Ironía de ironías:
Países Árabes con nombres bíblicos hebreos
Publicado: Diciembre 4 de 2014, Escrito por: Uzi Silber en un diario en Inglés
(nombre del diario omitido por «riesgos de acciones en contra del editorial por activistas o dirigentes radicales en contra de posiciones o actitudes antisionistas- antisemitas- antijudías)
La ironía de las ironías: Cada estado árabe limítrofe con Israel, tiene un nombre tomado de la Biblia hebrea.
Iniciando en el norte de Israel con Líbano y Siria – países que fueron nombrados por las montañas adyacentes, los vecinos son Levanon y Siryon.
Levanon se deriva de la palabra hebrea lavan, lo que significa blanco, en alusión a la capa de nieve del rango libanés.
Con el nombre Siryon se identifica en las Escrituras uno de los nombres alternativos para el Monte Hermón, el cual es un pico majestuoso que se encuentra presente entre la actual frontera entre Israel y Siria.
Aunque el origen de Siria-Siryon ha sido objeto de debate, pero el historiador Daniel Pipes afirma inequívocamente en su libro de 1990, llamado la Gran Siria, que el nombre de Siria fue derivado de Siryon.
Dando la vuelta, en la actual frontera oriental de Israel, que está formada por el río Jordán, nombre y que dio su nombre al reino en su orilla oriental, que es Jordania, en la versión Inglés de Yarden, tiene como significado «desciende de Dan» –
En el actual sudeste de Líbano el río fluye hacia abajo desde las colinas de lo que fue el territorio de la tribu israelita de Dan.
Algo más
Al sur se encuentra Egipto – conocido en árabe como Mizr. Bueno, eso no es originalmente árabe, ya sea que se deriva de Mitzraim, que aparece 291 veces en los primeros cinco libros de la Biblia hebrea.
Por último, se encuentra Gaza, encajada entre Egipto e Israel, mencionada por primera vez en el libro de Génesis (Bereshit), pero se hizo famoso por Sansón (Shimshon) y sus hazañas en el libro bíblico de Jueces (Shoftim).
Extra
Extra, extra, más detalles, para la ironía: Líbano, Siria, Jordania, Egipto y Gaza son nombres nada más y nada menos que extraídos de la Biblia de los Judíos.
Uno puede asumir con seguridad que tal revelación no sería recibida con entusiasmo en el mundo árabe.
Las expresiones, de una terrible negación y acusaciones de conspiración sionista serían, de hecho, algo que no sorprendería a nadie.
Esto, sin embargo, hace que se formule la siguiente pregunta:
¿Por qué estos estados en gran parte musulmanes no han asumido nombres, digamos, más orientados hacia el Corán?
Aquí está la respuesta simple: los árabes simplemente asumieron que Lubnan, Sooriya, Ourdun y Mizr eran árabe; ellos nunca supieron que existieron, alguna vez, los nombres de Levanon, Siryon, Yarden y Mitzraim.
Otros de los vecinos de Israel, que tienen nombres con orígenes bíblicos, y que son más comúnmente ubicados en la región, y que ha sido mencionada ampliamente durante los últimos 66 años con el nombre de Cisjordania, ellos, en los tres milenios anteriores, fueron conocidos por sus nombres bíblicos de Judea y Samaria.
Por Cierto…
Por cierto, estos nombres antiguos no han sido utilizado exclusivamente por colonos judíos:
Las propias Naciones Unidas (en su Asamblea General de la Resolución 181 de 1947), una organización que es ampliamente conocida por sus poca o ninguna simpatía sionista, se refirió a la región, como Judea y Samaria, al igual que figuraba en todos los mapas de Oriente Medio, que fueron publicaron antes de 1948.
El área fue apodada «Cisjordania» posteriormente a su captura por los jordanos en 1948, en la Guerra de Independencia de Israel.
Para mayor ironía del hecho que los países árabes vecinos de Israel lleven nombres bíblicos, casi la mitad de los árabes del mundo, deben sus identidades nacionales a la escritura ancestral de los mismos Judíos cuyo Estado, muchos de ellos, desean eliminar.
Ironía de ironías…