EVED HASHEM
Moshé Rabenu fue descrito por la Torá como » Eved Hashem» El Radak explica el uso de esta expresión para describir Moshé basado en el principio talmúdico, «kol ma shekaná éved kaná Rabó – todo lo que un esclavo adquiere se transfiere de forma automática a su amo. « Del mismo modo en el que todo esclavo pertenece a su amo, así también todo lo que Moshé Rabenu hizo, durante todo el día, todos los días de su vida era estar al servicio de su Maestro, Hashem. Del mismo modo, Jazal hace una referencia sobre el pasuk que dice: «vayeréd Moshé min hahár el haám» (Shemot 19:14), resaltando el hecho de que a pesar de que Moshé regresaba de estar en el Monte Sinaí durante un período de cuarenta días, lo que hizo, no fue buscando nada para sus propios fines, sino que cuando bajó, fue directamente a servir al pueblo de Hashem.
La Torá nos hace un llamamiento, a todos y cada uno de nosotros para servir como avadim a Hashem, tal como está escrito: « Ki li benéi Israel avadim avadái hem asher hotzetí otám meéretz Mitzráim ani Adonai Elohéijem. « (Vaikrá 25:55) Porque los hijos de Israel son mis siervos; mis siervos son ellos, a quienes Yo saque de la tierra de Egipto; Yo soy el Eterno, vuestro Elohim…
El Rambam en Hiljot Deót 3:2-3 describe que todas nuestras actividades diarias – vestirse, comer, trabajar, pasar tiempo con nuestra cónyuges y nuestros hijos, dormir, etc. deben hacerse lesheim Shamáim (Con temor/respeto a los cielos). El Rambam continúa diciendo que ¡aquel que sigue este camino está en servicio constante de Hashem! (Eved HaShem). Un judío no puede dividir su actividad entre lo sagrado y lo secular. Todo el día estamos Avdei Hashem, y «kol ma shekaná éved kaná Rabó». Todas nuestras actividades se espera que sean realizadas en el servicio de nuestro Creador.
La grandeza de una persona es, ser un leal servidor del Todopoderoso («Eved Hashem»). La expresión de este servicio se logra cuando una persona se esfuerza por llevar a cabo la voluntad del Creador. Hay muchos niveles diferentes a lo largo de este continuo proceso: sin embargo, la clave es esforzarse constantemente para crecer en este atributo.
Hoy y todos los días, debemos pensar en ello como una obligación espiritual específica que, aunque sea difícil para que cada uno de nosotros pueda seguir adelante, se debe tomar como algo a lo que le gustaría seguir y permanecer en ello: esto permitirá que se sienta un gran honor, por el hecho de poder servir al Creador y Sustentador del universo. (Eved HaShem)
26 de Noviembre de 2013 – 23 de Kislev de 5774