¿Cuáles son las halajot de Sukot?
Revisemos:
La Torá nos dice, «…En el quinceavo del séptimo mes (contando desde el mes hebreo de Nissan cuando los judíos abandonaron Egipto) será la fiesta de Sukot, siete días (de celebración) para el Todopoderoso. El primer día será una convocatoria santa; todas las formas de trabajo (actos creativos como son definidos por la Torá) no harás; es un decreto eterno en todos tus lugares de morada para todas las generaciones» (Levítico / Vayickrá 23:34-35).
En el interior de las halajot de Sukot encontramos que este festivo es también llamado zman simjatéinu, el tiempo de nuestra alegría. Alegría es distinta de felicidad. Felicidad es tomar placer de lo que tienes. Alegría es el placer de anticipar un bien futuro. ¡Si nosotros confiamos en El Todopoderoso y sabemos que todo lo que el Todopoderoso hace por nosotros es por nuestro propio bien, entonces conoceremos gran alegría en nuestras vidas!
El festival de Sukot conmemora el cuidado extraordinario que tuvo Adonai con el Pueblo judío durante su travesía por aquellas zonas áridas después de la salida de Egipto; en el libro de Yejezquel (Ezequiel) se describe este proceso como el pueblo judío desplazándose entre la “aridez de las naciones” (20:35). También recuerda que es una de las tres festividades en la cual la nación completa se desplazaba hacia el Templo (Beit haMikdash) para celebrar, y que es conocida como Shalósh regalím.
El primer día de Sukot y el ultimo día son considerados de convocación o yamim tovím en los cuales cualquier tipo de trabajo está prohibido, mientras que en los días intermeAdonai (Jol haMoéd), algunas restricciones aplican. En la diáspora, los dos primeros días son de guarda, al igual que los dos últimos días.
Deuteronomio / Devarím 16:13-15 nos dice «La festividad de Sukot será para ti por siete días cuando te reúnas de tus campos trillados y tus viñedos. Tú te regocijaras en tu festividad… para que el Todopoderoso te bendiga en todo lo que produces y en todo el trabajo de tus manos y tu serás completamente alegre.» Es ajustado que Sukot es la festividad de la cosecha. La gente que trabaja la tierra está entre las más religiosas de las personas confiando en el Todopoderoso (seguidos quizás por los recaudadores de fondos…). Ellos toman una semilla perfectamente buena que podría ser comida y la pegan a la tierra, no sabiendo si habrá lluvia o sequía o inundaciones o pestes. Ellos ponen por delante el duro trabajo no sabiendo el resultado. Ellos confían en el Todopoderoso para su comida y su misma existencia.
Una de las halajot de sukot más importante es, tal vez, la mitzvá de morar en la Suka, porque nos enseña a confiar en El Eterno. Tendemos a pensar que nuestras posesiones, nuestro dinero, nuestros hogares, nuestra inteligencia nos protegerán. Durante Sukot nosotros estamos expuestos a los elementos en una cabaña temporaria. Vivir en una Suka pone la vida en perspectiva. Nuestras posesiones son transitorias – y nuestros seres corpóreos son aun más transitorios que nuestras posesiones. La vida es vulnerable. Nuestra historia ha mostrado cuan transitorios son nuestros hogares y comunidades. No importa cuán bien establecidos, ricos y «seguros» nos hayamos vuelto en un país anfitrión, al final también ha sido una morada transitoria. Nuestra confianza debe ser en Adonai.
Como el Rey David escribió en Salmos / Tehilim 20:8 «Hay quienes confían en las carrozas y quienes confían en los caballos, pero nosotros confiamos en el nombre del Todopoderoso.» Solo el Todopoderoso es el Creador del mundo, el Amo de la historia, nuestro Elohim personal y amoroso en Quien podemos confiar para que nos ayude.
Mientras nosotros tuvimos nuestros dos Templos en Jerusalém, durante la Festividad de Sukot, 70 ofrendas eran hechas por las naciones del mundo – para que el Todopoderoso proveyera lluvias a sus sembrados. El Talmud nos dice que si las naciones del mundo hubiesen entendido el valor de lo que el pueblo judío les proveyó, ¡ellos hubiesen enviado sus ejércitos para defender nuestro Templo en Jerusalém para evitar que fuera destruido!
Recordemos nuevamente que Sukot es uno de los Shelosh Regalim, Tres Festividades de Peregrinaje (las otras son Pesaj y Shavuot), donde la Torá ordena que todos los que viven en Israel dejen sus casas para venir a Jerusalém a celebrar al Templo. Por al menos 2000 años desde la destrucción del Templo, nosotros no hemos podido cumplir esta mitzvá. ¡Quiera Adonai que pronto podamos cumplir esta mitzvá una vez más en su plenitud!
Halajot de Sukot: Revisión
Leyes de las Arba miním (cuatro especies)
Nos ordena la Torá; “y tomareis en el primer día la fruta del árbol hermoso, ramos de palmeras, ramas de sauce y de mirto y os alegraréis ante Adonai por siete días” (Levítico / Vayickrá 23).
La Torá nos describe tomar (alzar-agitar) las cuatro especies en el primer día de Sukot para nuestra alegría. Los rabinos extienden esto para los primeros siete de los ocho días de la fiesta (excepto en Shabat) y para que se realice, de preferencia, en las horas diurnas; las mujeres no están obligadas a cumplir con esta mitzvá; pueden realizarla pero, sin la necesidad de decir la bendición. En el primer día se recitan dos bendiciones: al netilat luláv y sheejeyánu. En el resto de los días, solo la primera de ellas.
Se nos ha enseñado que para el cumplimiento de ésta mitzvá, tres especies deben tomarse con la mano derecha, el etrog con la mano izquierda (aunque la persona sea zurda) para unificarlas y agitarlas. La espina central del lulav (shidra) debe estar orientada hacia la persona y la bendición se formula justo antes de tomar el etrog en la mano; algunos consideran que el etrog puede estar incluso “de cabeza” antes de la bendición y que quede en posición “erecta” (que es la contraria a la que tiene cuando está colgado del árbol), después de la misma; la mitzvá no se cumple si las especies no están en la posición apropiada. Hemos aprendido, a través del tiempo y las enseñanzas de nuestros sabios, que las especies tienen una forma especial de ser presentadas: el mirto, el sauce y la palmera, deben conformar “un paquete” amarrado: este paquete debe ser hecho antes del Iom Tov; si esto no es posible, se pueden combinar, el mismo día festivo. Lo que es el Hadás y el Aravá, rápidamente se pueden dañar; la mejor forma de conservarlas es envolverlas en papel de aluminio, papel periódico humedecido o una toalla húmeda y se puede conservar refrigerado.
Mientras se agitan las 4 especies, de modo silencioso se debe pedir al Eterno la provisión de lluvias, rocío y vientos favorables para el año que viene; la kavaná (intención) en general es, para el Estado de Israel y para todas las naciones.
Los Cabalistas dicen que las cuatro especies del Lulav representan a cuatro tipos diferentes de judíos:
- El Etrog tiene un buen gusto y una buena fragancia. Representa una persona con sabiduría (aprendizaje de Torá) y buenas obras.
- El Hadas (mirto) tiene una buena fragancia, pero no es comestible. Representa una persona que tiene buenos actos, pero no tiene sabiduría.
- El Lulav (palmera datilera) es comestible, pero no tiene olor. Esto representa la persona con sabiduría, pero sin buenas obras.
- El Aravá (sauce) no tiene ni sabor ni olor. Se trata de una persona que no tiene ni buenas obras ni tampoco la sabiduría de la Torá.
Otra manera de mirar el Lulav se menciona en el «Sefer Bahir», un trabajo cabalista de casi 2000 años de antigüedad. Describe las cuatro especies como cuatro partes del ser humano:
- El Etrog representa al corazón, la sede de nuestras emociones.
- El Hadas (mirto) tiene hojas en forma de un ojo.
- El Lulav (palmera datilera) representa la columna vertebral, de donde proceden nuestros actos.
- El Aravá (sauce) representa los labios, nuestro discurso.
Un tercer aspecto del “ramillete festivo” según los cabalistas nos dice así:
Las cuatro especies representan también el nombre de El Eterno. Aravá (sauce), Hadás (mirto), Lulav (palmera datilera) y Etrog representan la Yud, la Héi la Vav y la Héi de las cuatro letras del nombre de Adonai.
Leyes de Aravá
1. Los «sauces de río» enunciados en la Torá son las Aravot cuyas hojas se encuentran cerca de ríos. La hoja del sauce que es Casher para la Aravá debe ser alargada y sus bordes deben ser lisos sin defectos y el tallo de la misma, colorado.
No es necesario que las Aravot crezcan a orillas del río, incluso que crezcan en las montañas ó en el desierto, son aptas. Por cuanto que la mayoría de las Aravot crecen a orillas de los ríos, se las llama «sauces de río».
La necesidad de tomar las simples ramas de sauce junto con las otras es vista como un gesto de inclusión, de incluir al sencillo, al que no tiene talentos, para hacerlo sentir que es parte del todo. Si retrocedemos en el tiempo, los sauces que estaban y crecían alrededor y en las cercanías del Templo, estaban ubicados alrededor del altar, y sus “cabezas estaban” alrededor del altar, porque esa es la postura natural del humilde. Esta rama humilde, ¿Qué nos recuerda? Las siguientes palabras del profeta Yeshaya: “Los cielos son Mi trono y la tierra Mi banquillo… ¿Y a quién miro? Al hombre simple, de espíritu humilde, que está deseoso de cada una de Mis palabras” (Isaías 56).
Hay una especie parecida a la Aravá, cuyas hojas son redondas, sus bordes corrugados y su tallo no es rojo, denominada «álamo» y no es una Aravá, por lo tanto, no es apta.
Hay una especie de Aravá cuyos bordes de las hojas no son lisos y tampoco corrugados, sino que tiene pequeños surcos, esta especie crece a orillas del río, y es apta.
2. Una Aravá cuya parte superior se rompió, no es apta, aunque sea lo único que se haya roto. Por ello hay quienes se percatan de no tomar una Aravá que tenga en su parte superior florecimiento.
3. Una Aravá seca, no es apta, y nos referimos con esto, a que se secaron la mayoría de sus hojas a lo largo de la misma (de la medida requerida) hasta perder su color verde. Pero una Aravá marchita, es decir que no está húmeda ni seca, es apta.
4. Una Aravá a la cual se le cayeron sus hojas en la mayoría de su medida, no es apta. Es bueno procurar que no se caiga ninguna hoja a lo largo de la medida de la Aravá.
5. El largo de la Aravá es de tres (3) Tefajim (veinticuatro centímetros (24 cm.), y es mejor que sean treinta centímetros (30 cm.). Si la Aravá es mucho más larga, es apta, siempre y cuando la Aravá esté un (1) Tefaj por debajo del Lulav luego de unirlos.
6. Se deben tomar dos (2) Aravot por cuanto que dice «sauces de río», y lo mínimo en el plural son dos (2). (Si desea agregar más, fijarse en la Halajá 6 de las leyes del Hadás, que es igual que en el caso de la Aravá).
Leyes del Etrog
1. El «fruto de un árbol esplendoroso» que nombra la Torá se refiere al Etrog, cuyo árbol y fruto tienen igual gusto. Y no se toma más de un Etrog.
2. El limón, a pesar que se parece al Etrog, no sirve incluso en momentos de aprieto, por cuanto que la tradición nos dice que el término «fruto de un árbol esplendoroso» enunciado en la Torá se refiere sólo al Etrog.
3. Un Etrog injertado con otra especie, como ser limón, no sirve para la Mitzvá, incluso en momentos de aprieto. Según la mayoría de las opiniones el Etrog injertado con otra especie no es apto de acuerdo a la Torá.
Hay varias explicaciones respecto a esta prohibición: algunos dicen que el motivo es porque se transgredió al injertarlo, sería «un precepto que proviene de una transgresión». Otros argumentan que luego de este injerto ya no sería más un Etrog, sino otra especie, ó que tiene algo del Etrog. Y otros concluyen que es un Etrog incompleto, porque tiene parte de otra especie.
Inclusive un Etrog del cual se tiene duda que hubiese sido injertado con otra especie, no es apto ni en momentos de aprieto, y no se puede bendecir sobre él. Es muy común encontrar estos Etroguim.
Por ende, el temeroso de Adonai, que compre el Etrog de una persona que conoce, ó que lo adquiera de un campo del que se sabe que no hubo injertos ó que lo compre con un certificado que verifique el origen del Etrog.
Incluso tratándose de un Etrog que tiene características que indican que no fue injertado con otra especie, no se puede apoyar en esto; y más en nuestro tiempo que se sofisticó el tema de los injertos en base a los avances tecnológicos, y pueden haber otros que parecen Etroguim tanto por fuera como por dentro aparentando ser Etroguim verdaderos.
4. El peso del Etrog no debe ser menor a cincuenta y cuatro gramos (54 gr.), pero si tiene este peso y todavía está sin madurar, igualmente es apto; siempre y cuando que no se vea verde oscuro.
Un Etrog que no tiene un peso de cincuenta y cuatro gramos (54 gr.), no es apto en ninguno de los siete (7) días de la festividad. Pero un Etrog que es más grande, incluso que sea muy pesado, es apto.
Si de entrada tenía un peso de cincuenta y cuatro gramos (54 gr.), y luego se achicó y se hizo menor a este peso, hay quienes lo permiten y quienes no, mas la Halajá dice que si no hay otro Etrog, se permite, pero sin recitar la bendición sobre él. Es conveniente tomar un Etrog de un poco más de cincuenta y cuatro gramos (54 gr.) y no justo de ese peso.
