PARTE 1
¿DEBEMOS MIRAR HACIA JERUSALÉM?
Traducido y adaptado por 321judaismo.com
Bajo las circunstancias y condiciones normales, cada judío en el mundo se orienta hacia Jerusalém para elevar sus plegarias:
¿Podría, en algún momento, haber excepciones a este concepto?
¿Podría el Arón Kodesh estar ubicado en otra dirección?
El Rabino Medan, en una conferencia dictada a los estudiantes de la Yeshiva Har Etzion en el Shabat que correspondía a la lectura de la parashá Lej Lejá en el año5750, analizó dicha situación y llegó a unas conclusiones prácticas.
El problema es más común de lo que parece ser: muchas sinagogas, yeshivot y lugares dedicados a la oración no cumplen con la condición de estar orientadas hacia Jerusalém y esta conferencia, tratará de dar algunas conclusiones que se apliquen a todas aquellos lugares en condiciones semejantes.
INTRODUCCION
Muchos de los lugares de oración están orientados en una posición, que oscila entre apuntar a Jerusalém y el Arón Kodesh.
El problema está en que también muchas sinagogas no fueron construidas con orientación hacia Jerusalém, y, en ocasiones, exhiben direcciones diametralmente opuestas.
El problema, aparentemente, se torna en serio con características de gravedad, con la porción más austral del muro de los lamentos…
Si alguien ora estando parado en forma perpendicular al muro, ello podría implicar una desviación media de 70 grados con respecto a la dirección de la Santidad de Santidades.
Para entender adecuadamente este asunto, hay que formularse tres preguntas.
¿Cuáles son esas preguntas?
1. ¿Qué tan importante es elevar las plegarias con orientación hacia Jerusalém y el Templo?
2. ¿Qué tan importante es la precisión en este asunto?
3. ¿Hay algo malo si no se está orientado en dirección hacia el Arón Kodesh en el interior de una sinagoga?
LA DIRECCIÓN IDEAL PARA LA ORACIÓN.
De acuerdo con la Guemará, tratado de Berajot (30b), la fuente que nos indica que debemos orar en dirección a Israel, Jerusalém, y el Monte el Templo, la encontramos en las palabras de Shlómo, cuando hace la ceremonia de la dedicación (inauguración) del Templo (Beit HaMikdash), diciendo:
«Ellos orarán al Eterno en dirección de Tu ciudad escogida»
La Guemará, además concluye con la siguiente derasha:
«‘Como la Torre de David fue construida con extremada belleza (‘le-talpiot’)’ – [El Monte del Templo] es la colina (‘tel’) hacia la cual todas las bocas (‘piyot’) deben estar dirigidas»
Sin embargo, encontramos en la Guemará, tratado Bava Batra (25) que ella ofrece cuatro direcciones diferentes hacia las cuales orar, y ninguna de ellas está orientada hacia el Templo… Las cuatro opciones son:
Opciones
1. CUALQUIER DIRECCIÓN es válida y apta, puesto que la Shejiná (Presencia Divina), se encuentra en todas partes: según la opinión de Rabi Yishmael, R. Sheshet y otros.
2. Hacia el OCCIDENTE, porque la Shejiná se encuentra en esa dirección, según la opinion de Rabi. Akiva, Rabi Yehoshúa ben Levi y otros.
3. Hacia el NORTE, si uno quiere ser próspero y estar saludable, según la opinión de Rabi Itzjak.
4. Hacia el SUR, si uno quiere ser inteligente (astuto, sagaz) según la opinión de Rabi Itzjak.
En relación con las dos últimas opiniones, Rashi argumentó que una persona podría adoptar la posición de su cuerpo estar orientado hacia Jerusalém…
Pero solamente con su rostro apuntar hacia el sur o hacia el norte.
Ante la posicion de Rashi, el Mahari Abuhav y el Rama, ellos dicen lo contrario: ellos aseguran que el cuerpo de la persona debe estar orientado hacia el norte o el sur, y sólo su rostro debe apuntar hacia Jerusalém.
