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El culto al agua: ¿Es importante?

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El culto al agua: ¿Es importante?

¿Que es el culto al agua?

Al hablar del culto al agua, tenemos que recordar que, hace más de dos mil años el pueblo judío celebraba, en los días de Sukot, una tradición que hoy la conocemos como el Simját Beit HaShoeivá, que traduce, literalmente,  «el regocijo de la recolección de agua o el regocijo en el lugar de donde se obtiene el agua» Esta tradición nos recuerda que en cada mañana de sukot, en la época del Templo, había una ceremonia llamada «Nisúj Hamáim», que literalmente quiere decir  «depositando-transportando el agua».

Esta era una ceremonia de libación de agua, que salía de la Breijat HaShiloá, en la Ciudad de David, en peregrinaje hacia el Bet HaMikdash porque, como nos cuenta el Talmud, en cada Sukot, El Eterno juzga al mundo acerca de la cantidad de lluvia que va a caer, en su debido momento; esta ceremonia entonces, lo que busca es que se nos conceda la cantidad de lluvia apropiada;  durante la época del  Templo, esta ceremonia incluía danzas y cantos realizados por aquellas personas que eran consideradas como los más piadosos de la comunidad, en compañía de los kohanim, con antorchas encendidas y acompañados por instrumentos musicales.

Hoy en día, en las yeshivot, en las sinagogas, y en los lugares de estudio, se sigue acompañando con música, danzas y algo de refrescos y alimentos, para que la ceremonia se extienda durante toda la noche; se celebra el primero de los días de Sukot.  La Mishná, en el Tratado Suká dice: «Aquel que no ha visto la alegría de la ceremonia de Nisuj Hamáim, no ha visto felicidad en su vida.»

Hoy en día, y  en nuestra situación actual, cuando oramos por el agua, pensamos en que los niveles de los ríos sean los más apropiados para que las reservas de agua mantengan los niveles que permitan un abastecimiento de agua apropiado para poder beber de ella, y en las proximidades de Sukot, cuando cambiamos nuestra oración hacia el “Mashiv ha rúaj umoríd haguésehem” (Quien mueve el viento y hace descender la lluvia), es cuando más caemos en cuenta de la utilidad de este vital líquido; sin embargo, vemos como, con cualquier tipo de desarrollo moderno, impedimos que haya adecuada absorción de este valioso líquido y vemos también, como buena parte de ella se desecha por los drenajes;  como por medio del efecto invernadero, estamos deteriorando y destruyendo las condiciones climáticas las cuales, en ultimas, van a alterar la disposición del agua.

También vemos como la mayoría de las políticas ambientales y ecológicas, de las naciones así como también las medidas de protección de cuencas y ecosistemas, son muy superficiales y poco relevantes ante la disposición de un recurso que no es 100% renovable y que las estadísticas del mundo entero muestran que poco menos del 3% del agua que existe en nuestro planeta es agua dulce; es tan preocupante este dato, que la La Red Internacional de Agua, Medio Ambiente y Salud estima que, dos tercios de la humanidad padecerá escasez de agua potable en el 2025, aunque existan fuentes como El Acuífero Guaraní, el cual es un reservorio subterráneo de agua dulce que se extiende por debajo de la superficie de parte de la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, que ocupa un territorio de aproximadamente 1.200.000 km², con estimados de capacidad de sostener la población del mundo durante 200 años y El Glaciar Perito Moreno está ubicado en Argentina, entre los grados 47º y 51º de latitud sur, entra también a competir como una de las reservas de agua dulce más importantes del mundo. Además, tenemos datos que, los países como Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela  que comparten la cuenca amazónica, tienen en su haber, el 16% de las reservas de agua dulce de superficies mundiales.

Además se cuenta con la fuente de agua subterránea más grande y pero a su vez, la menos conocida, es la del Sistema Acuífero Nubiano[1],  con una extensión de 2.200.000 km², ubicado en el subsuelo de Egipto. Libia, Sudán y Chad, con la característica de ser de origen fósil.

Publicaciones que surgen a diario, nos ofrecen, cada vez más, datos poco alentadores relacionados con el consumo y cuidado del agua: datos como que los países ricos consumen, por término medio 12 veces más agua que los países pobres.

La ONU sostiene que las grandes ciudades europeas pierden hasta el 80% del agua debido a fugas en sus cañerías. En Yakarta, Indonesia, se gastan más de 50 millones de dólares cada año en hervir agua para uso doméstico.