5. Un Etrog que tiene Nekev Mefulash (un orificio que pasa de un lado al otro), no es apto. Hay quienes se cuidan de esto, incluso que el orificio que se hizo no haya bajado el peso del Etrog, y hay quienes lo permiten en este último caso. Algunos sostienen que un «Nekev Mefulash» es una rajadura ó hueco que atraviesa de un lado hacia el otro al Etrog, y hay quienes dicen que es cuando el orificio llegó al lugar de las semillas.
Si el hueco ó rajadura no es «Ekev Mefulash» (rajadura profunda ó interna), el Etrog sirve siempre dependiendo del ancho de éste. Algunos, sin embargo, se cuidan también de esto.
6. Todo lo enumerado en la Halajá anterior es únicamente para el primer (1°) día de la festividad de Sukot, pero en el resto de los días está permitido un Etrog con alguno de esos defectos siempre y cuando la mayor parte del Etrog esté en condiciones, igualmente el peso debe ser también de cincuenta y cuatro gramos (54 gr.) en estos días. Y en momentos de aprieto, se permite actuar de esta manera (más flexible) en el segundo (2°) día del Iom Tob de la diáspora.
7. Un Etrog al que se le rompió su Pitam (la parte que sobresale en la punta del Etrog), no es apto; y solamente cuando tenía un Pitam, más si nunca tuvo Pitam, es apto. La mayoría de los Etroguim que encontramos no tienen Pitam.
8. Un Etrog al cual se le quitó Oketz (el tallo del cual pende del árbol), no es apto. Hay algunos que permiten bendecir en los días de Jol Hamoed sobre un Etrog al cual se le quitó su Oketz ó su Pitam. Y en un lugar en donde no hay otro Etrog disponible, se puede apoyar en sus palabras.
9. Un Etrog seco no es apto, incluso en los días de Jol Hamoed (se refiere a todo Etrog que no saca nada de humedad cuando se lo pincha con una aguja).
10. Un Etrog que tiene ampollas ó alguna enfermedad causada por putrefacción, musgo u hongo es Pasul (no apto); nos referimos a si están en dos (2) ó tres (3) lugares, mas si están en un (1) sólo lugar, no es Pasul a menos que ocupen la mayoría del mismo. Asimismo, si es negro ó blanco en un (1) sólo lugar, si corresponde a la mayoría del Etrog, es Pasul. Si está en dos (2) ó tres (3) lugares, es Pasul aunque el color negro ó blanco no sean su mayoría.
11. Un Etrog que es verde oscuro y no madura, pero se sabe que si se lo deja cerca de otras frutas se torna amarillo, es totalmente apto. Y no es necesario dejarlo cerca de otras frutas para que madure, entonces, sigue siendo apto con su verdor.
12. Un Etrog al cual se le derramó agua de modo que se hincho por esto, un Etrog que se pudrió ó que se encurtió con vinagre ó que estuvo en agua u otras bebidas durante veinticuatro (24) horas, un Etrog cocido, no son aptos.
13. Un Etrog que es redondo como una pelota, no es apto, porque no es bello, ya que no es la forma usual del Etrog ser redondo.
14. Hay que percatarse de sacar Terumot y maaserot (diezmos) de los Etroguim antes de Iom Tov, por cuanto que de acuerdo a muchos de nuestros Sabios el Etrog de Tebel (productos de los que no se ha sacado diezmo), no son aptos, para algunos incluso en el resto de los días de la festividad.
Halajot de Sukot: Continuación: La unión del Lulav con los Hadasim y las Aravot
1. Es un precepto juntar al Lulav con dos (2) Aravot y tres (3) Hadasim, para embellecer la Mitzvá, como dice en la Torá (Shemot / Éxodo 15: 2) «Este es nuestro Adonai y lo congraciaremos» y explicaron los Sabios (Masejet Shabat, página 133) que esto es por medio de las Mitzvot.
2. A pesar que está permitido unir al Lulav con cualquier especie que quiera, e incluso con hilos (que no es algo que crezca de la tierra), es la costumbre del pueblo de Israel amarrar al Lulav con sus mismas hojas. Y está permitido arrancar una hoja de un Lulav para atarlo, más no para atar otro Lulav. Si es un Lulav largo, y su tallo mide más de cuatro (4) Tefajím (treinta y dos centímetros (32 cm.), está permitido tomar una hoja que sale por debajo de esa medida, incluso Lejatjila (en primera (1°) instancia).
3. Lo correcto es amarrar al Lulav en vísperas de Iom Tov, mas si se olvidó, está permitido hacerlo durante Iom Tov. E incluso en la noche de Iom Tov, que no es el tiempo en el que se realiza la Mitzvá, está permitido cortar una hoja del Lulav para amarrarlo.
4. Este es el orden para amarrar el Lulav de acuerdo a nuestros Rabinos Mekubalim (cabalistas):
Colocar al Lulav, los Hadasim y las Aravot de la manera en que serán unidos, es decir que su raíz (la parte que estaba ligada a la planta ó árbol) esté hacia abajo y que el tallo del Lulav esté frente a la persona que lo amarra y que coloque tres (3) Hadasim (uno a la derecha del Lulav, otro a su izquierda y otro atrás) y luego las Aravot sobre los Hadasim de los dos (2) costados del Lulav, a la derecha y a la izquierda; que los amarre con doble nudo (en Iom Tob con un (1) sólo nudo). Que los una en varios lugares para que no se separen y estén pegados unos a otros.
Hay Ashkenazim que acostumbran unirlos colocando los Hadasim a la derecha y las Aravot a la izquierda. Hay otros Ashkenazim que acostumbran hacer un ramo trenzado de hojas del Lulav, y colocan dentro del mismo al Lulav poniendo a la derecha los Hadasim y a su izquierda las Aravot. Mas la costumbre Sefaradí es como la explicada previamente.
Debe percatarse que el tallo del Lulav sobresalga en un (1) Tefaj (ocho centímetros (8 cm.) por sobre los Hadasim y las Aravot y como fue explicado anteriormente.
Leyes de la Sucá
Los textos cabalistas llaman a la sucá el “refugio de fe”. El hecho de vivir en cabañas sirve para sensibilizarnos con el mundo superior, para que, metafóricamente dirijamos nuestra mirada hacia arriba, a través de la delgada cobertura de la sucá, y para obtener seguridad a partir de eso. Esta es una experiencia que nos permite dejar lo material y pasar a una existencia diferente.
- Debe tener como mínimo dos y media paredes: en una sucá estándar, las medidas que debe tener es de al menos 70×70 cm. Puede estar construida en un patio, en el balcón de un apartamento, es decir, en cualquier espacio abierto.
- Tu Sucá necesita tener al menos dos paredes completas y una pequeña parte de una tercera. Las paredes pueden ser de cualquier material, siempre y cuando sean lo suficientemente robustas para soportar un viento normal. Las paredes deberían ser de al menos 96 cm de alto, pero no más altas de 9,6 metros.
- Debe estar techada (sejáj) y este debe estar hecho de algún material que crece del suelo – por ejemplo ramas y hojas (pero no metal). Si estás utilizando tablas, no pueden tener más de 40 cm de ancho. Además, el material debe estar desconectado del suelo en la actualidad (es decir, no puede ser un árbol que todavía esta plantado con sus raíces en el suelo). Esto significa que nada puede estar colgando por encima de la Sucá – ni un árbol, ni una canaleta, ni un equipo de aire acondicionado, etc.
- El techo debe estar lo suficientemente cubierto para dar más sombra que sol durante el día, pero debería ser lo suficientemente abierto para que las estrellas sean visibles a través de él durante la noche. El material del techo sólo puede ser agregado después de que está ubicada la cantidad de paredes requerida.
- Igualmente el techo de la sucá no debe impedir que una fuerte lluvia entre en ella.
- Si alguna de las paredes es considerada inválida, no se debe comer en esa zona
- Es una mitzvá decorar la sucá: en este caso, algunos opinan que no importan los materiales con los cuales se adornan no invalidan la construcción de la sucá.
Plegaria: «Haznos dormir en paz» (Hashkivenu) del Sidur
«Haznos dormir en paz, oh Adonai,
y levantarnos con vida.
Extiende sobre nosotros tu protección, (extiende sobre nosotros tu sucá de paz)
Oriéntanos con tus sabios consejos.
Sálvanos para que cantemos tu gloria
Protégenos contra todo mal y tentación.
Haz desaparecer de nuestra existencia:
La enemistad, la guerra, el hambre y la angustia,
pues Tú eres nuestro Protector y Salvador.
Con tu misericordia guía nuestros pasos,
Concédenos la vida y la paz, ahora y siempre.
Otórganos tu amor.
Bendito seas, oh Adonai, que extiendes tu manto de paz (extiendes tu sucá de paz),
Sobre nosotros, sobre Tu Pueblo Israel y sobre Jerusalém. «
LA ETERNIDAD DE LA SUCA
Adaptado de un artículo de Yosef Jacobson
La incertidumbre, miedo y violencia colman los horizontes del globo. El mundo está temblando. Para los judíos y para el mundo entero, en Israel y en el extranjero, las instituciones se desintegran, las vidas estallan, el dolor se extiende y las perspectivas de guerra global son reales.
Abraham Reisen (1876-1953) escritor en idish, compuso un poema, empleando la metáfora. En él pinta el cuadro de un padre judío que se sienta en su Sucá, físicamente frágil, en la que se habita durante la fiesta de Sucot-cuando amenaza una tormenta. Su hija angustiada intenta convencerlo de que la Sucá está a punto de caerse. Pero el padre le asegura que a pesar de los desafíos, la Sucá ha estado de pie 2000 años y no se caerá.
Surge entonces una pregunta: ¿Cuál es el poder de la Sucá? ¿Por qué no sucumbió a las poderosas tormentas de la historia?
Rabi Akiva, contestó la pregunta. El Talmud (Berajot 62b) dice que él enseñaba Torá en público cuando el gobierno romano lo prohibió. Papus ben Yehuda, le advirtió que estaba poniendo en peligro su vida. Rabi Akiva contestó con la parábola que compara lo que es la Torá para los judíos con lo que el agua es para los peces. “La Torá es la supervivencia judía. Sí, estamos en peligro, pero si dejáramos la Torá que sostiene nuestra identidad para entrar en la tierra seca de los romanos, moriríamos indudablemente”.
Hay Sucot que han sucumbido a las tormentas. Los judíos también han caído en manos de asesinos antiguos y modernos. El propio Rabi Akiva fue ejecutado bárbaramente por los romanos. Pero, como la metáfora de Reisen nos recuerda, hay un significado eterno en el hecho que los judíos han sobrevivido y han crecido. No en monumentos poderosos de piedra. Egipto antiguo, Grecia y Roma construyeron edificios espléndidos, pero sus civilizaciones se han acabado.
Es en las paredes frágiles e inestables de una Sucá- en las fortalezas aparentemente frágiles, nebulosas e intangibles de la fe, Torá y Mitzvot e integridad espiritual- que se crea esa eternidad.
Halajot de Sukot: Continuación
Leyes del orden de Netilat Lulav y su bendición
Bendición del Lulav
1. La Halajá nos dice que «Se debe bendecir sobre todas las Mitzvot previo a realizarlas» (Masejet Pesajim, hoja 7). Por ende se debe bendecir sobre el Lulav antes de Netilat Lulav y lo más próximo a ésta.
En última instancia (Bediabad) si se olvidó de bendecir antes de Netilat Lulav, puede bendecir luego, incluso después de haber recitado Halél y haber sacudido el Lulav, siempre y cuando no haya concluido con las «Hoshanot», por cuanto que aún no finalizó del todo la Mitzvá. Asimismo, todo el que toma el Lulav varias veces al día, sólo le es permitido bendecir sobre él la primera (1°) vez.
2. Se bendice sobre el Lulav «Asher Kideshánu vemitzvotáv vetzivánu al netilat lulav» («que nos santificó con sus preceptos y nos ordenó el precepto de Netilat Lulav») y en el primer (1°) día se bendice luego «Sheejeyánu». Si el primer (1°) día de Sukot cae en Shabat, no se hace en ese día Netilat Lulav, y se bendice «Sheejeyánu» en el segundo (2°) día.
Si se olvidó de bendecir «Sheejeyánu» en el primer (1°) día, bendice en el segundo (2°).
Si se olvidó de bendecir en el segundo (2°), bendice en el tercero (3°). E incluso que se olvidó y no recordó que no había dicho «Sheejeyánu» hasta el día séptimo (7°), bendice «Sheejeyánu» en el séptimo (7°) día.
3. Se debe colocar de pie en el momento que bendice sobre el Lulav y cuando lo sostiene. Y Bediavád si bendijo y e hizo Netilat Lulav sentado, mas aquellos que son ancianos ó enfermos y le es difícil pararse, les es permitido bendecir y hacer Netilat Lulav sentados.
4. Si no tenía en sus manos un Lulav antes de decir «Halél», y le trajeron uno en el medio del recitado de «Halél», que se detenga al concluir un capítulo, bendiga sobre el Lulav, lo sacuda, y luego siga con «Halél».
Orden de Netilat Lulav
5. Si falta alguna de las cuatro (4) especies no se cumple con la Mitzvá. Y la Mitzvá consiste en tomar a las cuatro (4) juntas, el Lulav con los Hadasim y las Aravot unidos, y el Etrog separado. Y Bediavád (en última instancia) si tomo cada una de ellas aparte, una tras otra, cumplió con la Mitzvá.
