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HAFTARÁ BESHALAJ

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HAFTARÁ BESHALAJ

TEXTO (español – hebreo fonética)

SHOFTIM / JUECES 4:4 – 5:31

Y Débora, profetisa, mujer de virtudes, juzgaba a Israel en aquel tiempo. Y solía estar sentada bajo la palmera de Débora entre Ramá y Bet-El, en la montaña de Efraím; y los hijos de Israel acudían a ella para celebrar juicio. Y ella envió a llamar a Barak, hijo de Abinóam, de Kédesh-Naftalí, y le dijo: En verdad ha ordenado el Eterno, Adonai de Israel: Anda y reúne gente en el monte Tabor, tomando contigo diez mil hombres de los hijos de Naftalí y de los hijos de Zebulón. Yo atraeré hacia ti, hacia el torrente de Kishón, a Siserá, jefe del ejército de Jabin (Yavín), con sus carros y con la multitud de su pueblo, y le entregaré en tu mano. Y Barak le contestó: Si tú fueres conmigo, iré; pero si no fueres conmigo, no iré. Y ella dijo: De seguro iré yo contigo; mas no será tuya la gloria de la jornada que vas a emprender, porque en mano de una mujer entregará el Eterno a Siserá. Y se levantó Débora y fue con Barak a Kédesh. Entonces Barak convocó a la tribu de Zebulón y a la de Naftalí en Kédesh, y subieron en pos de él diez mil hombres; también Débora subió con él. Y Jéber el keneo se había separado del resto de los keneos, o sea de los hijos de Jovav, suegro de Moisés, y había armado sus tiendas hasta llegar a la planicie de Tzaananim, que está junto a Kédesh. Y avisaron a Siserá que Barak, hijo de Abinóam, había subido al monte Tabor. Y Siserá juntó todos sus carros, novecientos carros de hierro, con todo el pueblo que estaba con él, desde Jaróshet de los Gentíos hasta el torrente de Kishón. Y dijo Débora a Barak: ¡Levántate, porque éste es el día en que el Eterno ha entregado a Siserá en tu mano! Ciertamente el ángel del Eterno salió delante de ti (para que obtengas triunfo). Y bajó Barak del monte Tabor, y diez mil hombres tras él. Y el Eterno desbarató a Siserá delante de Barak, con todos sus carros y todo su ejército, a filo de espada; y Siserá, bajándose de su carro, huyó a pie. Mas Barak persiguió a los carros y al ejército hasta Jaróshet de los Gentíos; y cayó todo el ejército de Siserá a filo de espada, hasta no quedar ni uno. Y Siserá huyó a pie a la tienda de Yael, mujer de Jéber el keneo, porque había paz entre Jabin, rey de Jatzor, y la casa de Jéber el keneo. Y salió Jael al encuentro de Siserá y le dijo: ¡Entra, señor mío, entra aquí, no temas! Y entró a su tienda, y ella. le tapó con una colcha. Y él le dijo: Dame, te ruego, un poco de agua, porque tengo sed. Y ella abrió un odre de leche, le dio de beber y le volvió a tapar. Y él le dijo: Ponte a la puerta de la tienda, y si alguno viniere y te preguntare, diciendo: «¿hay aquí alguien?» le responderás: «No hay». Y Yaél, mujer de Jéber, cogió el clavo grande de la tienda, echó mano al martillo, se llegó a él calladamente y le clavó el clavo en la sien, de modo que penetró en la tierra; porque él había caído en profundo sueño, pues estaba fatigado; y así murió. Y he aquí que Barak venía persiguiendo a Sisrá; y salió Jael a su encuentro y le dijo: Ven y te mostraré al hombre que estás buscando; entró pues adonde ella estaba, y he aquí que Sisrá placía muerto con el clavo en su sien. Así El Eterno en aquel día humilló a Jabín, rey de Canaán, ante los hijos de Israel. Y el poder de los hijos de Israel prevaleció cada vez más contra Jabin, rey de Canaán, hasta que acabaron de destruir a Jabin, rey de Canaán.