La mayoría de los Rishonim[1] veían estas dos posiciones anteriores, como contradictorias.
Mientras tanto, los Tosafot[2] mencionan la dirección de la Tierra de Israel (Eretz Israel) es la que se debe tomar como está en la Guemará en el tratado de Berajot.
La mayoría de los poskim[3], incluído el Rambam, indican que de acuerdo con el pasaje de Berajot, se debería estar orientado hacia el Monte del Templo, durante los períodos de oración silenciosa.
Sin embargo, el Smag[4] y el Mahari Abuhav, se rigen y hacen regir bajo el concepto del Rabi Itzjak en Bava Batra,
¿Cuál es?
que uno puede escoger la orientación de en qué sentido dirigir sus oraciones, hacia el norte o hacia el sur, dependiendo de si está interesado en la sabiduría o en el bienestar.
Esta posición, que es opuesta a la de Rashi, orienta a mantener el cuerpo dirigido hacia el norte o el sur, pero el rostro apuntando hacia Jerusalém.
Otros dicen:
El Shulján Arúj y el Ramá[5] adoptan la misma posición del Mahari Abuhav.
Siendo esto posible, permitiría que en la misma sinagoga se formaran “tres grupos” distintos, orientándose en tres posiciones diferentes, durante las oraciones silenciosas…
Un grupo mirando hacia Jerusalém y/o El Templo, un segundo grupo hacia el norte, y otro hacia el sur.
Esto podría no ser considerado como un problema aún durante la oración pública (La Mishná Berurá implica que las tres posiciones pueden adoptarse durante la oración pública).
Pero hay que tener en cuenta de que todos los movimientos que se realicen sean cautelosos y uniformes, para no caer en la prohibición de «lo titgodedu» como en la prohibición de separación en grupos diferentes: «lo taasú agudót agudót«.
A pesar de que existe “el permiso” para hacerlo, ha sido muy difícil su aceptación, especialmente después de multiples “responsas” de los Ajaronim[6].
¿Entonces?
El Mishna Berura, en algún momento, registró que la costumbre en la Europa central era no adoptar la posición del Shulján Aruj ni la del Ramá.
La mayoría de las personas siguieron la opinión de Rashi y sólo inclinaban sus cabezas en dirección del norte o del sur, mientras su cuerpo apuntaba hacia Jerusalém.
Todo en base a la prohibición ya mencionada de «lo titgodedu«.
La aproximación que refiere que la Shejina está en todas partes y por ello uno puede apuntar su rostro hacia cualquier dirección fue rechazada por los poskim.
El Taz dijo que, una vez se comienza a orar con dirección al occidente, la persona no debería moverse (mover sus pies) para que quede orientado hacia Jerusalém.
El Maamar Mordejai[7] apoya la posición de que los pies deben moverse únicamente, en la dirección indicada.
ORIENTÁNDOSE HACIA ISRAEL, JERUSALÉM Y EL MONTE DEL TEMPLO.
¿A qué llamamos específicamente, orientarse hacia Jerusalém?
¿Qué tan exacta y precisa debe ser dicha dirección?
¿Qué tan importante es que sólo se gire hacia una dirección determinada, o lo haga con el rostro (la mirada)?
Hay tres Fuentes que nos responden que la precisión no es tan importante:
1. En el tratado de Berajot 30 se suele leer: «Cada uno de nosotros debe dirigir su CORAZÓN, hacia Jerusalém.»
Esta es una posición que habla de algo que se llamaría DIRECCIÓN INTERIOR, que la relaciona el Shulján Aruj.
2. La Guemará dice que aunque se le brinde importancia a la posición física, la precisión no es un asunto de vital importancia.
Lo importante, para las personas que viven fuera e Israel, es que simplemente se orienten hacia dicha nación y no tiene que haber precisión en mirar o no hacia Jerusalém o hacia el Monte del Templo.
De igual manera, también podría orientarse hacia Jerusalém sin que ello signifique que tenga que hacerlo hacia el Monte el Templo.
