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Hablar de Torá; Parashá Vayerá

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Hablar de Torá; Parashá Vayerá

Hablar de la Torá: Parasha Vayerá

Parashá Vayerá; Vamos a hablar de ella:

«¡Si un huésped entra a tu casa, no le hagas preguntas acerca de la Torá, a menos que tu sepas que él te va a contestar! » – Sefer Jasidim

En la parasha Vayera, encontramos un relato de cuando El Eterno se le apareció a Avraham por tercera vez mediante tres ángeles que le vienen a visitar.

Avraham corre hacia ellos y se postra en la tierra en reconocimiento de Aquel que ellos representan.

Les pide que no pasen de largo y les prepara alimento, les lava los pies y, por supuesto, les ofrece el mejor lugar para reposar.

Mientras esto sucede, Los ángeles preguntan por Sará y uno de ellos da el anuncio del nacimiento de un hijo por medio de ella dentro del año próximo.

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Charla va, charla viene…

En algún momento, los hombres se levantan para ir a Sedom y Avraham los sigue para despedirlos.

Mientras van caminando juntos, el Eterno le revela la causa por la cual él había venido de esa manera.

Es el clamor del pecado de Sedom y Amorá (Sodoma y Gomorra), que es tan fuerte en los cielos que hace falta un juicio divino.

Dos de los ángeles se van para Sedom (El Talmud describe que son Mijael y Gavriel)

Avraham se queda hablando con uno de estos representantes de HaShem.

El tema: (El Talmud dice que fue Rafael), Avraham pidiendo misericordia a favor de los justos en Sedom.

Si hay diez justos en la ciudad, no será destruida.

Los dos ángeles, Mijael y Gavriel, que habían abandonado la tienda de Avraham, llegan a Sedom por la tarde.

Lot se levanta de su puesto de juez en la puerta y los recibe inclinándose hasta el suelo.

Les ruega que se hospeden en su casa una noche, pero ellos no quieren. Prefieren quedarse en la calle durante la noche.

Pero por la insistencia logra convencerles y así entran a comer panes sin levadura con él.

También,charla va, charla viene…

Los ángeles advierten a Lot que ellos van a destruir la ciudad y le ordenan sacar a sus familiares del lugar.

Como esta amenaza, no es tomada en serio, los dos ángeles toman a Lot, su esposa y sus dos hijas y los saca poniéndolos fuera de la ciudad diciéndoles:

“Huyan por sus vidas. No miren atrás y no se detengan en el valle. Escapen al monte para que no perezcan”.

En ambos casos, tenemos huéspedes entrando a la casa…

En ambos casos, Avraham y Lot se apegaron al concepto judío de «Mayor es la hospitalidad que recibir la presencia divina».

Ambas situaciones no tuvieron que hacer preguntas de la Torá a ninguno de los visitantes porque sabían que eran ángeles (malajim),

Emisarios de Hashem y por lo tanto tendrían todas las respuestas con una profundidad tan grande, que quizás no hubieran entendido

Tenían temas de conversación muy distintas, que estaban relacionados con su futuro inmediato, lo cual le cambió la prioridad a la conversación

También cuando recibimos a los ushpizin, lo que hacemos es brindarles comida, hospedaje y esperar de ellos su bendición.

No preguntamos acerca de la Torá

Siempre habrá algo más de que hablar.

La Torá quedará relegada, en estos casos, a los momentos dedicados al estudio, y que el mismo HaShem ha determinado.

Escrito está bajo las palabras de Filón de Alejandría: «En la casa de un hombre sabio, nadie tarda en cumplir los deberes de hospitalidad».

 

29 de Octubre de 2017 – 09 de Jeshván de 5778

Redactado para 321judaismo.com por Dr. Max Stroh Kaufman

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