Y en aquel día cantaron Débora y Barak, hijo de Abinóam, diciendo: Por haberse vengado el Eterno de los enemigos por medio de Israel, y por haberse ofrecido voluntariamente el pueblo, ¡bendecid al Eterno! ¡Oíd, reyes; prestad atención, oh príncipes! Yo pertenezco al Eterno, yo le cantaré; elevaré salmos al Eterno, Adonai de Israel. Oh, Eterno, cuando Tú saliste de Seír, cuando marchaste desde el campo de Edom, la tierra se estremeció, también los cielos gotearon, también las nubes gotearon aguas. Transpiraron los montes ante la presencia del Eterno, como el monte de Sinay ante el Eterno, Adonai de Israel. En los días de Shamgar, hijo de Anat, en los días de Yaél, cesaron las caravanas y los viajeros caminaban por atajos sinuosos. Cesaron también las ciudades abiertas en Israel, cesaron, hasta que yo, Débora, me levanté, hasta que me levanté por madre de Israel. Cuando Israel escogió para él nuevos dioses, entonces hubo guerra a las puertas de sus ciudades. Cuando estaba Israel con Dios, veíase por ventura escudo o lanza entre cuarenta mil de Israel cuando vencían? ¡Mi corazón se inclina hacia los jefes de Israel que se ofrecieron voluntariamente entre el pueblo! ¡Bendecid al Eterno! ¡Vosotros, los que cabalgáis en asnas blancas, los que os sentáis sobre alfombras para juzgar y los que andáis por el camino, hablad de esto! En el lugar donde se oye la voz estruendosa de los arqueros, en medio de las pilas de aguas, allí será oída la voz de los que hablan de las justicias del Eterno, de las justicias para con las ciudades abiertas en Israel; ahora baja libremente a las ciudades el pueblo del Eterno. ¡Despierta, despierta, Débora! ¡Despierta, despierta, entona un cántico! ¡Levántate, Barak, lleva presos a tus cautivos, oh hijo de Abinóam. Entonces subyugó el resto del pueblo a los poderosos de los idólatras. El Eterno hará que yo subyugue a los valientes. De Efraín, de su raíz, salió Josué quien subyugó a Amalek; tras él ha de salir de Benjamín (Saúl), quien lo subyugará nuevamente con mucho pueblo. De Majir descendieron a la guerra los comandantes, y de Zebulón los que llevan la pluma del escribano. Y los príncipes de Isajar estaban con Débora, e Isajar hizo como Barak, al valle se arrojó en seguimiento de él. Por la separación de Rubén, que no entró en esta guerra, hubo sobre esto grandes conjeturas. ¿Por qué te sentaste, oh Rubén, junto a las fronteras? ¿Acaso es para escuchar a los que pitan llamando a los rebaños? Por esto, por la separación de Rubén, que no entró en esta guerra, grandes conjeturas se harán.  Si es porque Rubén estaba lejos del lugar de la guerra, Guilad también quedaba del otro lado del Jordán. Y Dan ¿por qué no vino? ¿Acaso es porque vive en la vecindad de los navíos? Asher tuvo razón en no venir, porque habita en la costa. del mar y mora en ciudades no amuralladas. Zebulón son gente que despreció su vida hasta la muerte, y también Naftalí sobre las alturas del campo de batalla. Entre tanto, vinieron reyes y pelearon en ayuda de Siserá; reyes de Canaán pelearon entonces, desde Taanaj hasta junto a las aguas de Meguidó, mas no se llevaron ganancia de plata. ¡Desde los cielos pelearon! ¡Las estrellas salieron de sus órbitas y pelearon contra Siserá! El torrente de Kishón los arrastró, las antiguas y escasas aguas del torrente aumentaron en el torrente de Kishón! ¡Oh, alma mía, pisoteaste la fuerza del enemigo! ¡Entonces se hirieron los cascos de los caballos en el galope desenfrenado, a causa de la impetuosa huida, huida de sus valientes! ¡Maldecid a Meroz, dijo el ángel del Eterno, maldecid duramente a los habitantes de ella, porque no acudieron en ayuda del pueblo del Eterno, en ayuda del pueblo del Eterno contra los fuertes! ¡Bendita sobre todas las mujeres sea Jael, mujer de Jéber el keneo; sobre las mujeres moradoras en tiendas, sea ella bendita! Agua pidió él, leche le dio ella; en taza de príncipes le ofreció crema. Extendió la mano izquierda al clavo, y su mano derecha al martillo de obreros, y martilló a Siserá, le golpeó la cabeza, le hirió y le traspasó la sien. Entre los pies de ella cayó de rodillas, quedó tendido. Entre los pies de ella cayó de rodillas, adonde se arodilló, ahí mismo cayó muerto. Desde la ventana avizoraba la madre de Siserá y exclamaba a través de la reja: ¡Por qué tarda su carro en venir? ¿Por qué se atrasan las pisadas de sus carros? Las más sabias de sus damas le contestaban, y ella misma volvía a darse respuesta: ¿No están hallando y repartiendo los despojos? A cada varón una o dos doncellas; despojo de diversos colores para Siserá, despojo de diversos colores bordados; de diversos colores bordados de los dos lados; estarán siendo repartidos para los cuellos de los despojadores. ¡Así perezcan todos tus enemigos, oh Eterno! Mas los que le aman sean como cuando el sol se levanta, y su fuerza va en aumento. Y la tierra descansó cuarenta años.