6. Antes de bendecir sobre el Lulav, debe tomarlo con su mano derecha al estar unido con los Hadasim y las Aravot.
Luego de haber tomado el Lulav en su mano derecha que bendiga «Barúj atá Adonai Elohéinu Mélej Haolám Asher Kideshanu vemitzvotáv vetzivánu Al netilát lulav» («Bendito eres Tú, Adonai, que nos santificaste con tus preceptos y nos ordenaste cumplir con el precepto de Netilat Lulav») (y el primer (1°) día que bendiga también «Sheejeyánu») y luego que tome el Etrog en su mano izquierda posicionándolo de la manera en que crece (es decir con el Pitam hacia arriba) y el Oketz (de donde fue arrancado) hacia abajo y luego que lo junte con las otras tres (3) especies y los sacuda juntos.
Si quiere sostener el Etrog en su mano antes de recitar la bendición, le es permitido hacerlo sosteniéndolo de la manera opuesta a su crecimiento, es decir, con el Pitam hacia abajo y el Oketz hacia arriba, y luego que haya concluido con la bendición, que dé vuelta al Etrog, quedando éste con el Pitam hacia arriba y el Oketz hacia abajo.
Hay quienes dicen que es preferible tomar las cuatro (4) especies antes de la bendición de la manera en que crecen, cuando el Lulav está a su derecha y el Etrog a su izquierda, y poner la intención que no cumplió con la Mitzvá hasta que no completó la bendición. Y la costumbre es como la que primero (1°) mencionamos, que no sostiene el Etrog en su mano sino hasta después de la bendición.
7. Un zurdo, debe tomar el Lulav como una persona diestra, es decir con la mano derecha. Y los Ashkenazim acostumbran que los zurdos tomen el Lulav con la mano izquierda y el Etrog con la derecha.
Sin embargo Bediavád (en última instancia) se cumple igual con la Mitzvá.
8. Si tiene guantes en sus manos, se los debe quitar antes de bendecir sobre el Lulav, y si no se los quita hay quienes dicen que no cumplió con la Mitzvá. Si tiene un anillo en su mano, es correcto que se lo quite antes de bendecir, pero aunque no se lo haya quitado cumple igual con la Mitzvá.
9. A pesar que cumplió con la Mitzvá tomando las cuatro (4) especies en su mano y juntarlas, de todas maneras debe moverlas. El hecho de moverlas implica que las tome y las dirija hacia afuera, simplemente que sus manos estén enfrentadas a él como las sostiene (a las cuatro (4) especies), y las vuelva cerca de su cuerpo, y que las dirija y las traiga tres (3) veces, una tras otra. Debe hacer esto hacia los cuatro (4) puntos cardinales, oeste, este, norte, sur y arriba y abajo. Y no hay que moverlas con fuerza sino con tranquilidad y suavidad.
La costumbre de los Sefaradím es mover las cuatro (4) especies de acuerdo a El Arizal, es decir primero (1°) hacia al sur, después hacia el norte, luego al oeste, después arriba, luego abajo y después otra vez al oeste. Si cambió el orden, se cumple igualmente con la Mitzvá (hay quienes tienen un orden diferente).
Cuando lo mueve hacia abajo, no debe girar el Lulav hacia abajo sino que debe sostenerlo de la manera en que crece y bajarlo, tres (3) veces.
10. Los momentos de la Tefilá (plegaria) en que se mueve el Lulav al hacer el Halél completo son:
Al recitar el versículo «Hódu La Hashém Ki Tov Ki Leolám jasdó» que está en el medio del Halél y al final.
Cuando pronuncia la palabra «Hódu», lo mueve tres (3) veces hacia el sur,
Cuando dice «Hashem», no lo mueve,
Cuando dice «Ki», lo mueve hacia el norte,
Cuando dice «Tov», lo mueve hacia el este,
Cuando dice «Ki», lo mueve hacia arriba,
Cuando pronuncia «Leolám», hacia abajo,
Y cuando dice «Jasdó», hacia el oeste.
Cuando lo mueve en el versículo «Hódu La Hashem Ki Tov» del final del Halél, a pesar que se acostumbra decir dos (2) veces este versículo, sólo mueve el Lulav en la primera (1°).
Cuando mueve el Lulav al decir el versículo «Ana Hashem Hoshía Na» («Por favor Hashem, sálvanos») cuando pronuncia «A» de la palabra «Ana» lo mueve hacia el sur, y cuando dice «Na» lo mueve hacia el norte y cuando menciona el nombre de Hashem no lo mueve. Y cuando pronuncia «Ho» de la palabra «Hoshía» lo mueve hacia arriba, cuando pronuncia «Shi» lo mueve hacia abajo, y cuando dice la palabra «Na», hacia el oeste. Y al mencionar nuevamente este versículo repite este orden en la segunda (2°) vez.
11. Después de Halél se saca un (1) Séfer Torá (y el primer (1°), día dos (2), se lo apoya en la Tebá (atril) y se dicen las «Hoshanot». En el momento de pronunciar las Hoshanot se rodea la Tebá una vez cada día, al sostener en sus manos el Lulav y el Etrog.
12. En Shabat de Jol Hamoed, y en el primer (1°) día de Iom Tov de Sukot que cae en Shabat, días en los cuales no hay «Netilat Lulav», no se dicen «Hoshanot».
Cada uno de los días Sukot, antes de arvit y en el servicio matutino, se recitan los Salmos 42 y 43 que se relacionan con la ocasión; para Sheminí Atzéret se adiciona el Salmo 12.
Tehilim 42
Para el Director del Coro, un Maskíl, por los hijos de Kóraj: Como un venado suplica por las fuentes de agua, así suplica mi alma por Ti, Adonai. Mi alma está sedienta de Adonai, El Elohim vivo. ¿Cuándo vendré y me presentaré ante Adonai? Mis lágrimas fueron mi sustento, día y noche, pues ellos se burlaron de mí todo el día: «¿Dónde está tu Elohim?» Esto recuerdo y derramo mi alma dentro de mí, cuando pasé con la multitud, marchando cautelosamente con ella hasta la Casa de Adonai, con cántico alegre y gratitud, una multitud celebrante. ¿Por qué estás deprimida, alma mía, y por qué ansías por mí? ¡Espera a Adonai! Pues aún Le agradeceré por las salvaciones de Su Presencia. Elohim mío, dentro mí mi alma está deprimida, porque Te recuerdo — desde la tierra del Jordán, y los picos del Jermón, del Monte Mitzor. Aguas profundas a aguas profundas claman al bramido de Tus torrentes; todas Tus olas y ondas pasaron sobre mí. De día Adonái ordena Su bondad, y en la noche Su canción está conmigo, una plegaria al Elohim de mi vida. Diré a Adonai: «Mi Roca, ¿por qué me olvidaste? ¿Por qué debo caminar en tristeza por causa de la opresión de mis adversarios?» Como una espada en mis huesos son los insultos de mis atormentadores cuando ellos me injurian todo el día: «¿Dónde está tu Elohim?» ¿Por qué estás deprimida, alma mía, y por qué ansías por mí? ¡Espera a Adonai! Pues aún Le agradeceré — mi salvación, la luz de mi semblante y mi Elohim.
Tehilim 43
Véngame, Adonai, y patrocina mi causa contra un pueblo sin benevolencia. Ayúdame a escapar de un impostor y de la iniquidad. Pues Tú eres el Elohim de mi poder, ¿por qué me abandonaste? ¿Por qué debo caminar en tristeza por causa de la opresión de mi adversario? Envía Tu luz y Tu verdad, ellas me guiarán. Ellas me traerán al monte de Tu Santuario y a Tus moradas. Para que yo pueda ir al altar de Adonai, al Elohim del placer de mi júbilo, para alabarte con arpa, Adonai, mi Elohim. ¿Por qué estás deprimida, alma mía, y por qué ansías de mí? ¡Espera a Adonai! Pues aún Le agradeceré, mi salvación, la luz de mi semblante y mi Elohim.
Tehilim 12
Para el Director del Coro, sobre el instrumento musical de ocho cuerdas, sheminít, un Salmo por David: Adonái, ayúdanos, pues los piadosos ya no existen; pues los fieles se han esfumado de entre los hombres. Los hombres hablan falsedades unos a otros; hablan con labios lisonjeros, con duplicidad en el corazón. Que Adonái cercene a todos los labios lisonjeros, [a toda] lengua que habla con jactancia. Aquellos que han dicho: «Con nuestras lenguas hemos de dominar, nuestros labios están con nosotros, ¿quién es amo sobre nosotros?» «Por la violencia perpetrada contra los pobres, por los gemidos de los menesterosos, ¡ahora he de levantarme!», dice Adonái; «He de otorgarle salvación», El le dice. Las palabras de Adonái son palabras puras, como la plata refinada en el crisol de barro más fino, purificado siete veces. Que Tú, Adonái, los protejas; que Tú los guardes por siempre de esta [malvada] generación. Los inicuos caminan por todos lados; cuando son enaltecidos es una vergüenza para la humanidad.
En jol Hamoéd se acostumbra a leer el libro de kohelet / Eclesiastés
Kohelet – Eclesiastés
Capítulo 1
1 Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalém. 2 Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad. 3 ¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol? 4 Generación va, y generación viene; mas la tierra siempre permanece. 5 Sale el sol, y se pone el sol, y se apresura a volver al lugar de donde se levanta. 6 El viento tira hacia el sur, y rodea al norte; va girando de continuo, y a sus giros vuelve el viento de nuevo. 7 Los ríos todos van al mar, y el mar no se llena; al lugar de donde los ríos vinieron, allí vuelven para correr de nuevo. 8 Todas las cosas son fatigosas más de lo que el hombre puede expresar; nunca se sacia el ojo de ver, ni el oído de oír. 9 ¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol. 10 ¿Hay algo de que se puede decir: He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido. 11 No hay memoria de lo que precedió, ni tampoco de lo que sucederá habrá memoria en los que serán después.12 Yo el Predicador fui rey sobre Israel en Jerusalém. 13 Y di mi corazón a inquirir y a buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo; este penoso trabajo dio Adonai a los hijos de los hombres, para que se ocupen en él. 14 Miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu. 15 Lo torcido no se puede enderezar, y lo incompleto no puede contarse.16 Hablé yo en mi corazón, diciendo: He aquí yo me he engrandecido, y he crecido en sabiduría sobre todos los que fueron antes de mí en Jerusalém; y mi corazón ha percibido mucha sabiduría y ciencia. 17 Y dediqué mi corazón a conocer la sabiduría, y también a entender las locuras y los desvaríos; conocí que aun esto era aflicción de espíritu. 18 Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia; y quien añade ciencia, añade dolor.
Capítulo 2
1 Dije yo en mi corazón: Ven ahora, te probaré con alegría, y gozarás de bienes. Mas he aquí esto también era vanidad. 2 A la risa dije: Enloqueces; y al placer: ¿De qué sirve esto? 3 Propuse en mi corazón agasajar mi carne con vino, y que anduviese mi corazón en sabiduría, con retención de la necedad, hasta ver cuál fuese el bien de los hijos de los hombres, en el cual se ocuparan debajo del cielo todos los días de su vida. 4 Engrandecí mis obras, edifiqué para mí casas, planté para mí viñas; 5 me hice huertos y jardines, y planté en ellos árboles de todo fruto. 6 Me hice estanques de aguas, para regar de ellos el bosque donde crecían los árboles. 7 Compré siervos y siervas, y tuve siervos nacidos en casa; también tuve posesión grande de vacas y de ovejas, más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalém. 8 Me amontoné también plata y oro, y tesoros preciados de reyes y de provincias; me hice de cantores y cantoras, de los deleites de los hijos de los hombres, y de toda clase de instrumentos de música.9 Y fui engrandecido y aumentado más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalém; a más de esto, conservé conmigo mi sabiduría. 10 No negué a mis ojos ninguna cosa que desearan, ni aparté mi corazón de placer alguno, porque mi corazón gozó de todo mi trabajo; y esta fue mi parte de toda mi faena. 11 Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacerlas; y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del sol. 12 Después volví yo a mirar para ver la sabiduría y los desvaríos y la necedad; porque ¿qué podrá hacer el hombre que venga después del rey? Nada, sino lo que ya ha sido hecho. 13 Y he visto que la sabiduría sobrepasa a la necedad, como la luz a las tinieblas. 14 El sabio tiene sus ojos en su cabeza, mas el necio anda en tinieblas; pero también entendí yo que un mismo suceso acontecerá al uno como al otro. 15 Entonces dije yo en mi corazón: Como sucederá al necio, me sucederá también a mí. ¿Para qué, pues, he trabajado hasta ahora por hacerme más sabio? Y dije en mi corazón, que también esto era vanidad. 16 Porque ni del sabio ni del necio habrá memoria para siempre; pues en los días venideros ya todo será olvidado, y también morirá el sabio como el necio. 17 Aborrecí, por tanto, la vida, porque la obra que se hace debajo del sol me era fastiAdonaia; por cuanto todo es vanidad y aflicción de espíritu.
18 Asimismo aborrecí todo mi trabajo que había hecho debajo del sol, el cual tendré que dejar a otro que vendrá después de mí. 19 Y ¿quién sabe si será sabio o necio el que se enseñoreará de todo mi trabajo en que yo me afané y en que ocupé debajo del sol mi sabiduría? Esto también es vanidad. 20 Volvió, por tanto, a desesperanzarse mi corazón acerca de todo el trabajo en que me afané, y en que había ocupado debajo del sol mi sabiduría. 21 ¡Que el hombre trabaje con sabiduría, y con ciencia y con rectitud, y que haya de dar su hacienda a hombre que nunca trabajó en ello! También es esto vanidad y mal grande. 22 Porque ¿qué tiene el hombre de todo su trabajo, y de la fatiga de su corazón, con que se afana debajo del sol? 23 Porque todos sus días no son sino dolores, y sus trabajos molestias; aun de noche su corazón no reposa. Esto también es vanidad.
