EL EGO
El ego desde la óptica judía
Para poder hablar del EGO, primero tenemos que definirlo
Comencemos con lo más sencillo:
Ego, en latín, significa ‘yo’.
En términos un poco más explícitos, el término ego hace referencia a la conciencia que tiene una persona de sí misma.
Cuando analizamos las estudios y las palabras de Sigmund Freud vemos que cada persona está “dividida” en tres instancias: el ello, el yo y el superyo.
El ello lo constituyen los impulsos y los deseos de una persona.
El superyo lo define las reglas de la sociedad y conceptos como la moral.
Mientras que el Ego (yo) se refiere al equilibrio del que es capaz el ser humano, para cubrir sus necesidades a la vez que vive en sociedad.
Sabemos, hemos visto o lo hemos vivido, que el ego tiende a evolucionar con la edad. precisamente para mantener el equilibrio que mencionamos previamente, entre lo que da la sociedad, y los impulsos de una persona
Hay muchos tipos de ego, y gracias a ello, aparecen palabras como egoísmo, egocentrismo ególatra, etc
Si este ego “sobrepasa de ciertos niveles” se transforma en otras actitudes como el narcisismo, la arrogancia, altanería y un sin fin de caracteres de personalidad e incluso alteraciones sicológicas que pueden llegar al grado de enfermedad.
En el judaísmo
El Ego en el judaísmo lo tocamos muy sutilmente y, desde muy temprano en los libros de la Torá, cuando vemos que la entrega de la Ley, fue realizada en el Har (Monte) Sinaí, la montaña «más pequeña» por intermedio de Moshé, quien fuera considerado el hombre más humilde y sólo así,se pudiera dar dicha entrega.
Y la misma Torá se expresa sobre el ego como un hombre gigante que sostiene un hacha de batalla que está frente nuestro… El necio se asusta y corre por su vida. El sabio mira de cerca y ve que el gigante no tiene pies, por lo que pasa por un lado.
Por otro lado, el también lo vemos evidente con la frase “El mundo fue creado para mí” casi como el polo opuesto al concepto anterior, de Moshé y el Monte Sinaí
La explicación, a ello es porque cada persona es única…
El Yo, a veces es considerado malo porque puede conducir a patrones de conducta inapropiados, como mencionamos, pero si él fuera tan malo,
¿Por qué Adam fue creado como un sólo individuo?
Porque ello nos enseña la importancia de una sola y única vida, que es capaz de sostener al mundo y quien destruye una vida, destruye al mundo entero.
Nuestros sabios dicen…
Nuestros sabios nos enseñan que, gracias al ego, Adam pudo haber sido la persona más odiosa sobre cualquier tipo de existencia, porque, como era único, pensó que todos los animales iban a adorarlo a él…
Sin embargo, él sabía que también adoraban a Hashem
La falta de ego, nos hace vivir como en una especie de “montaña rusa” donde estaríamos oscilando entre crisis, depresiones, incapacidades, ansiedades y miedos
En la Torá…
El rey Salomón dijo en Kohelet / Eclesiastés 1:13: “Nadie alcanza a completar la mitad de lo que su corazón desea”
¿A qué se refería con ello?
Al hecho por ejemplo de decir “yo merezco más” mientras no se obtiene, puede llevarnos a un estado de amargura porque el ego no está satisfecho
Pero volvamos al ego… y preguntémonos: ¿Qué es el ego?
Definimos, desde un punto de vista un poco más espiritual, que son nuestras reacciones impulsivas a eventos y personas externas
Y según la cábala, probablemente el ego humano es el fenómeno menos entendido, pero más importante…
El ego es como una luz, que nos llena, y por ejemplo nos convence de algunas cosas, tal como, “soy el mejor”, recargándonos hasta el punto de la arrogancia,
O también, nos deja una impronta que “somos tontos e inútiles” por lo cual podemos caer en depresión…
Gracias al “libre albedrío” podemos escoger un camino a seguir y tomar las herramientas necesarias para resistir al ego.
Otro concepto
Otro concepto que nos presenta la cábala es que el ego es una especie de “ladrón” que nos viene a robar la conexión con El Creador,
¿Por qué?
Porque está para que nosotros,nos enfoquemos “solo en asuntos externos” que nos permitirán obtener felicidad.
En hebreo lo podemos homologar al “Yetzer HaRa”, o sea, la inclinación al mal.
Pero hay que caer en cuenta que el ego es muy vital para nuestra existencia en el plano material (Olam Haasiyá = el plano de manifestación).
Nuevamente nos preguntamos ¿Por qué?
Porque protege el cuerpo y la mente y se asegura de que adquiramos para nosotros lo que es esencial para nuestra supervivencia.
El ego es responsable de que nuestra voluntad interna, para bien o para mal, se realice y se cumpla.
Es una parte importante de la vasija (Kli), que somos cada uno de nosotros, y nos transporta, aquí, mientras nos encontremos en la vida física.
De nuestros rabinos…
Al respecto, nos dijo el rabino Shraga Silverstein: “Nuestros cuerpos son estaciones terrenales que permiten a nuestras almas sobrevivir en la tierra hasta que regresan al mundo del espíritu donde llegaron”.
De ninguna manera tenemos que estar esclavizados por el ego, lo que tenemos que hacer, es saber cómo manejarlo correctamente…
Necesitamos el ego, y no debemos tratar de negarlo o luchar contra él.
Volvemos a la cábala…
La Cábala afirma que todo lo que tenemos que hacer es tomar conciencia de lo que es el ego, antes de que se exprese externamente,
Si dejamos que trabaje el lado negativo del ego, el orgullo, el egoísmo y la arrogancia van a formar cáscaras, coberturas o klipot a nuestro alrededor que ocultan y evitan que la luz del Creador entre en nuestras vidas.
Si preservamos el sentido positivo del yo, lograremos entender que somos partes de una entidad única, cósmica..
La que nos permitirá elevarnos a niveles espirituales muy altos y nuestra alma estará capacitada para cumplir la misión que tenemos en el mundo, de una manera que sea única para nosotros.
Reflexión
A manera de reflexión, dijo Michael Laitman
Las crisis por sí mismas, no son necesariamente negativas; estas simplemente indican que el presente estado de las cosas ha llegado a su límite y que es tiempo de movernos hacia la siguiente fase
Por último, encontramos en el Zohar, algo que nos orienta a controlar el ego:
“A lo largo de la vida somos atraídos por el mundo material, donde los cortos logros de la vida se basan en el amor propio y nuestras ambiciones. Los logros espirituales que son eternos, llegan a través de la lucha para permanecer en el camino espiritual”.
18 de enero de 2019 – 12 de Shevat de 5779
Recopilado, traducido, analizado, adaptado, organizado, editado, según corresponda, por Dr. Max Stroh Kaufman para 321judaismo.com