 

UDvora ishá neviá éshet Lapidot hi shoftá et Israel baét hahí. Vehí yoshévet tájat tómer Dvorah béin haRamá ubéin Beit El behar Efráim vayaálu eléiha benéi Israel lamishpát. Vatishláj vatikrá le Barak ben Avinoám mikédesh Naftalí vatomer eláv haló tzivá Adonai Elohéi Israel lej umashájta behár Tavor velakájta imjá aséret alafím ish mibenéi Naftalí umibenéi Zevulún. Umashájti eléija el nájal Kishón et Sisrá sar tzva Yavín veét-rijbó veét hamonó unetatíhu beyadéja. Vayomer eléiha Barak im teljí imí vehalájti veím lo teljí imí lo eléj. Vatomer halój eléj imáj éfes ki lo tiheyé tifartéja al hadérej asher atá holéj ki beyad ishá yimkór Adonai et Sisrá vatakóm Devora vateléj im Barák Kedshá. Vayazék Barak et Zvulún veét Naftalí Kedshá vayaál beragláv aséret alféi ish vataál imó Dvora. VeJéver haKeiní nifrád miKaín mibenéi Jováv jotén Moshé vayét aholó ad elón beTzaananím asher et Kédesh. Vayaguídu le Sisra ki alá Barak ben Avinoám har Tavor. Vayazék Sisrá et kol rijbó tésha meót réjev barzél veét kol haám asher itó meJaroshet hagoím el nájal Kishón. Vatomer Dvora el Barak kum ki ze hayóm asher natán Adonai et Sisrá beyadéja hálo Adonai yatzá lefanéija vayeréd Barak mehár Tavor vaaséret alafím ish ajaráv. Vayahóm Adonai et Sisrá veét kol haréjev veét kol hamajané lefí jérev lifnéi Barak vayéred Siserá meál hamerkavá vayanós beraglav. UBarak radáf ajaréi haréjev veajaréi hamajané ad Jaroshet hagoím vayipól kol majané Sisrá lefi jérev lo nishár ad ejád. VeSisrá nas beraglav el ohél Yaél éshet Jever haKení ki shalom béin Yavín mélej Jatzór ubéin béit Jever haKení. Vatetzé Yaél likrát Sisrá vatomer eláv súra adoní súra elái al tirá vayasár eléiha haohelá vatejaséhu basmijá. Vayomer eléiha hashkiní na meát máim ki tzaméti vatiftáj et nod hejaláv vatashkéhu vatejaséhu. Vayomer eléiha amód pétaj haohél vehayá im ish yavó usheeléj veamar hayésh po ish veamárta áin. Vatikáj Yaél éshet Jever et yetád haohél vatasém et hamakévet beyadá vatavó eláv balát vatitká et hayatéd berakató vatitznáj baáretz vehú nirdam vayaáf vayamót. Vehíne Barak rodéf et Sisrá vatetzé Yaél likrató vatomer lo lej veareká et haísh asher atá mebakésh vayavó eléiha vehíne Sisrá nofél met vehayatéd berakató. Vayajná Elohim bayóm hahú et Yavín mélej Kenaán lifnéi benéi Israel. Vateléj yad benéi Israel halój vekashá al Yavín mélej Kenaán ad asher hijrítu et Yavin mélej Kenaán.