24 No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma se alegre en su trabajo. También he visto que esto es de la mano de Adonai. 25 Porque ¿quién comerá, y quién se cuidará, mejor que yo? 26 Porque al hombre que le agrada, Adonai le da sabiduría, ciencia y gozo; más al pecador da el trabajo de recoger y amontonar, para darlo al que agrada a Adonai. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.
Capítulo 3
1 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. 2 Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; 3 tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; 4 tiempo de llorar, y tiempo de reir; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; 5 tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; 6 tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; 7 tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; 8 tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz. 9 ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana?
10 Yo he visto el trabajo que Adonai ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él. 11 Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Adonai desde el principio hasta el fin. 12 Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida; 13 y también que es don de Adonai que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor. 14 He entendido que todo lo que Adonai hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Adonai, para que delante de él teman los hombres. 15 Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Adonai restaura lo que pasó.
16 Vi más debajo del sol: en lugar del juicio, allí impiedad; y en lugar de la justicia, allí iniquidad. 17 Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Adonai; porque allí hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace. 18 Dije en mi corazón: Es así, por causa de los hijos de los hombres, para que Adonai los pruebe, y para que vean que ellos mismos son semejantes a las bestias. 19 Porque lo que sucede a los hijos de los hombres, y lo que sucede a las bestias, un mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros, y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad. 20 Todo va a un mismo lugar; todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo. 21 ¿Quién sabe que el espíritu de los hijos de los hombres sube arriba, y que el espíritu del animal desciende abajo a la tierra? 22 Así, pues, he visto que no hay cosa mejor para el hombre que alegrarse en su trabajo, porque esta es su parte; porque ¿quién lo llevará para que vea lo que ha de ser después de él?
Capítulo 4
1 Me volví y vi todas las violencias que se hacen debajo del sol; y he aquí las lágrimas de los oprimidos, sin tener quien los consuele; y la fuerza estaba en la mano de sus opresores, y para ellos no había consolador. 2 Y alabé yo a los finados, los que ya murieron, más que a los vivientes, los que viven todavía. 3 Y tuve por más feliz que unos y otros al que no ha sido aún, que no ha visto las malas obras que debajo del sol se hacen.
4 He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.
5 El necio cruza sus manos y come su misma carne.
6 Más vale un puño lleno con descanso, que ambos puños llenos con trabajo y aflicción de espíritu.
7 Yo me volví otra vez, y vi vanidad debajo del sol. 8 Está un hombre solo y sin sucesor, que no tiene hijo ni hermano; pero nunca cesa de trabajar, ni sus ojos se sacian de sus riquezas, ni se pregunta: ¿Para quién trabajo yo, y defraudo mi alma del bien? También esto es vanidad, y duro trabajo.
9 Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. 10 Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. 11 También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; más ¿cómo se calentará uno solo? 12 Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.
13 Mejor es el muchacho pobre y sabio, que el rey viejo y necio que no admite consejos; 14 porque de la cárcel salió para reinar, aunque en su reino nació pobre. 15 Vi a todos los que viven debajo del sol caminando con el muchacho sucesor, que estará en lugar de aquél. 16 No tenía fin la muchedumbre del pueblo que le seguía; sin embargo, los que vengan después tampoco estarán contentos de él. Y esto es también vanidad y aflicción de espíritu.
Capítulo 5
1 Cuando fueres a la casa de Adonai, guarda tu pie; y acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal. 2 No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Adonai; porque Adonai está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras.
3 Porque de la mucha ocupación viene el sueño, y de la multitud de las palabras la voz del necio.
4 Cuando a Adonai haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes. 5 Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas. 6 No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ángel, que fue ignorancia. ¿Por qué harás que Adonai se enoje a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos?
7 Donde abundan los sueños, también abundan las vanidades y las muchas palabras; mas tú, teme a Adonai.
8 Si opresión de pobres y perversión de derecho y de justicia vieres en la provincia, no te maravilles de ello; porque sobre el alto vigila otro más alto, y uno más alto está sobre ellos. 9 Además, el provecho de la tierra es para todos; el rey mismo está sujeto a los campos.
10 El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad. 11 Cuando aumentan los bienes, también aumentan los que los consumen. ¿Qué bien, pues, tendrá su dueño, sino verlos con sus ojos?
12 Dulce es el sueño del trabajador, coma mucho, coma poco; pero al rico no le deja dormir la abundancia.
13 Hay un mal doloroso que he visto debajo del sol: las riquezas guardadas por sus dueños para su mal; 14 las cuales se pierden en malas ocupaciones, y a los hijos que engendraron, nada les queda en la mano. 15 Como salió del vientre de su madre, desnudo, así vuelve, yéndose tal como vino; y nada tiene de su trabajo para llevar en su mano. 16 Este también es un gran mal, que como vino, así haya de volver. ¿Y de qué le aprovechó trabajar en vano? 17 Además de esto, todos los días de su vida comerá en tinieblas, con mucho afán y dolor y miseria.
18 He aquí, pues, el bien que yo he visto: que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Adonai le ha dado; porque esta es su parte. 19 Asimismo, a todo hombre a quien Adonai da riquezas y bienes, y le da también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce de su trabajo, esto es don de Adonai. 20 Porque no se acordará mucho de los días de su vida; pues Adonai le llenará de alegría el corazón.
Capítulo 6
1 Hay un mal que he visto debajo del cielo, y muy común entre los hombres: 2 El del hombre a quien Adonai da riquezas y bienes y honra, y nada le falta de todo lo que su alma desea; pero Adonai no le da facultad de disfrutar de ello, sino que lo disfrutan los extraños. Esto es vanidad, y mal doloroso. 3 Aunque el hombre engendrare cien hijos, y viviere muchos años, y los días de su edad fueren numerosos; si su alma no se sació del bien, y también careció de sepultura, yo digo que un abortivo es mejor que él. 4 Porque éste en vano viene, y a las tinieblas va, y con tinieblas su nombre es cubierto. 5 Además, no ha visto el sol, ni lo ha conocido; más reposo tiene éste que aquél. 6 Porque si aquél viviere mil años dos veces, sin gustar del bien, ¿no van todos al mismo lugar?
7 Todo el trabajo del hombre es para su boca, y con todo eso su deseo no se sacia. 8 Porque ¿qué más tiene el sabio que el necio? ¿Qué más tiene el pobre que supo caminar entre los vivos? 9 Más vale vista de ojos que deseo que pasa. Y también esto es vanidad y aflicción de espíritu.
10 Respecto de lo que es, ya ha mucho que tiene nombre, y se sabe que es hombre y que no puede contender con Aquel que es más poderoso que él. 11 Ciertamente las muchas palabras multiplican la vanidad. ¿Qué más tiene el hombre? 12 Porque ¿quién sabe cuál es el bien del hombre en la vida, todos los días de la vida de su vanidad, los cuales él pasa como sombra? Porque ¿quién enseñará al hombre qué será después de él debajo del sol?
Capítulo 7
1 Mejor es la buena fama que el buen ungüento; y mejor el día de la muerte que el día del nacimiento. 2 Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del banquete; porque aquello es el fin de todos los hombres, y el que vive lo pondrá en su corazón. 3 Mejor es el pesar que la risa; porque con la tristeza del rostro se enmendará el corazón. 4 El corazón de los sabios está en la casa del luto; mas el corazón de los insensatos, en la casa en que hay alegría. 5 Mejor es oír la reprensión del sabio que la canción de los necios. 6 Porque la risa del necio es como el estrépito de los espinos debajo de la olla. Y también esto es vanidad. 7 Ciertamente la opresión hace entontecer al sabio, y las dádivas corrompen el corazón. 8 Mejor es el fin del negocio que su principio; mejor es el sufrido de espíritu que el altivo de espíritu. 9 No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios. 10 Nunca digas: ¿Cuál es la causa de que los tiempos pasados fueron mejores que estos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría. 11 Buena es la ciencia con herencia, y provechosa para los que ven el sol. 12 Porque escudo es la ciencia, y escudo es el dinero; mas la sabiduría excede, en que da vida a sus poseedores. 13 Mira la obra de Adonai; porque ¿quién podrá enderezar lo que él torció?
14 En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad considera. Adonai hizo tanto lo uno como lo otro, a fin de que el hombre nada halle después de él.
15 Todo esto he visto en los días de mi vanidad. Justo hay que perece por su justicia, y hay impío que por su maldad alarga sus días. 16 No seas demasiado justo, ni seas sabio con exceso; ¿por qué habrás de destruirte? 17 No hagas mucho mal, ni seas insensato; ¿por qué habrás de morir antes de tu tiempo? 18 Bueno es que tomes esto, y también de aquello no apartes tu mano; porque aquel que a Adonai teme, saldrá bien en todo.
19 La sabiduría fortalece al sabio más que diez poderosos que haya en una ciudad.
20 Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque.
21 Tampoco apliques tu corazón a todas las cosas que se hablan, para que no oigas a tu siervo cuando dice mal de ti; 22 porque tu corazón sabe que tú también dijiste mal de otros muchas veces.
23 Todas estas cosas probé con sabiduría, diciendo: Seré sabio; pero la sabiduría se alejó de mí. 24 Lejos está lo que fue; y lo muy profundo, ¿quién lo hallará? 25 Me volví y fijé mi corazón para saber y examinar e inquirir la sabiduría y la razón, y para conocer la maldad de la insensatez y el desvarío del error. 26 Y he hallado más amarga que la muerte a la mujer cuyo corazón es lazos y redes, y sus manos ligaduras. El que agrada a Adonai escapará de ella; mas el pecador quedará en ella preso. 27 He aquí que esto he hallado, dice el Predicador, pesando las cosas una por una para hallar la razón; 28 lo que aún busca mi alma, y no lo encuentra: un hombre entre mil he hallado, pero mujer entre todas estas nunca hallé. 29 He aquí, solamente esto he hallado: que Adonai hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones.
Capítulo 8
1 ¿Quién como el sabio? ¿Y quién como el que sabe la declaración de las cosas? La sabiduría del hombre ilumina su rostro, y la tosquedad de su semblante se mudará.
2 Te aconsejo que guardes el mandamiento del rey y la palabra del juramento de Adonai. 3 No te apresures a irte de su presencia, ni en cosa mala persistas; porque él hará todo lo que quiere. 4 Pues la palabra del rey es con potestad, ¿y quién le dirá: ¿Qué haces? 5 El que guarda el mandamiento no experimentará mal; y el corazón del sabio discierne el tiempo y el juicio. 6 Porque para todo lo que quisieres hay tiempo y juicio; porque el mal del hombre es grande sobre él; 7 pues no sabe lo que ha de ser; y el cuándo haya de ser, ¿quién se lo enseñará? 8 No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte; y no valen armas en tal guerra, ni la impiedad librará al que la posee. 9 Todo esto he visto, y he puesto mi corazón en todo lo que debajo del sol se hace; hay tiempo en que el hombre se enseñorea del hombre para mal suyo.
10 Asimismo he visto a los inicuos sepultados con honra; mas los que frecuentaban el lugar santo fueron luego puestos en olvido en la ciudad donde habían actuado con rectitud. Esto también es vanidad. 11 Por cuanto no se ejecuta luego sentencia sobre la mala obra, el corazón de los hijos de los hombres está en ellos dispuesto para hacer el mal. 12 Aunque el pecador haga mal cien veces, y prolongue sus días, con todo yo también sé que les irá bien a los que a Adonai temen, los que temen ante su presencia; 13 y que no le irá bien al impío, ni le serán prolongados los días, que son como sombra; por cuanto no teme delante de la presencia de Adonai.
14 Hay vanidad que se hace sobre la tierra: que hay justos a quienes sucede como si hicieran obras de impíos, y hay impíos a quienes acontece como si hicieran obras de justos. Digo que esto también es vanidad. 15 Por tanto, alabé yo la alegría; que no tiene el hombre bien debajo del sol, sino que coma y beba y se alegre; y que esto le quede de su trabajo los días de su vida que Adonai le concede debajo del sol.
16 Yo, pues, dediqué mi corazón a conocer sabiduría, y a ver la faena que se hace sobre la tierra (porque hay quien ni de noche ni de día ve sueño en sus ojos); 17 y he visto todas las obras de Adonai, que el hombre no puede alcanzar la obra que debajo del sol se hace; por mucho que trabaje el hombre buscándola, no la hallará; aunque diga el sabio que la conoce, no por eso podrá alcanzarla.
Capítulo 9
1 Ciertamente he dado mi corazón a todas estas cosas, para declarar todo esto: que los justos y los sabios, y sus obras, están en la mano de Adonai; que sea amor o que sea odio, no lo saben los hombres; todo está delante de ellos. 2 Todo acontece de la misma manera a todos; un mismo suceso ocurre al justo y al impío; al bueno, al limpio y al no limpio; al que sacrifica, y al que no sacrifica; como al bueno, así al que peca; al que jura, como al que teme el juramento. 3 Este mal hay entre todo lo que se hace debajo del sol, que un mismo suceso acontece a todos, y también que el corazón de los hijos de los hombres está lleno de mal y de insensatez en su corazón durante su vida; y después de esto se van a los muertos. 4 Aún hay esperanza para todo aquel que está entre los vivos; porque mejor es perro vivo que león muerto. 5 Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. 6 También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol.