3. El Rabi Janina ben Dosa (Bava Batra 25) le dijo Rabi Ashi que, para orar hacia Israel, los juíos babilónicos debían orientar su rostro hacia el SUR, durante sus oraciones.
A pesar de que ISRAEL se ubica al suroccidente de Babilonia, El Rabi Janina no pide que la gente se coloque en dicha dirección durante sus oraciones. (La gente de Israel es llamada como “los occidentales” en el Talmud Babilónico)
Aparentemente, no es necesario que exista una alineación perfecta hacia Israel con tal de que haya la intención global de dirigirse en esa orientación.
Otras versiones
De igual manera, el Rosh (y aquellos que lo siguieron, como el Tur y el Ramá) escribieron que la costumbre e la judería europea era alinearse hacia el ORIENTE, durante la oración.
Aún a sabiendas que Israel tiene una ubicación geográfica austral en comparación con Alemania y Polonia, los países donde nacieron el Rosh y el Ramá.
A pesar de las fuentes anteriores, la mayoría de los poskim consideran que uno debe tratar de tener la ubicación más precisa posible.
1. Porque los Tosafistas en Berajot rechazan la versión de la Guemará que indica que lo que se debe dirigir es el CORAZÓN, porque no consideran que se trata de una posición interior, sino, también exterior: es decir, incluye el cuerpo.
2. Rabí Yoná[8] fué muy explícito en sus escritos diciendo que para quienes viven fuera de Israel, no solo deben mirar y orientarse hacia Israel, sino que también hacia Jerusalém, y hacia el Monte del Templo.
De la misma manera, quienes viven fuera de Jerusalém, deben dirigir sus oraciones hacia El Templo.
En general, considera, que cualquier persona, en cualquier lugar del mundo, debe orientarse y dirigir sus oraciones hacia el kaporet[9] que está ubicado por encima del Arca Sagrada, en el lugar Santísimo.
Con esta indicción el Rabí Yoná está indicando que debe haber exactitud y precisión.
3. Varios escritores consignaron que los Judíos Babilónicos debían, no solo buscar el occidente, sino también el sur:
Rabí. Janina también intentó que se afinara y precisara la dirección hacia la cual ellos debían orar, que era el Suroccidente, específicamente hacia Jerusalém.
Esto fue apoyado por el Jatám Sofer[10] y por el Yad Eliyáhu.
El Levush también estipuló la necesidad de una dirección y orientación exacta, hacia lo cual los últimos Ajaroním también la apoyaron. La Mishná Berurá también estipula que la dirección sea precisa hacia Jerusalém…
También en ello intervino la opinión del Arúj HaShulján[11]
Luego entonces…
Existen entonces dos ramificaciones prácticas de cómo es que se debe orar, en forma precisa, con orientación hacia Jerusalém:
1. Si uno llegara a estar orientado en algo que podría llamar como una “dirección equivocada” y se diera cuenta en la mitad de la oración,
¿Podría, en ese instante, cambiar su orientación?.
El Taz, y el Maamár Mordejai, argumentaron acerca de la necesidad de cuando hacer el cambio de orientación, una vez que se haya dado uno cuenta de dicho error:
El Maamár Mordejai, en su posición más estricta, ya que opina que cada cual debería reorientarse, considera que no es necesario hacer el cambio de orientarse hacia Jerusalém, en forma exacta.
Si un judío europeo accidentalmente está orientado hacia el oriente, el no debería cambiar su posición hacia el suroriente, mientras está rezando la AMIDÁ.
2. Si toda una congregación está equivocadamente orientada en una dirección errónea, (por ejemplo, el oriente y no el sureste), ¿Podría alguien, individualmente, cambiar de dirección hacia Jerusalém?
¿Sería esto considerado como una actitud arrogante, o capaz de generar discusiones?
Este tema fue ampliamente revisado por el Yad Eliahu y la Mishná Berurá, quienes opinaron que se debía estar orientado, en forma precisa, hacia Jerusalém.
