¿Por qué decir 100 bendiciones al día?

La respuesta a esta actitud podría ser lo más de sencilla posible… 

cuando revisamos el concepto de una bendición y entendemos que recitar cien bendiciones al dia nos da cien oportunidades para concentrarnos en todas las cosas buenas que Hashem nos brinda, cada día.

También, nos recuerda que, es nuestro medio para desarrollar una relación con Hashem. 

¿Por qué?

El mismo Talmud nos lo dice: «Una persona debería decir 100 bendiciones cada día».

Repetimos: Por qué y Para qué? 

Porque cada vez que experimentamos el más mínimo problema, debemos abrir nuestro corazón y acudir a nuestro Padre Celestial para que nos ayude. 

Esa es la primera fase

Por el contrario, es decir la segunda fase, se presenta cuando una persona siente una oleada de alegría o inspiración, y debe convertirla en una oportunidad para acercarse a Hashem con gratitud. 

Así seremos capaces de ver y sentir lo que cien bendiciones cada día pueden traer constantemente a Hashem a nuestras vidas.

El problema está en que, para muchos de nosotros, hay muchos factores por los cuales dudar. 

¿Por qué rezar? ¿Se responden acaso las oraciones?

Y esto basado usualmente en que los libros de oración están llenos de oraciones específicas. 

Ello hace que la gente, a menudo, se pregunte por qué necesitamos rezar oraciones formales, especialmente en un idioma que tal vez no comprendamos.

Recordemos lo enunciado aquí: que rezar no se trata solo de pedirle algo a Di-s; 

Se trata, ante todo, de construir una relación con Di-s, lo que hacemos a través de la comunicación, porque así es como construimos cualquier tipo de relación.

Debo dejar muy en claro lo siguiente y es la respuesta de Di-s: 

«Te escucho”. 

“No siempre puedo garantizar que entiendo o que puedo hacer lo que se me solicita, pero sí puedo garantizar es que estoy escuchando ”.

Y Di-s nos escucha incluso cuando no recibimos una respuesta inmediata.

¿Cómo hacemos para decir 100 bendiciones al día?

Los rabinos talmúdicos (en Menajot 43b) notaron que la palabra hebrea para «qué» (ma), era similar a la palabra para cien (mea), por lo que se preguntaron si el versículo también podría leerse: «Ahora, Israel, cien es lo que Dios te pide” … 

«En otras palabras, Dios podría querer cien bendiciones de cada uno de nosotros”. (¿No es fascinante la mente rabínica?)

Es muy fácil encontrar oportunidades para estar agradecido todos los días: por la comida en mi mesa, por mi maravillosa familia y amigos, por el mundo en el que he nacido, por el aliento en mis pulmones, por la herencia que heredé, por la comunidad en que me encuentro, entre muchas cosas. 

La amida, es una de las maneras que me (nos) permite encontrar estos preciosos momentos diarios de gratitud y alegría.

La Amida es precisamente la que nos permite pedirle a Dios una variedad de cosas: salud, seguridad, abundancia, sabiduría y más. 

Estas son definitivamente solicitudes importantes y, por lo tanto, se incluyen durante la oración entre semana.

Sin embargo, en Shabat, estas oraciones se eliminan. 

En Shabat, por lo general, no somos orientados a pedirle algo a Di-s (¿Quizás Di-s también necesita un descanso de todo eso?). 

Como no podemos pedir nada, nos quedan oraciones de alabanza y oraciones de agradecimiento. 

Alabamos a Dios por todo lo que es hermoso en el mundo que nos rodea. 

El Shabat nos permite mirar a nuestro alrededor y estar agradecidos por los regalos que tenemos.

Digamos las 100 bendiciones al dia, es facil, nos ayudan en nuestra relación con Di-s, el entorno, la comunidad y, finalmente, nos encontraremos en paz con nosotros mismos.

31 de julio de 2020 – 10 de Av de 5780