7 Anda, y come tu pan con gozo, y bebe tu vino con alegre corazón; porque tus obras ya son agradables a Adonai.
8 En todo tiempo sean blancos tus vestidos, y nunca falte ungüento sobre tu cabeza.
9 Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu vanidad que te son dados debajo del sol, todos los días de tu vanidad; porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo con que te afanas debajo del sol. 10 Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría.
11 Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontecen a todos. 12 Porque el hombre tampoco conoce su tiempo; como los peces que son presos en la mala red, y como las aves que se enredan en lazo, así son enlazados los hijos de los hombres en el tiempo malo, cuando cae de repente sobre ellos.
13 También vi esta sabiduría debajo del sol, la cual me parece grande: 14 una pequeña ciudad, y pocos hombres en ella; y viene contra ella un gran rey, y la asedia y levanta contra ella grandes baluartes; 15 y se halla en ella un hombre pobre, sabio, el cual libra a la ciudad con su sabiduría; y nadie se acordaba de aquel hombre pobre. 16 Entonces dije yo: Mejor es la sabiduría que la fuerza, aunque la ciencia del pobre sea menospreciada, y no sean escuchadas sus palabras.
17 Las palabras del sabio escuchadas en quietud, son mejores que el clamor del señor entre los necios. 18 Mejor es la sabiduría que las armas de guerra; pero un pecador destruye mucho bien.
Capítulo 10
1 Las moscas muertas hacen heder y dar mal olor al perfume del perfumista; así una pequeña locura, al que es estimado como sabio y honorable. 2 El corazón del sabio está a su mano derecha, más el corazón del necio a su mano izquierda. 3 Y aun mientras va el necio por el camino, le falta cordura, y va diciendo a todos que es necio. 4 Si el espíritu del príncipe se exaltare contra ti, no dejes tu lugar; porque la mansedumbre hará cesar grandes ofensas.
5 Hay un mal que he visto debajo del sol, a manera de error emanado del príncipe: 6 la necedad está colocada en grandes alturas, y los ricos están sentados en lugar bajo. 7 Vi siervos a caballo, y príncipes que andaban como siervos sobre la tierra. 8 El que hiciere hoyo caerá en él; y al que aportillare vallado, le morderá la serpiente. 9 Quien corta piedras, se hiere con ellas; el que parte leña, en ello peligra. 10 Si se embotare el hierro, y su filo no fuere amolado, hay que añadir entonces más fuerza; pero la sabiduría es provechosa para dirigir. 11 Si muerde la serpiente antes de ser encantada, de nada sirve el encantador.
12 Las palabras de la boca del sabio son llenas de gracia, mas los labios del necio causan su propia ruina. 13 El principio de las palabras de su boca es necedad; y el fin de su charla, nocivo desvarío. 14 El necio multiplica palabras, aunque no sabe nadie lo que ha de ser; ¿y quién le hará saber lo que después de él será? 15 El trabajo de los necios los fatiga; porque no saben por dónde ir a la ciudad.
16 ¡Ay de ti, tierra, cuando tu rey es muchacho, y tus príncipes banquetean de mañana! 17 ¡Bienaventurada tú, tierra, cuando tu rey es hijo de nobles, y tus príncipes comen a su hora, para reponer sus fuerzas y no para beber! 18 Por la pereza se cae la techumbre, y por la flojedad de las manos se llueve la casa. 19 Por el placer se hace el banquete, y el vino alegra a los vivos; y el dinero sirve para todo. 20 Ni aun en tu pensamiento digas mal del rey, ni en lo secreto de tu cámara digas mal del rico; porque las aves del cielo llevarán la voz, y las que tienen alas harán saber la palabra.
Capítulo 11
1 Echa tu pan sobre las aguas; porque después de muchos días lo hallarás. 2 Reparte a siete, y aun a ocho; porque no sabes el mal que vendrá sobre la tierra. 3 Si las nubes fueren llenas de agua, sobre la tierra la derramarán; y si el árbol cayere al sur, o al norte, en el lugar que el árbol cayere, allí quedará. 4 El que al viento observa, no sembrará; y el que mira a las nubes, no segará.
5 Como tú no sabes cuál es el camino del viento, o cómo crecen los huesos en el vientre de la mujer encinta, así ignoras la obra de Adonai, el cual hace todas las cosas.
6 Por la mañana siembra tu semilla, y a la tarde no dejes reposar tu mano; porque no sabes cuál es lo mejor, si esto o aquello, o si lo uno y lo otro es igualmente bueno.
7 Suave ciertamente es la luz, y agradable a los ojos ver el sol; 8 pero aunque un hombre viva muchos años, y en todos ellos tenga gozo, acuérdese sin embargo que los días de las tinieblas serán muchos. Todo cuanto viene es vanidad.
9 Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Adonai.
10 Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad.
Capítulo 12
1 Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento; 2 antes que se oscurezca el sol, y la luz, y la luna y las estrellas, y vuelvan las nubes tras la lluvia; 3 cuando temblarán los guardas de la casa, y se encorvarán los hombres fuertes, y cesarán las muelas porque han disminuido, y se oscurecerán los que miran por las ventanas; 4 y las puertas de afuera se cerrarán, por lo bajo del ruido de la muela; cuando se levantará a la voz del ave, y todas las hijas del canto serán abatidas; 5 cuando también temerán de lo que es alto, y habrá terrores en el camino; y florecerá el almendro, y la langosta será una carga, y se perderá el apetito; porque el hombre va a su morada eterna, y los endechadores andarán alrededor por las calles; 6 antes que la cadena de plata se quiebre, y se rompa el cuenco de oro, y el cántaro se quiebre junto a la fuente, y la rueda sea rota sobre el pozo; 7 y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Adonai que lo dio. 8 Vanidad de vanidades, dijo el Predicador, todo es vanidad.
9 Y cuanto más sabio fue el Predicador, tanto más enseñó sabiduría al pueblo; e hizo escuchar, e hizo escudriñar, y compuso muchos proverbios. 10 Procuró el Predicador hallar palabras agradables, y escribir rectamente palabras de verdad.
11 Las palabras de los sabios son como aguijones; y como clavos hincados son las de los maestros de las congregaciones, dadas por un Pastor. 12 Ahora, hijo mío, a más de esto, sé amonestado. No hay fin de hacer muchos libros; y el mucho estudio es fatiga de la carne.
13 El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Adonai, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. 14 Porque Adonai traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.
¿Qué es Simját Beit HaShoeivá?
Simját Beit HaShoeivá, traduce, literalmente, «el regocijo de la recolección de agua o el regocijo en el lugar de donde se obtiene el agua» – recuerda que en cada mañana de sucot, en la época del Templo, un «Nisúj Hamáim», que literalmente quiere decir «depositando-transportando el agua» se acostumbraba. Esta era una ceremonia de libación de agua, porque, como nos cuenta el Talmud, en cada Sukot, El Eterno juzga al mundo acerca de la cantidad de lluvia que va a caer, en su debido momento; esta ceremonia entonces, lo que busca es que se nos conceda la cantidad de lluvia apropiada; durante la época del Templo, esta ceremonia incluía danzas y cantos realizados por aquellas personas que eran consideradas como los más piadosos de la comunidad, en compañía de los kohanim, con antorchas encendidas y acompañados por instrumentos musicales. Hoy en día, en las yeshivot, en las sinagogas, y en los lugares de estudio, se sigue acompañando con música, danzas y algo de refrescos y alimentos, para que la ceremonia se extienda durante toda la noche; se celebra el primero de los días de Sukot.
Cuando oramos por la lluvia, en nuestra época actual, pensamos en que los niveles de los rios sean los más apropiados y que las reservas de agua mantengan los niveles que permitan un abastecimiento de agua apropiado para poder beber de ella, y para tener conciencia de cómo, a partir de la civilización, impedimos que haya adecuada absorción de este valioso líquido y como buena parte de ella se desecha por los drenajes. Además, como por medio del efecto invernadero, estamos deteriorando y destruyendo las condiciones climáticas que van a alterar la disposición del agua.
Hoshanot para Hoshaná Rabá
En el rezo matutino de «Hoshaná Rabá» se acostumbra dar vueltas alrededor de la Tebá con las cuatro (4) especies, al decir las «Hoshanot», siete (7) veces. Y luego de las Tefilot de Musaf se acostumbra hacer «Jabitat Aravá» como se aclarará en las Halajot concernientes a las Tefilot de Sukot.
1. ¿Cuál es el procedimiento para las hoshanot?
Se abre el arca y uno de los congregantes saca una Torá y la sostiene en la bimá. Los cuatro versículos introductorios son recitados, y los que tienen el set de las cuatro especies las sostienen mientras se paran en el lugar. Al recitar el siguiente párrafo la congregación gira en torno a la bimá en dirección contraria al reloj, sosteniendo las especies con las dos manos.
En Hoshaná Rabá, todos los sefer Torá son sacados del arca mientras se gira en torno a la bimá siete veces con las cuatro especies.
2. ¿Está permitido sostener las especies en una mano?
Para poder sostener el sidur, muchos sostienen las cuatro especies en la mano derecha. Sin embargo, mientras sea posible, es preferible sostenerlas con ambas manos. El sidur puede ser equilibrado en los brazos, o una copia liviana puede ser usada y sostenida fácilmente entre los dedos.
3. ¿Qué pasa si una persona no tiene su propio set de especies?
Sólo aquellos que estén sosteniendo un grupo de especies deben caminar alrededor de la bimá.
4. ¿Quién debería sostener la Torá si todos sostienen un set de especies?
Si hay una persona de duelo, él debe sostener la Torá. (Y es una mitzvá para él darle su set de especies a alguien que no tiene).
Si no hay nadie de duelo, alguien se debe ofrecer a sostener la Torá en lugar de dar vueltas a la bimá. Es una mitzvá mucho más grande sostener la Torá que caminar alrededor de la bimá.
5. ¿Cómo se recitan las hoshanot en Shabat?
Se abre el arca y los rezos son recitados parados en el lugar, sin tomar las cuatro especies.
6. ¿Cuál es el significado especial de Hoshaná Rabá?
En Sucot, Adonai dicta sentencia sobre la lluvia y son agregadas plegarias adicionales en este día para cerrar un veredicto favorable. Adicionalmente, dice en el Zohar que en éste día todos los decretos que fueron cerrados en Iom Kipur son expedidos. Una sentencia desfavorable puede todavía ser arrancada de raíz a través de un arrepentimiento sincero.
Hay una costumbre extendida de leer todo el libro de Deuteronomio en la sinagoga en la tarde de Hoshaná Rabá, y algunos se quedan despiertos toda la noche para estudiar Torá.
7. ¿Qué ramas de aravá pueden ser usadas para cumplir la costumbre de tomar un atado en Hoshaná Rabá?
Es suficiente tomar tres ramas de aravá, pero la mayoría tiene la costumbre de tomar cinco.
Lo que es casher para las aravot en las cuatro especies es también casher para esta mitzvá. En circunstancias atenuantes, es suficiente tomar una rama incluso si sólo tiene una hoja. Es una alabanza mayor el usar ramas largas.
La costumbre es amarrarlas con una hoja de lulav o una rama de sauce. Según algunas opiniones, uno no puede usar una hoja del lulav que haya sido sacada durante Sucot. Si uno no tiene una hoja de lulav o una rama de sauce, se puede atar el atado con una cuerda o un elástico, pero el atado no debe ser sostenido en el lugar del nudo.
Si uno saca aravot del atado del lulav, pueden ser usadas para esta mitzvá. Sin embargo, después que hayan sido usadas, puede que no sean casher para usarse en el atado del lulav. Esto debe ser tomado en consideración si alguna otra persona puede necesitar agitar el lulav.
8. ¿Qué se hace con las ramas?
Después de girar en torno a la bimá siete veces con las cuatro especies, las ramas son agitadas de la misma manera que las cuatro especies pero sin recitar ninguna bendición. Algunos tienen la costumbre de agitarlas un poco solamente.
Adicionalmente, son golpeadas en el piso. Se debe pegar con el atado cinco veces en el piso. Preferiblemente, después se debe pegar con ellas a una silla o algún objeto adecuado para sacar algunas hojas, pero no todas las hojas deben ser removidas.
9. ¿Puede usarse el mismo atado de aravot por distintas personas?
La costumbre es intentar conseguir por todos los meAdonai un atado para cada uno, pero si es necesario varias personas pueden usar el mismo atado.
10. ¿Qué se debe hacer con las aravot después de ser usadas?
Algunos tienen la costumbre de poner las ramas sobre el arca, mientras que otros sostienen que esto es irrespetuoso. En cualquier caso, uno se debe deshacer de ellas de una manera respetuosa y puede usarlas para otra mitzvá.
Similarmente, después de Sucot las cuatro especies deben ser tratadas con respeto y no nos debemos deshacer de ellas en la basura normal. Es elogiado usarlas para otra mitzvá y muchos tienen la costumbre de usarlas como combustible en el fuego cuando hacen matzá o cuando se quema el jametz en Érev Pesaj. Está permitido usar el etrog para hacer mermelada.
11.- Hay una costumbre de permanecer despierto durante toda la noche leyendo los libros de Devarím y los Tehilim; con ello, se está “pidiendo por una segunda oportunidad”.
