8 razones para casarse joven.

Hoy damos 8 razones que el judaísmo puede ofrecer, para casarse, a edad temprana, y no tener que esperar

Primera: ¡la falta de experiencia! – Cuando se es joven, cada miembro de la pareja  llega al matrimonio con muy poca experiencia en la vida, esto se constituye en una forma que les permite a ambos crecer juntos como pareja, ya que cuando las personas que se casan tarde en la vida, cada uno de estos socios puede ser considerado como  «una tuerca dura de apretar”, porque, al ser una persona independiente, que está acostumbrado a estar solo con sus propias opiniones y su propio carácter, le es difícil de construir una actitud general que le permita cambiar y ser flexible para con la otra persona. Esta es entonces, una gran ventaja de quienes decidieron, saltar al agua, juntos, como pareja se casó a una edad temprana.

Segunda. ¿Será que él no es el príncipe del caballo blanco? Sucede en ocasiones, que se conoce a alguien con quien se tiene una conexión especial, y esa persona es encantadora y virtuosa… Sin embargo, hay una pequeña voz interior que nos susurra: ¿Por qué hay que casarse muy joven? ¡¿O tan rápido? Es mejor seguir buscando, seguro que hay potenciales candidatos más calificados! En este tipo de casos, suele suceder que ninguno de los dos vaya a cambiar con los años, y las cosas se quedarán como están. Y de todos modos, los príncipes, o las princesas suelen ser nada más y nada menos que sólo una leyenda ; con ello, es mejor pensar que, si ya se ha encontrado un candidato adecuado, ¿por qué perder el tiempo?

Tercero. Esperar a sentirse «listo» Hay gente que espera y pospone el matrimonio, hasta que este «listo». Pero, es importante saber que, nunca, realmente uno se siente completamente listo. El sentido de la madurez viene con la experiencia, enseña qué hacer, justo después de la boda, pero, por ejemplo, nunca se sabrá cómo ser madre o padre, y nunca será lo suficientemente bueno, antes ni después del matrimonio, por lo cual, nunca realmente estará suficientemente preparado, por lo que esperar, es una pérdida de tiempo…

Cuarta razón. Se aumenta las posibilidades de éxito en las relaciones en las parejas.  Aquellas parejas que se casaron a una edad temprana, aún si están experimentando dificultades y  crisis matrimoniales, pueden tener más éxito afrontándolas, precisamente porque tienen una rica historia en común;  muchas más experiencias compartidas, y una base muy fuerte, que les ayuda a luchar en contra de las dificultades.

Quinta razón. ¡Los niños son una alegría! – Eso es considerado como cierto: cuando uno es joven, etá en toda la plenitud de su energía y, tener hijos a una edad temprana, significa no sólo crecer y aprender con los niños, sino también lograr disfrutar de los nietos a una edad más temprana, logrando convertirse en su maestro, a una edad en la  que se puede ver que los niños crezcan – lo que para cada uno es bueno, porque  no es viejo, lo que no le ocurrirá a aquellos que optaron por casarse a una edad más tardía …

Sexta razón. ¡Se mejorará el entendimiento! –Las  relaciones y la crianza de los hijos a una edad más joven, permite asumir es una experiencia muy importante que le enseña a la pareja, al verlos crecer, a ayudarles  a los hijos y a ellos mismos, a asumir un mejor modo de ser, la responsabilidad de sus vidas y le esto les dará muchas ventajas. Es una experiencia que ayudará a los miembros de la pareja, a cambiar para ser mejores individualmente  y  en comunidad: es decir, a ser mejores personas, para consigo mismo y para con quienes se convive, porque desde el principio se aprende a vivir dentro unos parámetros de  una relación, que permite identificar las necesidades de los demás, para tenerlas en cuenta.

Séptima. Que el corazón no es “una cinta adhesiva” El rabino Zamir Cohen,  Conferencista  sobre el tema de  la importancia del contacto inicial, compara nuestro corazón, con una cinta adhesiva:  la primera vez que la uses, se pega muy bien, pero, en la medida que más se use, más se pruebe para ver como pega,  va a ir disminuyendo,  lentamente su capacidad … así funcionan las relaciones. Pues, en  la medida que la gente tiene más relaciones, la fe en el sexo opuesto va a ir disminuyendo paulatinamente, dejando  “cicatrices”, que van haciendo que confiar en la nueva pareja sea cada vez más complicado. Esto nos lleva a pensar en  lo afortunados son los que llegan a casarse con su primer amor, la santidad y la pureza. .que logran  puesto que el «pegamento» y la motivación que poseen, es el arma más poderosa que sus corazones tienen, puesto que han llegado a  pertenecer, únicamente,  a la primera persona que usted ha decidido casarse. ¿Acaso no suena  esto  increíble? Felices son quienes así lo lograron.

Octava razón. Sensación de miedo a lo que viene más adelante en la vida – Hay personas que dicen que, la desventaja de casarse a una edad temprana, es perder la vida de soltero que “se frustra” en el momento en que inicia la vida familiar; para ello algunos rabinos dicen: jóvenes: si temen casarse a una edad temprana, especialmente si es porque tienen miedo de perder la experiencia de vivir solos, hagan una pequeña pausa en sus vidas antes de entrar “al curso de vivir en pareja;”  por ejemplo,  viaje un poco, conoce, y luego llega al noviazgo,  por supuesto, bajo los permisos de la ley judía, durante algunos meses, y no años;  no deben temer, pero no deben retrasarlo demasiado.

Recopilado y tomado de archivos de clases de judaísmo, de diferentes yeshivot, y conceptos rabínicos.

01 de septiembre de 2013 – 26 de Elul de 5773