El 78% de los ríos en China contienen agua no potable, según el propio gobierno. De los países en vías de desarrollo, más del 90% de las aguas residuales van directamente a los lagos, ríos y costas, sin depuración previa.

De las 3,119 ciudades que tiene la India, el segundo país más poblado de la Tierra, tan sólo ocho disponen actualmente de un sistema completo de tratamiento y depuración de aguas residuales; el informe de que el lago Chad, en África, que redujo sus reservas en los últimos diez años, de 18 mil kilómetros cuadrados a sólo 3.900 unidades.

Otra situación tiene que ver con el fenómeno de El Niño, el cual tiene un efecto multiplicador sobre el deshielo en Los Andes suramericanos, haciendo que las precipitaciones disminuyan  y con ello la atmósfera se recalienta, haciendo que la capa de nieve disminuya, y a su vez,  se acelera la pérdida de masa helada; que la minería (legal)  a través de procesos de evaporación, infiltración, y secado del concentrado previo a la fusión, produzca grandes pérdidas de las reservas de agua, sin contar con los momentos en los que, agentes químicos como el cianuro y el ácido sulfúrico, usados por las mineras para la separación del material deseado del material en bruto, se derraman, gotean o se trasladan a un cuerpo de agua cercano; también la a la erosión, que se crea con las excavaciones y la construcción de caminos perturba el suelo, contribuyendo a alterar la vegetación y el hábitat de la fauna, los organismos acuáticos en los sitios de trabajo.

En resumen, vemos que en todo el mundo se está haciendo un mal uso de enormes cantidades de agua con subvenciones agrícolas inapropiadas, sistemas de riego ineficientes, fijación inadecuada de precios, ordenación ineficiente de las cuencas hidrográficas y otras prácticas no adecuadas.

Parece que esto nos preocupa muy poco en casi que cualquier país tanto desarrollado, como en vías de desarrollo: sin embargo, si nos vamos al Israel de hace más de tres mil años, encontramos que, allá, en Israel, sólo existe una temporada limitada de precipitaciones, por lo cual siempre fue de vital importancia, considerar el abastecimiento de las fuentes de agua, especialmente las que tienen su origen a partir de las aguas lluvias,  para que se incluyera  tanto en las oraciones convencionales, como en ceremonias y en los ayunos públicos en épocas de escasez, como está escrito: “pues no había hecho llover El Eterno sobre la tierra, y hombre no había para labrar la tierra”

También es preocupante que haya poco interés en muchos países, especialmente en aquellos en vía de desarrollo, en que se construyan sistemas de captación de aguas lluvias. Dichos sistemas de captación del agua de lluvia (conocido por su sigla SCALL[2]), y que tiene como objetivo primordial proveer de dicho líquido exclusivamente para uso doméstico, es un sistema simple, que cuenta con cisternas construidas con diversos materiales y, gracias a ello, se presenta una opción para hacer frente a la escasez de agua, con técnicas sobre captación y aprovechamiento del agua de lluvias que están documentadas desde hace más de 5000 [3]años, vemos como, no se utilizan las tecnologías de captación del agua de lluvia de los techos y de los pisos, algunos países y zonas (Islas Vírgenes, Barbados y las Islas Turcos y Caicos) cuentan con legislación y normatividad para captar la lluvia logrando la autosuficiencia.

Como dato adicional podemos decir que si el hombre sabe aprovechar el ciclo hidrológico del agua, a través del proceso de evapotranspiración de las plantas, podría aprovecharse este liquido: un documento del ICA (International Center for Aquaculture) dice el que de una hectárea de maíz, podrían obtenerse, a través de la evaporación, entre 7000 a 10000 galones de agua.

Podríamos decir que si sumamos unas medidas que hagan optimizar la recolección de aguas lluvias, sumadas a la enorme disponibilidad de agua dulce que tienen los depósitos subterráneos, serían la solución al problema y, que no deberíamos preocuparnos por ello: el problema está en que algunas personas también están preocupadas acerca del uso del agua subterránea y gracias a ello elaboran materiales que no brindan tranquilidad: para muestra de ello, está el informe de la UNESCO, y su filial, Programa Hidrológico Internacional (IPH por sus siglas en inglés) en el estudio denominado, SERIES ON GROUNDWATER NO. 6 presenta los siguientes “datos aterradores”