HOSHANOT: DANZAS EN CÍRCULOS
La mishná Sucá (45a) estipula que durante la época del Beit HaMikdash, los Kohanim y los Leviím bajaban a un sitio llamado Motzá, muy cerca de Jerusalém, cortaban grandes ramas de la Aravá y las llevaban de regreso para ubicarlas a los lados del altar, con su parte superior inclinándose hacia el altar: mientras hacían esto, hacían sonar el Shofar con los dos sonidos clásicos de terúa y el tekía.
Esta práctica nos conduce hacia la forma actual de los Hoshanot. Una vez al día se transporta la Torá a la Bimá y se dan vueltas alrededor de ella; en algunos lugares, se suelen mencionar los diferentes nombres de Adonai mientras se realiza esta práctica. De acuerdo con el Talmud Yerushalmi, nuestro proceder actual no solo recuerda este evento, sino también a la conquista de Yerijó en la época de Yehoshúa, cuando ellos rodearon a la ciudad durante 6 días consecutivos y siete veces, el día final, para que sus paredes cayeran. Se recitan durante 7 días después de la alabanza (Halél), excepto en Shabat, para no caer en la “posibilidad” de estar acarreando objetos. Hay otra indicación para no realizar estos hoshanot: aquellas personas que están de duelo; esto no es aceptado por todo el mundo por dos razones básicas: la primera, la necesidad de estar alegres delante de Adonai y la segunda, porque se recuerda lo que se hacía en el Beit HaMikdash.
La mishná también nos dice que cada día que se realizan los hoshanot, debemos decir «ana Adonai hoshía na, ana Adonai hatzlijá na«
En la conclusión del musaf, cinco arabot, que se atan juntas, son golpeadas contra el suelo, en compañía de una oración silenciosa, para que El Todopoderoso nos selle, durante todo el año, con una abundante producción de los campos. Los Tefilín no son vestidos durante los nueve días del festival.
Hay varios piyutím que se pueden recitar durante los hoshanot, en diferente orden: El piyút «lemáan amitáj» narra acerca de la Gloria de Adonai; el piyút «even shtiá» se relaciona con el Beit HaMikdash, por lo cual se acostumbran a decir en los dos primeros días del festival (excepto en Shabat). El piyút «eerój shúi» se refiere al día de ayuno, por lo cual se acostumbra también a decir en compañía de los dos primeros. Cuando nos referimos al «adón hamoshiá,» este se dice siempre en el día antes de Hoshána Raba, porque habla de la lluvia y, la lluvia en Sukot en sí, no es considerada como una bendición; (Tratado Sucá 28b). Finalmente, el piyút de «om netzorá» habla del Shabat, por lo cual se debe decir siempre en ese día.
Es importante recordar que los hoshanot no son un mandamiento Bíblico. Es una práctica que comenzó con los profetas, que son ellos los que nos han enseñado a practicarla y, por ello se ha mantenido por más de dos mil años.
Los dos días de Sheminí Atzeret y Simjat Torá son muy preciosos. Rabino Shalom DovBer Schneerson, quinto Rebe de Jabad-Lubavitch, declaró:
Las 48 horas de Sheminí Atzeret y Simjat Torá debe ser altamente valoradas. Cada momento es una oportunidad para llenar recipientes y barrigas de tesoros materiales y espirituales. Y esto se logra a través del baile…
HOSHANOT:
Excepto en Shabat, una Torá es tomada del Arón Kodesh y llevada a la Bimá dejando el Arón abierto; estas 4 líneas son recitadas de manera responsable, por cada uno de los asistentes, en su respectivo lugar:
Hoshána, lemaanjá Adonai Elohéinu, Hoshána
Hoshána, lemaanjá boreéinu, Hoshána
Hoshána, lemaanjá goaléinu, Hoshána
Hoshána, lemaanjá dorshéinu, Hoshána.
Luego, el hoshanot del día es recitado por las personas haciendo una ronda por el lugar de reunión, con un lulav y etrog en la mano. El día de Hoshána Raba, 7 hakafot son realizadas: después de cada vuelta, hay una frase respectiva…Dependiendo del calendario, alguna de las hoshanot puede no ser recitada en HR
Hakafot-Paso a Paso
Hakafot se celebran en la víspera de Simjat Torá, y nuevamente a la mañana siguiente. En las comunidades jasídicas Hakafot, también se llevan a cabo en la víspera de Sheminí Atzeret. Las Hakafot de la noche siguen a la Amidá de las oraciones de la noche festiva, las Hakafot de la mañana preceden inmediatamente a la lectura de la Parashá (final de la Torá).
Antes de que empiece el baile, un conjunto de diecisiete versículos, llamada Ata Haraita, se canta tres veces. Tradicionalmente, los miembros de la comunidad son honrados con la conducción de la congregación en la recitación de estos versículos, en las sinagogas, donde hay mucho más feligreses que versículos, es una práctica común «rematar» los honores, cuya recaudación se destina para caridad.
Después de Ata Haraita, es costumbre de Jabad, establecida por el Rebe, cantar el siguiente versículo (Génesis 28:14): «Y tu descendencia será como el polvo de la tierra, y te fortalecerás hacia el oeste y hacia el este y hacia el norte y hacia el sur, y por tu intermedio serán benditas todas las familias de la tierra y a través de tu simiente».
Todos los rollos de la Torá se sacan del Arca. Según el Zohar, las coronas de la Torás no se deben quitar, sino que deben permanecer en los rollos durante el baile. Los miembros de la congregación son honrados con cargar los rollos (el rollo de la Torá siempre debe mantenerse sobre el hombro derecho), y el líder conduce la procesión alrededor de la bimá (mesa de lectura de la sinagoga), mientras recita oraciones breves suplicando a Adonai para el éxito y liberación, y la congregación responde del mismo modo. Esto es seguido por el canto y el baile, con los rollos de la Torá pasando de persona a persona, permititiendo a todos la oportunidad de ser los «pies de la Torá» Los niños también participan en el jolgorio, tradicionalmente bailan con banderas especiales de Simjat Torá, y a menudo echan una mirada a vuelo de pájaro de la danza mientras se sientan sobre los hombros de sus padres mientras baila. En el espíritu de alegría, no es raro encontrar a algunos adultos disfrutando de un lejaim o dos antes y durante las Hakafot.
Este proceso se repite siete veces —siete Hakafot. Después de cada hakafá (término singular para Hakafot), el Gabai (bedel) de la sinagoga anuncia: «Ad kan hakafa…» («Hemos llegado a la conclusión de la hakafa número x»), los rollos de la Torá son devueltos al arca, y se inicia las hakafa siguiente (por lo general con un conjunto diferente de personas que tienen la Torá, y un líder diferente).
El procedimiento para las Hakafot en Simjat Torá por la mañana es ligeramente diferente. Según la costumbre de Jabad, tres circuitos y medio se hacen alrededor de la bimá, recitando las plegarias para cada hakafa en el curso de la mitad de un circuito. Las siete Hakafot se llevan a cabo en sucesión sin interrupción (el Gabai no anuncia «ad kan…»), y luego son seguidas por un período prolongado de canto y baile con la Torá.
PRIMER DIA – PRIMERA HAKAFÁ DE HR |
SEGUNDO DIA – SEGUNDA HAKAFÁ DE HR |
Lemáan amitáj, lemáan britáj, lemáan galdáj vetifartáj, lemáan daatáj, lemáan hodáj, lemáan viudáj, lemáan zijráj, lemáan jasdáj, lemáan tuváj, lemáan yehudáj, lemáan kevodáj, lemáan limudáj, lemáan maljutáj, lemáan natzáj, lemáan soráj, lemáan uzáj, lemáan peeráj, lemáan tzidkatáj, lemáan kedushatáj, lemáan rejaméja harabím, lemáan shejinatáj, lemáan tehilatáj | Ében shtiá, béit habejirá, goren arnán, debír hamutzaná, har haMoriá, veHar yeraé, zebúl tifartéja. Jana David, tov hiLbanón, yafé nof mishúsh kol haáretz, kelilát yófi, linát hatzédek majón leshibtejá, navé shaanán, sukát shalém aliát shebatím, pinát yikrát, Tzión hametzuyénet, kodesh hakodashím ratzúf ahavá, shejinát kevodéja, Tel tefilot. |
Ki amárti olám jésed yebané |
Lejá zeróa et gueburá taóz yadéja tarúm yemineja |
TERCER DIA – si primer dia de sukot no es ni domingo, ni miércoles ni lunes |
TERCER DIA – TERCERA HAKAFÁ DE HR |
Eerór shuí, bebéit shaveí, guelíti betzóm pishí; derashtíja bo lehosií, hakesheibá lekól shaveí, vekúma vehoshií; zejor verajém moshií jai ken teshasheí; tov beének sheí; yajísh moshií kalé marshií, lekól od tarshií; mehér Elohéi yishái, nétzaj lehoshií; san a lehoshií; tzut tzadík moshií; kabél na shiví; romém kéren yishí; shadái moshií; tofía vetoshií. | Om aní jomá; bará kajamá, golá vesurá; damtá letamár; hajarugá aléija; venejeshébet ketzón tibjá; zeruyá béin majiseyá; jabuká udbuká baj; toénet uláj; yejidá leyajdáj; kebushá bagolá; lomédet yiratáj; merutát lehí; netuná lemakím; soléjet sibláj; aniyá soará; peduyát toviá; tzón kodashím; kehilót Yaakov; reshumím bisheméja; shoaguím hoshána; temujím aléja. |
|
Titén emét leYaakov, jésed leAbraham. |
SIEMPRE QUINTA HAKAFÁ EN HR |
SIEMPRE SEXTA HAKAFÁ DE HR |
Adam ubehemá, basár verúaj uneshamá; guíd veétzem vekarmá; demút vetzélem urkemá; hod lehébel damá; venimshál kabehemót nidmá; ziv vetoar vekumá; jinúsh penéi adamá; tiyát etzéi neshamá; yekabím vekáma; keramím veshikmá; letabel hamesuyamá; mimerót oz lesamemá; neshiá lekayemá; shijímlekomemá; adaním leatzmá; prajím lehaatzimá; tzemajím legashmá; karím lezarmá; rebibím leshalmá; shtiá leromemá, teluyá al belimá. | Adamá miherér; behemá mimeshajélet; gorén migazám; dagán midaléket; hon mimeerá; veójel mimehumá; zéit miguéshel; jitá mejagáb; téref migóbi; yékev miyelék; kérem mitoláat; sabá misaleám; adarím midalút; perót mishedafón, tzón mitzemimút, katzír mikelalá; rob mirazón; shibolet mitzínamon; tebuá mejasíl. |
Adonai Adonéinu ma adír shimjá bejól haáretz, asher tená hodjá al hashamáim |
Tzadík Adonai bejól drajáv, vejasíd bejól maasáv. |
SEXTO DIA – CUARTA HAKAFÁ EN HR |
SIEMPRE EN LA SEPTIMA HAKAFÁ DE HR |
Adón hamoshií biltéja éin lehoshía; guibor veáv lehoshía; dalotí velí yehoshía; hamoshía umatzíl umoshía; zoakéyja toshía jovéja hoshía; milaéja tashbía; yebúl lehashpía; kol sijá tadsé vetoshía; leguí kol tarsheí; megadím tamtík vetoshía; nesiím lehasía sheirím lehaguía; ananím milhameguía; potéaj yad umashbía tzemeéja; tashbía koréja toshía; rejuméja toshía; shojaréija hoshía; temiméja toshía | Lemáan itén |
NEIMÓT BEYEMINÉJA NÉTZAJ |
Lejá Adonai hagdulá vehagburá vehatiféret vehanétzaj, vehahor, ki kol bashamáim ubaáretz lejá, Adonai hamimlajá vehamitnasé lejól lerósh; vehayá Adonai lemélej al kol haáretz bayóm hahú yiyé Adonai ejád ushemó ejád ubetoratéja katuv leemor: Shemá Israel Adonai Elohéinu, Adonai Ejád Barúj shem kevód, maljutó leolám vaéd. |
HOSHANÓT PARA SHABAT – en este caso, no se hacen las hakafot, ni la Torá es tomada del Arón Kódesh: este se abre, cuando se dicen las 4 oraciones siguientes: |
Hoshána lemaanjá Adonai Elohéinu, Hoshána. Hoshána lemaanjá boeréinu, Hoshána. Hoshána lemaanjá goaléinu, Hoshána. Hoshána lemaanjá dorshéinu, Hoshána |
Cada frase de las que continúan son precedidas y culminadas con Hoshána |
Hoshána om netzurá kejaját, Hoshána
Konénet bedát néfesh meshibát
Goméret hiljót shabat
Doréshet masét shabat
Hakobáat alpáim tejúm shabat
Umeshibát réguel meshabat
Zajor veshamór mekayémet bashabat
Jashá lemahér biát shabat
Torájat kol meshishá leshabat
Kavód vaónen koréa leshabat
lebúsh ujsút mejaléfet beshabat
maajál umishté mejiná leshabat
Noám megadím megaemét leshabat
seudót shelósh mekayémet beshabat
Al shetéi kikarot botzáat beshabat
Porétet arbá reshuyót beshabat
Tzivúi hadlakát ner medaléket bashabat
Kidúsh hayóm mekadéshet beshabat
Renén shéba mefalé?et beshabat
Shibá badád korá beshabat
Tanhiléna leyóm shekuló shabat
???? ?? ????????? ????? ?????? Aní Vahó Hoshía na
Kehoshatá adám yetzír kafíja legonená beshabat kodesh hametzitó kófer vejanina, ken hoshiana.
Kehoshatá goi metzuyán mekavím jófesh deá kivínu labur shevií lenófesh ken hoshiana.
