Egoísmo
Individualismo, ambición egocentrismo y afines.
La palabra egoísmo proviene del latín, formado por dos palabras, una es ego (que denomina al ser individual) y la otra es ismo (determina la práctica de algo, en este caso de acciones repetitivas que solo benefician a uno mismo).
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española lo define como un inmoderado y excesivo amor a sí mismo, que hace atender desmedidamente el propio interés, sin cuidarse del de los demás.
Quién es egoísta?
A grandes rasgos, aquella persona que:
1.- No escuchan a los que están en desacuerdo con ellos.
2.- Carecen de humildad
3.- Solamente apoyan una causa o una persona cuando tienen intereses personales de por medio ( y a su favor únicamente)
4.- Sus metas son las únicas importantes.
5.- Aquel que utiliza las cosas a su alrededor siempre a beneficio propio
6.- Quién suele pasar por encima de los demás, sólo para cumplir con sus propios objetivos.
7.- Es quien se queja y culpa siempre a algo o a alguien cada vez que las cosas no salen como él lo esperaba.
Refranes sobre el egoísmo
“Un egoísta es aquel que se empeña en hablarte de sí mismo cuando tú te mueres de ganas de hablarle de ti” – Jean Cocteau
“Me he dado cuenta de que la mayoría de la gente está demasiado preocupada con su propia vida para dedicar a los demás el menor pensamiento”. – Douglas Coupland
El egoísta se ama a sí mismo sin rivales. – Cicerón
Egoísmo en la Torá
El egoísta busca su propio bien; contra todo sano juicio se rebela. – Proverbios / Mishle 18:1
Clasificaciones
Hay múltiples clasificaciones: sin embargo, hay que entender que el egoísmo puede oscilar desde una simple ausencia de interés por algo o alguien, hasta la anarquía total.
El egoísmo de por sí, no es totalmente malo: bien aprovechado, sirve para reconectarnos con nuestro bienestar.
Este egoísmo “bueno” (*), es el que despierta nuestra vocación, nuestro talento y, en definitiva, el inmenso potencial que todos podemos desplegar al servicio de una vida útil, creativa y con sentido.
Es aquel que, de alguna manera, mediante el autoconocimiento, nos permite resolver los conflictos internos, y de paso, nos ayuda a llevar un estilo de vida saludable cuando sabemos que es lo que necesitamos y preservamos nuestro equilibrio emocional.
Cuando logramos este equilibrio, experimentamos una profunda alegría y gratitud por estar vivos. Es allí cuando desarrollamos confianza en nosotros mismos y en la vida.
Es el egoísmo bueno el que sana nuestra autoestima y fortalece la confianza en nosotros mismos.
Es este tipo de egoísmo el que habla la cábala: Porque cuando estamos “distraídos” por cualquier causa, nuestra fortaleza y nuestras mentes se desperdician en preocupaciones extrañas, mientras nuestros corazones se llenan de pequeños deseos.
Como por lo general, somos incapaces de realizar un trabajo que no arroje ningún resultado ni ningún fruto; sin que haya un beneficio a otro, es natural que veamos este “egoísmo bueno” como un propósito para avanzar gradualmente hacia el estado de conciencia deseado; de elevación espiritual (e incluso de logros materiales) bajo la influencia de la Energía del Universo; esa fuerza infinita que nos proporciona una conexión con nuestro Creador.
Por ello, tenemos que actuar del modo como lo escribió David en uno de sus Salmos, así:
Permíteme comprender y mantener Tu Torá, y la mantendré de todo corazón. Llévame en el camino de Tus mandamientos porque lo deseé. Extiende mi corazón a Tus testimonios Quita mis ojos de ver vanidad; con Tus caminos sostenme. Satisface a tu siervo
(*) SIN EXCESOS…
12 de Noviembre de 2017 – 23 de Jeshvan de 5778