminando continuamente en círculo.

El Rabino Iehoshua, sin embargo, nunca era visto en el molino. Era un hombre devoto y erudito, y dejaba que todo el trabajo del molino fuera dirigido por su gerente, el también Rabino Shmuel. Esto le permitía consagrar todo su tiempo al estudio de la Torá.

Cuando Shmuel, el gerente, falleció, fue contratado otro hombre para vigilar el funcionamiento del molino. Este nuevo gerente decidió mejorar el rendimiento del molino reemplazando el lento y viejo caballo por un nuevo animal, muchísimo más fuerte que los otros caballos que habían trabajado allí.

El nuevo caballo logró realizar el trabajo más rápidamente que el anterior, y se hizo conocido como «el caballo maravilloso».

Pronto este magnífico ejemplar se hizo famoso, y vinieron postores de cerca y lejos para comprar el fabuloso animal.

El Rabino Iehoshua, sin embargo, no deseaba venderlo y se negaba a todas las ofertas. Pero no importaba cuántas veces dijera «no» y a cuántas personas desairó; las ofertas continuaban viniendo.

Finalmente, el rabino Iehoshua se cansó de las incesantes interrupciones a su estudio de Torá.

Así que puso un precio para «el caballo maravilloso» de 25 Napoleones- una suma que podía mantener a una familia durante dos años.

¡Ciertamente, nadie sería tan insensato para hacer una oferta como esa!

El rabino, sin embargo, desestimó la tenacidad de sus compradores. En algún momento, un comerciante propuso la suma, y el trato se cerró.

La noche antes de la venta, el rabino Iehoshua no podía dormir.

Trató y dio vueltas en su cama hasta que finalmente, en medio de la noche, se vistió y dejó la casa, diciéndole a su familia que volvería pronto.

Los empleados se asustaron al ver al dueño, llegar al molino.

Si nunca visitaba el molino durante el día, ¿qué estaba haciendo allí en medio de la noche?

El rabino Iehoshua caminó directamente al caballo mientras todos lo miraban.

Se detuvo al lado y susurró unas palabras en la oreja del poderoso animal. Inmediatamente, el caballo cayó muerto en el lugar. El rabino Iehoshua no dijo nada y volvió a su casa.

Al día siguiente las noticias corrieron rápidamente. «El caballo maravilloso» había muerto la noche anterior, y sin una razón clara.

Reb Iehoshua llamó a su familia y relató la asombrosa historia.

«Anoche no podía dormir durante horas, y cuando por fin lo logré, tuve un sueño muy extraño.

En él, mi empleado anterior, Shmuel, aparecía ante mí y decía: «Debo confesarme. No fui el gerente estupendo que usted piensa.

Le robé a lo largo de los años que trabajé en el molino.

Cuando morí y estuve ante la Corte Celestial, se me informó que la única manera en que podría expiar mi terrible pecado contra el hombre y Di-s era volver a la tierra en forma del caballo del molino, para que pudiera rembolsar mi deuda.

Me dieron un cuerpo especialmente fuerte para poder trabajar excepcionalmente.

Durante meses me esforcé, redimiendo lo que le robé a través de los años.

«Pero parece que hice demasiado bien mi trabajo, porque me hice famoso por mi fuerza y vitalidad.

Cuando oí que usted estaba planeando venderme, me horroricé.

No podría expiar mis pecados a menos que trabajara para usted en su molino.

Si usted me vendía, tendría que volver una vez más a la tierra, para reparar mis fechorías.

No podía soportar la idea de regresar nuevamente, por lo que le pido, por favor, perdóneme por lo que le hice».

«Cuando oí su súplica, salté de la cama y corrí inmediatamente al molino.

Me acerqué al caballo y le dije que lo perdonaba con todo mi corazón, y que él ya no me debía un solo centavo.

Cuando oyó mis palabras, expiró, porque había cumplido su propósito aquí en la tierra. Ahora, el pobre Shmuel encontrará la paz en el mundo venidero…»

Paga tus deudas… mientras observas el poder de la Teshuvá.

Recopilado para 321judaismo.com

Fuentes varias. Leyendas Jasídicas. Charlas en Yeshivot.

21 de Octubre de 2017 

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