Kehoshatá haám nihágta katzón lehanejot vejók sámta vemará al mi menajot, ken hoshiána
Kehoshatá zebudeja bemidbár sin bamajané, jajmú velaktú kashishí léjem mishné, ken hoshiána.
Kehoshatá tefuléja horú hajaná bemaadám, yishar kojám vehodá lamó roám, ken hoshiána.
Kehoshatá kulkeló beonég man hameshumar lo hafáj einó vereijó lo namár, ken hoshiána.
Kehoshatá mishpetéi masót shabat gamáru, najú veshabtú reshuyót utjumím shamáru, ken hosiána.
Kehoshatá Sinai hushmeú bedibúr revií, inyán shajór vezamór lekadesh shevií, ken hoshiána.
Kehoshata pukdú Yerijó shéva lehakéf, tzarú ad ridetú beshabat letakéf, ken hoshiána.
Kehoshatá kohélet veamó bebéit olamím ritzujá bejaguegám shivá veshivá yamím, ken hoshiána.
Kehoshatá shavím oléi golá lepidión toratéja bekarám bejág yom yom, ken hoshiána.
Kehoshatá mesamjéja bebunyán shnéi hamejudásh, notlím luláv kol shivá bamikdásh, ken hoshiána.
Kehoshatá jibút aravá shabat madejím murbiyót motzá lisód mizbéaj manijím, ken hoshiána.
Kehoshatá berajót vaarujót ugbohót mealsím biftiratám yófi lejá mizbéaj mekalsím, ken hoshiána.
Kehoshatá modím umyajalím veló meshaním, kulánu ánu laAdonai veeinéinu laAdonai shoním, ken hoshiána.
Kehoshatá yékev majatzabéja sojejím beraanána ronením aní vahó hoshiá na, ken hoshiána.
Kehoshatá jeil zerizím meshartím bimnujá, korbán shabat kafúl olá uminjá, ken hoshiána.
Kehoshatá leviyéja al dujanám leharbát, omrím mizmór shir leyóm hashabat, ken, hoshiána.
Kehoshatá nijuméja vemitzvotéja, tamíd yishtaesheón urtzóm vehajalitzém beshubá venájat yevasheún, ken hoshiána
Kehoshatá shebút shibtéi Yaakov, tashúb vetashíb shabot ohaléi Yaakov, ve hoshiána.
Kehoshatá shomréi mitzvót, vejojéi yeshuót el lemoshaót, vehoshía na.
???? ?? ????????? ????? ?????? Aní Vahó Hoshía na
Hoshía et améja ubaréj et najalatéja ureém venasém ad olám; veyiyú debaréi éle asher hitjanánti lifnéi Adonai krobím el Adonai Elohéinu yomám valáila, laasót mishpát avdó umishpát amó Israel; debár yom beyomó lemáan dáat kol améi haáretz ki Adonai hu Elohim , éin od.
Otro Hoshána
Hoshána adám uveheimá, hoshana!
Hoshána basar verúaj uneshamá, hoshána!
Hoshána guid veétzem vekormá, hoshána!
Hoshána demút vetzélem verikmá, hoshána!
Hoshána hod lahével damá (hoshána) venimshál kabeheimót nidmá, hoshána!
Hoshána ziv vetoár vekomá, hoshána!
Hoshána jidúsh pnái haadamá, hoshána!…
Hoshána teluyá al bli ma, hoshána!
Sheminí Atzéret
El festival del Octavo día (noveno en la diáspora) es completamente distinto al de los otros: es decir, hay costumbres diferentes: aquí no aplica la costumbre de la Sucá ni de las cuatro especies, por lo cual no hay que decir las bendiciones aunque se coma dentro de la Sucá. Comenzamos a recitar mashív harúaj umoríd haguéshem durante el servicio de la amidá del musáf de Shemini Atzéret. Si por equivocación se llegara a decir moríd hatál, no se está obligado a repetir la amidá. No se acostumbra, en algunas sinagogas, a recitar el baréj aléinu (que es la bendición de la amidá que incluye la petición tal umatár por la lluvia, hasta Diciembre 4 ó 5.
Para poder entender el concepto de que sheminí atzéret y Simját Torá son festividades aparte de sucót, debemos revisar el siguiente concepto que nos enseñan nuestros sabios, y que dice así: Adonai proclama lo siguiente: “Cuando las naciones gentiles tienen días de fiesta, ellos abusan. Comen en exceso, beben hasta emborracharse, se vuelven frívolos y beligerantes, y generalmente actúan de modo que Me son oAdonaios.
“Al pueblo judío, sin embargo, Yo puedo dar un Iom Tov adicional sin incertidumbres. Ellos comen y beben comidas festivas de Iom Tov de buen ánimo, a fin de cumplir la mitzvá. Luego ellos entran a sus Batei Kenesiot y Batei Midrashot, recitan tefilot adicionales, y (en el tiempo del Beit Hamikdash) ofrendan sacrificio extra para Mí.”
Jabatat Aravá
1. Luego de la Tefilá de Musaf en el día de «Hoshaná Rabá», se acostumbra hacer «Jabatat Aravá«.
El sentido para esta costumbre de «Jabatat Aravá«, es por cuanto que en la época del Bet Hamikdash, la Mitzvá de la Aravá regía como «Halajá LeMoshé Misinai» (Ley de la Torá) durante los siete (7) días de la festividad de Sucot, y todos los días se rodeaba el altar una vez, y el día de Hoshaná Rabá, siete (7) veces. Y en nuestro tiempo instauraron los Sabios recordar esto en Hoshaná Rabá. Se acostumbra tomar a la Aravá sin bendecir, por cuanto que no se bendice sobre una costumbre.
Hay quienes acostumbran decir «Leshem Ijud» antes de «Jabatat Aravá«, y dentro de éste se dice «Minag Neviim» y no «Iesod Neviim», por cuanto que la Aravá es una costumbre.
Acostumbraron de acuerdo a los rabinos cabalistas tomar cinco (5) ramas de Aravá y se golpea con ellas el suelo en un lugar no embaldosado, cinco (5) veces, y cada vez se acostumbra decir «Jabit Jabit Vela Barij».
Luego de hacer «Jabatat Aravá» se acostumbra volver a la Sinagoga y decir «Nishmat Kol Jai» con canción agradable, y sin Jatimá (bendición de cierre).
2. Si le es difícil conseguir Aravot aptas para esta costumbre de «Jabatat Aravot», le es permitido desatar la unión del Lulav y tomar de allí las Aravot que acompañaban al Lulav, luego de haber concluído con la Mitzvá de las cuatro (4) especies. Pero que no las tome juntas al Lulav.
Y luego de hacer «Jabatat Aravot», le es permitido a su compañero cumplir con esto, siempre y cuando la Aravá esté completa ó como mínimo con la mayoría de sus hojas.
3. Es conveniente leer en la Perashá «Vezot Haberajá» dos (2) veces cada versículo y una vez el Tárgum (Onkelus) en el día de «Hoshaná Rabá». Y si no la leyó en el día de «Hoshaná Rabá», que lo lea en la noche de Simjat Torá ó en Shjarit de Yom Tov previo a la Tefilá.
Leyes de las plegarias de la noche de Sucot y Sheminí Atzeret
1. Es una costumbre del Pueblo de Israel rezar la Tefilá de los Iamim Tovím con melodías y cánticos, por la Mitzvá de estar alegre en la festividad.
2. Se acostumbra decir antes de la Tefilá de Arvit los Mizmorim (cánticos) «Kehaial Taaróg Al Afikéi Máim» (Tehilim 42,43) y luego se dice «Jatzi Kadish» y «Barjú», y no se dice «Ve Hu Rajúm». Si acontece Yom Tov en Shabat, se acostumbra recitar el «Kabalat Shabat» con la liturgia «Leja Dodi» y «Mizmor Shir Leiom Hashabat», previo a decir el cántico correspondiente a la festividad. Y no se dice «Bamé Madlikím».
3. En la bendición «Hashkivenu» se concluye con «Haporés Sucat Shalom» etc., y luego de esto se acostumbra a decir el versículo «Ele Moadéi Hashem Mikraéi Kódesh Asher Tikreú Otám Vemoadám». Hay quienes acostumbran pronunciar el versículo «Vaydaver Moshé Et Moadéi Adonai El Benéi Israel». Y la costumbre de los oriundos de Babel, es decir ambos versículos. Cuando cae Yom Tov en Shabat, se anteponen los versículos «Veshamerú Benei Israel Et Hashabat», y luego se dice el versículo «Ele Moadéi Hashem».
4. En la Amidá de Yom Tov se concluye en la bendición «Ata Bajartánu»: «Baruj Ata Hashem Mekadésh Israel Veazmaním» («Bendito eres Tú, Adonai, que santificas a Israel y a las festividades»), más si se equivocó y la terminó diciendo sólo «Mekadesh Israel» solo, cumplió igualmente. Si acontece Yom Tov en Shabat se debe recordar al Shabat en el medio de la bendición «Ata Bejartanu», y se concluye: «Baruj Ata Hashem Mekadesh Hashabat VeIsrael Veazmanim» («Bendito eres Tú, Adonai, que santificas al Shabat, a Israel y a las festividades»). Y si se equivocó y dijo «Mekadesh Israel Veazmanim» y no recordó al Shabat: si lo recordó en el lapso que podría decir «Shalom Aleja Rabi» vuelve y dice «Mekadesh Hashabat, VeIsrael Veazmanim».
Más si se pasó de este lapso de tiempo, no vuelve, por cuanto que ya recordó al Shabat en el medio de la bendición. si en Yom Tov que acontece en Shabat se equivocó y terminó con «Mekadesh Hashabat» solamente, si se acordó en el lapso de tiempo mencionado anteriormente, no vuelve, ya que ya recordó al Yom Tov en el medio de la bendición.
5. Si acontece la noche de YomTov en Motzaei Shabat (el segundo (2°) día de Yom Tov en la diáspora) se dice «Vatodienu» en la bendición «Ata Bejartánu». Si se olvidó y recordó hacerlo después de haber recitado la mitad de la bendición, vuelve y la repite. Si concluyó la bendición y dijo «Baruj Ata Adonai», incluso que todavía no haya dicho «Mekadesh Israel Vehazmaním», no repite, por cuanto que puede hacer luego la Havdalá. Y las mujeres que se olvidaron y no dijeron «Vatodiéinu» en la Amidá, cuando enciendan las velas previo a la Seudá que digan antes: «Baruj Amavdil Ben Kodesh Lekodesh» («Bendito El que distinguió entre lo Santo») sin Shem Ni Maljut (es decir sin decir «Baruj Ata Adonai Elohéinu Mélej Haolam»).
6. El que reza en Yom Tov y cuando llega a la bendición «Modim» duda si luego de haber dicho «Yaalé Veyavó» en el medio de la bendición «Ata Bejartánu», siguió como corresponde, es decir pronunciando «Veasienu» y concluyó la bendición correctamente ó tal vez siguió con «Amajazir Shejinato Letzion» (como lo hace en los principios de mes y en Jol Hamoed) y se dio cuenta que no concluyó «Ata Bejartánu», debe volver y decir «Veasienu», y continuar de ahí en adelante el orden. No se aplica sobre esto la regla general «cuando hay duda sobre una bendición no se dice», por cuanto que en las Tefilot normalmente concluye con «Hamajazir Shejinató LeTzión» luego de «Yaalé Veyabó».
7. Luego de la Amidá, el Jazán dice Kadish «Titkabal». Si cae la noche de Yom Tov en Shabat, se dice después de la Amidá, «Vaiejulu», luego el Jazán pronuncia «Berajá Meéin Sheva», y luego dice Kadish «Titkabal». Después del Kadish se acostumbra decir el Salmo «Shir Hamaalot Ledavid Samajti Behomrim Li» (Salmo 122). Y se dice Kadish «Yehé Shelamá» y «Aléinu Leshabéaj».
8. Los que acostumbran decir el Kidush en la Sinagoga en las noches de Shabat y Yom Tov, que no lo hagan en la noche de Sucot, porque en esta noche todos deben comer un (1) Kazait de pan y no se hace el Kidush sino en el lugar que uno va a comer. Pero si hay una Sucá en el patio de la Sinagoga, y hay quienes comen allí, se hace el Kidush en la Sucá.
Orden de las Tefilot (plegarias) de Sheminí Atzeret
SHEMINI AZERET es una fiesta de YOM TOV que a pesar de estar ligada con SUCOT es independiente de ésta. Por lo tanto, en el KIDUSH de la noche se dice SHEHEHEYÁNU.
En SHEMINI AZERET (en la Diáspora) sigue la obligación de comer en la SUCA, sin decir la BERAJA de LESHÉV BASUCÁ. El segundo día de SHEMINI AZERET que es SIMJÁT TORA, se entra a la casa para comer.
9. Previo a las plegarias de Arvit en la noche de Sheminí Atzéret se dice el Salmo «Lamenatzéaj Al Hasheminit» (Salmo 12). Y luego se dice «Jatzi Kadish» y «Barejú» y no se pronuncia «Vehú Rajúm». Y se sigue con el ARVIT de noche de YOM TOV como en SUCOT, con la diferencia de que se dice en la AMIDA: BEYOM SHEMINI HAG HAAZERET HAZE, BEYOM TOV MIKRÁ KÓDESH HAZÉ. . Después de la AMIDA se dice medio KADISH, SAMAHTI(122), KADISH YEHE SHELAMA RABA, BAREJU, ALENU LESHABEAJ, YIGDAL.
