Maoz Tzur Exilio Babilonia – Persia – Asiria
Continuamos la serie de Maoz Tzur – su significado y los exilios…
El nieto de Nevujadnetzar, Beltshatzar, realizó una pomposa fiesta cuando se cumplían 70 años desde el establecimiento del imperio de Babel.
El creía que, el hecho de que los judíos seguían sometidos, significaba que El Eterno los había abandonado y que ya no serían redimidos.
Para demostrar su creencia en que el Bet haMikdash ya no volvería a construirse, sacó los utensilios sagrados del botín de Jerusalém y los utilizó para su fiesta.
En medio de esa celebración, apareció una mano misteriosa que escribió sobre la pared (en cuatro palabras enigmáticas que sólo el profeta Daniel pudo descifrar) que el reino de Beltshatzar estaba destinado a sucumbir.
Efectivamente, de inmediato, el reino de Babel cayó a manos de los persas.
Koresh (Ciro) permitió a los judíos volver al reino de Yehudá y construir su Bet HaMikdash.
Algunos judíos lo hicieron en compañía de Sheshbatzar, quien pertenecía a la estirpe del rey David y con él un grupo de distinguidas personalidades que se asentaron entre las ruinas de la ciudad y comenzaron a reconstruir la ciudad de Jerusalém;
Otros lo hicieron junto a Zerubavel ben Shaltiel.
Desafortunadamente, la mayoría se quedó en Babel y en las otras provincias que componían el imperio persa de entonces.
Dadas las acusaciones de los vecinos samaritanos, quienes eran los nuevos pobladores que se habían instalado en Israel durante su ausencia, no se les permitió participar de la construcción del Bet HaMikdash , “hasta nuevo aviso”.
Fue durante este exilio que sucedió el milagro de Purim.
Gracias a este milagro, no debemos de olvidarnos del protagonismo que le corresponde a Mordejai, en dicha historia.
Más tarde, los persas permitieron que se continúe con la edificación del Bet haMikdash.
Esto fue lo que se conoció como la «declaración de Siró» que permitió se concluyera dicha construcción, bajo la guía de personajes como Ezrá haSofer,
El fue quien organizó un cambio religioso y social cuya principal finalidad era que el pueblo de Israel, que se encuentra en Jerusalém y Iehudá, retorne a los preceptos y a la religión…
Además, Nejemiá, con declaraciones como: «Ven y construyamos las murallas de Jerusalém»;
Gracias a su carisma él supo cómo atraer los corazones del pueblo y teniendo éxito en su cometido.
Estos eventos permitieron la formación de la Gran Asamblea (Anshei Kneset haGdolá),
La que tuvo entre sus filas a los últimos profetas de Israel: Zejariá, Jagai y Malají.
En aquella época fue cuando se concluyó el TaNa”J.
Ezrá haSofer fue, asimismo, el primer Cohen Gadol (Sumo Sacerdote) del nuevo Bet haMikdash.
Continuará con la dispersión griega
Revisado y reeditado 08 de noviembre de 2018 – 30 de Jeshvan de 5779