  • Los investigadores de los EUA reportan acerca de la presencia del metil-3- butil éter (MTBE[4] por sus siglas en inglés) en el agua potable. De acuerdo con Stern et al. (1997), aproximadamente el  5% de la población consume agua con alta concentración de esta sustancia. (700 to 14,000 ppm).
  • Estudios provenientes de Taiwán revelan una correlación directa entre el cáncer de colon y los niveles de agua “endurecida” que beben sus habitantes, del sistema local.
  • En 98 ciudades y poblados de la prefectura de Hyogo, en Japón, los investigadores encontraron una relación positiva entre el cáncer de estómago y la presencia de sales de calcio y magnesio para “endurecer” el agua potable, que se obtiene de las fuentes subterráneas.
  • En Moscú, en algunas Fuentes de agua subterránea, se ha encontrado concentraciones inusualmente altas de estroncio, cuyos niveles superan los 7mg/l permisibles, llegando hasta 30-40mg/l.

 

El problema radica en que nosotros, los hombres modernos y citadinos, encontramos en la lluvia, algo incómodo puesto que no nos permite realizar nuestras actividades cotidianas, en forma normal; es decir, somos inconformes con algo que en el judaísmo suele ser considerado como una bendición y por ese mismo motivo, solemos prestarle poca atención a un fenómeno que permite, en forma natural, (sin contar con las lluvias ácidas) reciclar este líquido y que la Torá nos habla, en estas fechas, de la felicidad que es, recibir la lluvia: por este mismo inconformismo nos quejamos también cuando la lluvia provoca inundaciones, que acaban con cosechas, caminos, producen cortocircuito en las comunicaciones, etc. Y con mayor razón, nos “fastidiamos” cada vez que llueve…

Además, de la misma manera como nos enseñan nuestros sabios que, la actitud de un judío modifica no solo su entorno cercano sino también distante, la lluvia, que se acumula en un sitio, puede llevar a fenómenos de de diversa índole, en cualquier otro lugar del planeta… y de allí, se aprende la importancia de cuidar este vital líquido.

Con este artículo no se pretende que retornemos a los festivales realizados en las épocas del templo, pero sí que tomemos conciencia que, el agua debemos cuidarla y” rendirle el culto que se merece”, y con mayor razón si recordamos enseñanzas de nuestros sabios que dicen que La Torá es un manantial de agua viva: la Torá se convierte entonces, en un elemento tan vital para la existencia de cada  judío, tanto en forma individual como grupal,  del mismo modo como lo es el agua para cualquier ser humano.

Y son estos días en los cuales debemos reflexionar acerca de lo que somos, lo que tenemos en nuestras manos y cómo debemos de cuidar de ello…

Jag Saméaj.

 

Artículo terminado de elaborar el 25 de octubre de 2011 – 27 de Tishrei de 5772

 

Articulo con derechos reservados de autoría intelectual © para  www.321judaísmo.com pero con posibilidad de ser copiado y distribuido de cualquier forma, sea electrónica o mecánica, siempre y cuando se cumpla con las siguientes condiciones:

la primera que sea para uso personal y no con finalidad lucrativa;

la segunda, que no se alteren ni se modifiquen las bendiciones ni mucho menos la palabra de la Torá:

la tercera, se pide que se cite a la fuente, en cada una de las distribuciones que se le haga a este material.

La cuarta es que en caso de impresión, si el texto se daña, no lo destruya: entiérrelo, tanto por razones ambientales como halájicas.

 


 

 

 


[1]Hoy en día constituye parte del sistema de recolección de agua denominado GMRP (por sus siglas en inglés) construido por el gobierno Libio entre los años de 1980 al 2005.

 

[2]Su viabilidad técnica y económica está catalogada en primera instancia por la pluviosidad de la zona y por el uso que se le de al recurso.

[3]Científicos de la Universidad de Bohn y del Instituto Nacional de Arqueología e Historia de México, han descubierto, en el año 2009, que los mayas, en la ciudad de Uxul, tenían piscinas de almacenamiento de agua llamadas “Chultuns”; Por otro lado, en el Desierto del Neguev en Israel, también se han descubierto sistemas de más de 4000 años de antigüedad, que permitían el “desmonte” de algunas colinas para que pudiera, por gravedad, circular el agua.

[4] Es un líquido volátil, inflamable, incoloro que no se mezcla con el agua, con olor a  menta, recordando al dietil eter, produciéndole un sabor poco placentero al agua. El MTBE es un aditivo para la gasolina que la oxigena y sirve para aumentar el  octanaje.

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