Si acontece Yom Tov en Shabat, se acostumbra decir «Kabalat Shabat» con el cántico «Leja Dodi», y «Mizmor Shir Le Yom Hashabat» previo a recitar el Salmo correspondiente a la festividad. Y no se dice «Bamé Madlikín».10. En la Amidá de Sheminí Atzeret se dice «Et Yom Sheminí Jag Atzéret Hazé» («El octavo (8°) día de esta solemnidad de santa convocación») (y en Shabat: «Et Yom Hashabat Haze Veét Yom Sheminí Jag Atzeret Hazé», «Este Shabat y este octavo día de esta solemnidad y santa convocación»). Y si se equivocó y dijo «Et Yom Jag Hasucot Hazé» («Esta fiesta de las cabañas»), en la noche de Sheminí Atzeret ó en el día, en Israel ó en la diáspora, no cumplió con su obligación; si lo recordó en el medio de la bendición, ó en la bendición que le sigue, vuelve a «Atá Bejartánu» y si ya había concluído con la Amidá, vuelve a recitarla.
La norma para el Kidush es que si se equivocó y dijo «Et Yom Jag Hasucot Hazé», no cumplió.
11. Shajarit de sheminí atzéret
l. Se dice SHAJARIT como en SUCOT con HALEL LIGMOR, seguido de KADISH TITKABAL. Se sacan 2 SIFRÉI TORA. En el primero se lee la Perashá de KOL HABEJOR (Devarim, Ree, 15:19-final) con 5 personas, Si cae en Shabat se añade el trozo de Perashá anterior ASER TEASER (Devarim, Ree, 14:22-final) y se llaman a 7 personas. Al segundo Sefer Torá llaman al MAFTIR y se lee la PERASHA de BAYOM HASHEMINI (Bamidbar, Pinjas, 29:32-final). Después de la lectura de cada Sefer Torá, se dice medio KADISH.
La HAFTARÁ es VAYEHÍ KEJALOT SHELOMO (Reyes, I, 8:54-final).
Después de la HAFTARÁ se dice TIKUN HAGUÉSHEM, MASHIV HARÚAJ UMORÍD HAGUÉSHEM, ASHRE, YEHI A., MIZMOR LEDAVID al acompañar el Sefer Torá al Hejal, JATZÍ KADISH, MUSAF (como en los demás MOADIM, solo que se empieza a decir MASHIV HARÚAJ) KADISH TITKABAL, EN KELOÉINU, PITÚM HAKETÓRET, TANA REBE ELIYÁHU, KADISH AL ISRAEL, BAREJÚ, ALÉINU LESHABÉAJ.
LA MINJÁ es la misma que en los demás YAMÍM TOVÍM,
Simját Torá
Simját Torá se celebra, en Israel, en el mismo día de Sheminí Atzéret; en la Diáspora se celebra al día siguiente. Esta es la oportunidad para concluir la lectura de la Torá y comenzar nuevamente el ciclo de la lectura; se lee de tres libros diferentes: en el primero, se concluye la lectura: con el segundo, se recita el Bereshit y con el tercero, el maftír del día. Aunque normalmente se recita el kadish después de la lectura del Séfer Torá, en esta ocasión no se hace, para no interrumpir la conclusión ni el inicio del ciclo.
Tres jataním (novios – esposos – de la Torá) son designados para la lectura; El Jatán Meoná que lee la porción que precede a la porción con que se concluye la lectura, el Jatán Torá que la concluye, y el Jatán Bereshit que comienza desde el principio, el ciclo de la lectura de la Torá.
Se acostumbra a que haya muchas aliot en este día, incluyendo allí a los niños, con la intención de fomentarles el amor a la Torá. Los niños más pequeños son usualmente enviados en grupo en compañía de un niño mayor que le conduzca la bendición: Hay quienes ceden las aliot extras antes de la del Jatán Meoná quien usualmente suele ser el número 5 del orden de aliot.
Este día es una celebración especial: los rabinos suelen danzar, con los asistentes, con la Torá y rodeando la Torá siete veces, tanto de día como de noche; en algunos lugares, el Séfer Torá se lleva al exterior, para aumentar la celebración.
Las Hakafot de Simjat Torá
1. Luego del rezo nocturno de Sheminí Atzeret (y fuera de Israel en el segundo (2°) día de Yom Tov que rige para la diáspora) se sacan Sifré Torá del Ejal (Arón Hakodesh), y se rodea la Teba (atril) siete (7) veces, y se canta, baila y se está alegre en honor a haber concluido con la lectura de las Perashiot (porciones de lectura semanales) de la Torá. Es la Mitzvá aplaudir y bailar incluso en Yom Tov que acontece en Shabat, porque es para honrar a la Torá.
Es correcto que todo hombre trate de alegrarse, de bailar y cantar con toda su fuerza en honor a la Torá, y como fue dicho sobre «David Hamelej», «Vedavid Mejarker Vejol Oz Lifnei Adonai» («Y David brincaba con toda su fuerza frente a Adonai») el Midrash explica que esto se refiere a que el Rey David golpeaba sus manos y aplaudía, y esto para demostrar nuestro gran amor a la Santa Torá. Y acostumbran hacer las Hakafot de Simjat Torá también después de los rezos de Musaf, y otros acostumbran hacerlas antes de Musaf. Y así acostumbran hacer las Hakafot y los bailes luego de Minjá y luego «unas segundas (2°) Hakafot» en MotzaéiYom Tov.
2. Está permitido sacar los Sefer Torá a una calle de la ciudad para bailar y cantar en honor a la Torá en el día de Simjat Torá. Si acontece Yom Tov en Shabat, no se pueden sacar los Sefer Torá a una calle de la ciudad en un lugar que no hay Eruv (por cuanto que no se puede cargar). Y está permitido sacar los Sefer Torá a una calle de la ciudad también en Motzae Yom Tov para las «Segundas (2°) Hakafot«.
3. No se pueden usar instrumentos en honor a Simjat Torá. Pero en Motzaéi Yom Tov, cuando se hacen las «segundas (2°) Hakafot«, es correcto traer instrumentos y aumentar la alegría de Simjat Torá.
No se puede permanecer sentado en la Sinagoga en el momento en que se saca la Torá y se baila con ella. E incluso entre Hakafá y Hakafá no se puede sentar para descansar. De todos modos un enfermo ó anciano que no puede pararse por tiempo prolongado, le es permitido sentarse entre Hakafá y Hakafá.
4. En el KIDUSH de la noche de SIMJÁT TORA se dice también SHEHEHEYÁNU.
Anécdota para Simját Torá:
La última letra de la Torá es “lamed” (de la palabra “Israel”). La primera letra de la Torá es “bet” en “BeReishit” (al principio). Estas dos letras juntas forman la palabra “lev – corazón”. La Torá es el corazón del pueblo judío y demanda que nos veamos como un solo corazón, pulsando, latiendo y trayendo vida a nuestro mundo y a cada uno de sus habitantes.
CUENTO: FUNDÁMONOS CON LA TORÁ EN UN SOLO CUERPO
“Una interpretación jasídica cuenta que en realidad no es que bailamos con el Sefer Torá, sino que la Torá está tan contenta en esta fiesta que le dan unas ganas locas de bailar. Cuando bailamos con ella nos convertirnos en sus pies. Lo profundo de esta explicación radica en que al convertirnos en ‘los pies de la Tora’ mostramos que nuestro amor a ella es tan grande, que en su fiesta nos fundimos con la Torá en un solo cuerpo.
A todos nos debe parecer que la Torá y nosotros tenemos algo en común; esas ganas locas de bailar y por lo que pensamos: ¡que sería lindo prestarle mis pies!
La fiesta siempre estará cargada de alegría y emociones, y todos los miembros que nos encontramos presentes tendremos la oportunidad de regocijarnos bailando con la Torá alrededor de la Bimá, hasta cumplir con las siete Hakafot o procesiones en círculo. De igual forma, cada uno de nosotros también tendrá la oportunidad de tener su propia aliá. En esta fiesta hay una aliá especial, “Kol Haneharim” que es cuando todos los niños menores de 13 años, son llamados a la Torá, mientras cuatro adultos sostienen el talit para cubrirlos a todos.
El momento más emotivo es cuando las Jataním y las Kalot son llamados para hacer su aliá. La ceremonia simula una boda, con un talit formando una jupá sobre la Torá. Los Rabinos recitan un Piut (poesía litúrgica) para llamarnos a cada una por separado.
Este poema es una requisición de permiso al todopoderoso y reverenciado, para que nos permita llegar a este día de regocijo con la Torá. De igual forma, solicita el permiso a la Torá, como nuestro más preciado tesoro, cuya inspiración nos sostiene con fe, nos llena de esplendor, vida y seguridad, trayendo alegría a nuestros corazones, luz a nuestros ojos, y felicidad a nuestras vidas cuando incorporamos sus valores en nuestro caminar. El permiso es para que sea llamado el Jatán o la Kalat Torá a subir y sea leída la bendición que precede a la última parashá de Deuteronomio / Devarím.
La congregación se pondrá de pie al escuchar nuestros nombres hebreo y cuando sea leída la parashá correspondiente.
El servicio finaliza; todos hemos cargamos los Sifrei Torá, y como en una boda, nos hemos fundimos con la Torá en un solo cuerpo para continuar bailando y celebrando la fiesta de la alegría de la Torá. Entre canciones, risas, abrazos y lágrimas nos despedimos así del mes de Tishrei, un período intenso de festividades, pero que nos permite pasar más tiempo en presencia de Adonai.
Yaalé veyabó (que llegue ante Adonai nuestro recuerdo) se recita en cada amidá.
Eloheinu veElohéi abotéinu yaalé veyabó veyaguía veyeraé veyeratzé veyeshamá veyifkéd veyizajér zijronéinu vezijrón abotéinu.
Zijrón Yerushaláim iréja, vezijrón Mashíaj ben David avdeja, vezijrón kol améja béit Israel lefanéja lepelitá, le tová lején lejésed ulerájamim, lejaím tovím uleshálom beyóm
En el rosh Jodesh:
Rosh Jodesh hazé
En el Jol hamoéd de Pesaj: Jag hamatzót hazé, beyóm mikra kódesh hazé
En el Jol hamoéd de Sucot: Jag hasukot hazé, beyóm mikra kódesh hazé.
Lerajém bo aléinu ulehoshiéinu.
Zejréinu Adonai Eloheinu bo letová ufakdéinu bo librajá. Vehoshiéinu bo lejaím tovím, bedibár yeshuá verajamím; jus vejanéinu vajamól verajém aléinu, vehoshiéinu ki eléja einéinu, ki el mélej janún verajúm atá.
Conclusión:
Soy judío y me siento orgulloso.
Nos hemos hecho partícipes, en el año anterior, de las experiencias que el mismo que Moshé tuvo cuando recibió la Torá en el Monte Sinaí hasta su partida definitiva de este mundo, en el Monte Nebo, hemos experimentado las peripecias de nuestro pueblo que deambuló durante cuarenta años por el desierto. Vimos y vivimos las leyes, los errores, quejas, la rotura de las tablas, el acontecer de espías, las plagas y toda una gran variedad de dramas que si pertenecieran a una película o a una obra teatral, serían como para morderse las uñas,y fue todo lo que nosotros, en compañía de nuestros antepasados, vivimos en el recorrido histórico desde las pirámides a la tierra de Israel. Cada véz que nos detenemos a lectura de la Torá cada sábado por la mañana es, una experiencia entretenida y educativa.
Y a medida que comenzamos cada ciclo de nuevo, contenemos la respiración, y nos hacemos conscientes de la jornada que ha de venir, para preguntarnos: ¿Qué lecciones, ideas e inspiración podremos obtener de nuestros patriarcas y matriarcas la próxima vez?
Para eso llega el mes de Tishrei y, cuando este mes llega a su fin, empezamos a mirar hacia atrás en el mes más poderoso del año —donde declaramos que aceptamos la soberanía de Adonai en Rosh HaShaná, pedimos, suplicamos e imploramos por el perdón en Yom Kipur, la unión con El Eterno y nuestros hermanos judíos en Sucot, la danza de nuestras almas y nuestros pies en Simjat Torá —ahora es el momento de declarar nuestro orgullo por nuestra condición de judío, porque recordamos las últimas palabras de Moshé en su despedida:
«Afortunado eres, oh Israel…»
Empezamos entonces a entender que no es difícil ser un judío, ni es una carga que debe llevarse.
Que el secularismo, la asimilación, y el odio hacia y por uno mismo no son el mejor camino para un judío.
Más bien consideremos…
¡Que, tenemos la suerte de ser judío!
¡Que, aunque vivamos un infierno en la tierra para los próximos tres milenios, siempre debemos y podremos mantener la cabeza en alto!
¡Que ser judío es un regalo, un motivo de alegría, un pedazo de cielo!
¡Que la Torá y las mitzvot son una bendición. Ellos nos conectan con nuestro Creador, y transforman este mundo en un lugar mejor para toda la humanidad.
Por eso debemos decir,
¡Soy judío y me siento orgulloso!
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Sea Tu voluntad, Adonai Elohéinu, nuestro Señor y Señor de nuestros padres, que tal y como hemos sido merecedores de sentarnos en nuestras sucot, así merezcamos también sentarnos el próximo año en la Sucá construida con la piel del Leviatán. ¡LeShaná Habaá Birushalaim! ¡El próximo año en Jerusalém! Amén.
¡¡Tizkú LeShanim Rabot!!
Derechos de autoría intelectual ® 2010
Elaborado por grupo 321judaismo.com
Terminado de redactar el 20 de Tishrei de 5771.
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