Vatashar Dvora uBarak ben Avinoám bayóm hahu lemor. Bifróa praót beIsrael behitnadév am barejú Adonai. Shímu melajím haazínu rozním anojí la Adonai anojí ashirá azamér la Adonai Elohei Israel. Shímu melajím haazínu rozním anojí la Adonai anoji ashirá azamer la Adonai Elohei Israel. Adonai vetzetjá miSeír betzadjá misdé Edóm éretz raashá gam shamáim natafú gam avím natfú máim. Harím nazlú mipnéi Adonai ze Sinai mipnéi Adonai Elohei Israel. Bimé Shamgar ben Anat biméi Yaél jadlú orajót veholjéi netivót yeléju orajót akalkalot. Jadlú ferazón beIsrael jadelú ad shakámti Devora shakámti em beIsrael. Yivjár Elohim jadashím az lajém shearim maguén im yeraé varomáj bearbaím élef beIsrael. Libí lejokekéi Israel hamitnadvím baám barejú Adonai. Rojevéi atonót tzejorót yoshvéi al Midín veholjéi al dérej sijú. Mikól mejatzetzím béin mashabím sham yetanú tzidkót Adonai tzidkót pirzonó beIsrael az yardú lashearim am Adonai. Úri úri Dvora úri úri dabrí shir kum Barak ushavé sheviéja ben Avinoám. Az yerád sarid leadirím am Adonai yerád li baguiborím. Mini Efráim shorshám baAmalek ajaréija Binyamín baamaméija mini majír yardú mejokekím umi Zvulún moshjím beshévet sofér. Vesarai beYisajar im Dvora veYisajar ken Barak baémek shuláj beraglav biflagót Reuvén guedolím jikekéi lev. Láma yashávta béin hamishpetáim lishmóa shrikót adarím liflagót Reuvén guedolím jikréi lev. Guilád beéver haYardén shajén veDan láma yagúr oniót asher yasháv lejóf yamim veál mifratzáv yishkón. Zvulún am jéref nafshó lamut veNaftalí al meroméi sadé. Báu melajím niljamú az niljamú maljéi Kenaán betanáj al méi Meguido betzá késef lo lakajú. Min shamáim niljamú hakojavím mimesilotám niljamú im Sisrá. Nájal Kishón guerafám nájal kedumím nájal Kishón tidrejí nafshí oz. Az halmú ikvéi sus midaharót daharót abiráv. Óru meróz amar maláj Adonai óru arór yoshvéiha ki lo báu leezrát Adonai leezrát Adonai baguiborím. Teboraj minashím Yaél éshet Jever haKeiní minashím baohél teboráj. Máim shaál jalav nataná beséfel adirím hikrivá jemá. Yadá layatéd tishlajná viminá lehalmút amelím vehalmá Sisrá majaká roshó umajatzá vejalfá rakató. Béin ragléiha kará nafál shajáv béin ragléiha kará nafál baasher kará sham nafál shadúd. Beád hajalón nishkefá vateyabév em Sisra beád haeshnáv madúa boshésh rijbó lavó madúa ejerú paaméi markevotáv. Jajmot sharotéiha taaneiná af hi tashív amaréiha la. Hálo yimtzeú yejalkú shalál rajám rajamatáim lerósh guéver shlal tzvaím le Sisrá shlal tzvaím rikmá tzéva rikmatáim letzavréi shalal. Ken yovdú jol oivéija Adonai veohaváv ketzét hashémesh bigvurató vatishkót haáretz arbaím shaná.

 

Publicado 11 de Shevat de 5772 – 04 de febrero de 2012 por grupo 321judaismo.com

Se ruega no alterar las palabras aquí contenidas, son tomadas de fuente directa de la Torá.

En lo posible no imprimir, por motivos medioambientales y si se daña el artículo impreso, no lo destruya sino entiérrelo, por motivos de halajá y medioambientales.

 

 

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