CONTINUARA…
NOTA DE LA REDACCION: LO PUBLICADO EN ESTE ARTÍCULO NO NECESARIAMENTE CORRESPONDE A LA OPINION DE 321JUDAISMO NI DE SUS ESCRITORES: SE TRAE COMO REFERENCIA
[1] Los Rishonim son un grupo de judíos que por su dedicación al estudio, se encargaron de la interpretación del Talmud, en un momento donde, la situación política mundial y las persecuciones antisemitas, hacían peligrar los conceptos de las diferentes comunidades judías esparcidas en el mundo conocido de esa época.
Ellos se dieron principalmente entre la judería sefaradí en Europa y Norte de Africa, fijando unas reglas halájicas que fueron de muy difícil modificación por los rabinos posteriores, sentando las bases para la creación del Shulján Aruj, y del movimiento kabalista, aproximadamente entre los siglos 9 a 12 de la Era Común.
[2] Tosafot , baalei tosafot o tosafistas, fueron aquellos judíos que se dedicaron a hacer inclusiones (denominadas glosas) a las interpretaciones talmúdicas ya codificadas hasta por el mismo Rashi, la mayoría de ellos de origen francés, tan activos que llegaron a sacar aproximadamente 6000 nuevos conceptos respecto a lo redactado en el talmud por los rishonim.
[3] Posek, en singular, es aquella persona, en el judaísmo, que tiene la capacidad de “tomar decisiones finales” respecto a conceptos de halajá que no estén claros o que no existan, basándose su concepto en un amplio conocimiento del Talmud, las tradiciones, las leyes codificadas, y la literatura rabínica, conceptos esencialmente válidos entre el movimiento ortodoxo, y que se aplican con algunas variaciones para los movimientos conservadores, masortí y reformistas.
[4] Rabí Moshé ben Yaakov de Coucy, tosafista del S.12 de la era Común, seguidor del Rambam, discípulo de Rabi Yehuda haJasíd, “enemigo” de los matrimonios mixtos, escribió el libro llamado Sefer HaMitzvot Hagadol (SMAG) por el cual recibió su seudónimo, impreso por primera vez en Roma en el año 1474 de la Era Común.
[5] Rabí Moshé Iserles, quien agregó a las cuatro partes al Shuljan Aruj, de sus propias acotaciones -llamadas Mapá HaShulján («Mantel de la Mesa»)
[6] fueron los rabinos principales posteriores al Shulján Aruj, aproximadamente desde el S. 15 de la Era Común, hasta la actualidad.
[7] Mordechai Leifer de Nadvorna, rabino de la corriente Jasídica, (1824-1894), tuvo la oportunidad de recolectar sus enseñanzas a través de los escritos llamados Guedulát Mordejai, Tiféret Mordejai, Aspaklarya Hameira, y Maamar Mordejai.
Rabino Mordejai Karmi, 1749-1825, rabino de origen francés, comenta el Shulján Aruj en su libro Maamar Mordechai.
[8] Rabi Yoná, Yoná ben Abraham Gerondi, rabino de origen Catalán, sobrino de Nahmanides, discípulo de Solomón de Montpellier, autor de los libros Iguéret haTeshuvá, Shaaréi Teshuvá, y el Sefer haYirá, que recopilan y enseñan los aspectos éticos de la judería de la Edad Media.
[9] Kaporet, Silla de la clemencia y misericordia o más conocido como propiciatorio, es un elemento del Bet haMikdash, que es elaborado a base de oro puro y se ubica en la parte de Santidad de Santidades, a donde sólo tenía acceso el Sumo Sacerdote durante los primeros días del séptimo mes, (Tishrei), para las ceremonias de purificación.
[10] Rabí Moshé Sofer de Pressburg (1762-1839), conocido como «Jatám Sofer» por su obra de responsas rabínicas, fue una destacada autoridad halájica y líder comunitario, y estuvo en la primera línea de la batalla por preservar la integridad del judaísmo tradicional frente a los diversos movimientos «reformistas» de su tiempo.
[11] El Aruj HaShulján es la reexpresión, capítulo por capítulo, del Shulján Aruj, recompilado y escrito por el Rabino Yejiel Michel Epstein (1829-1908), con múltiples alusiones y referencias halájicas.