Kavana- Relatos jasídicos
Relato jasídico # 1
Cada Rosh HaShana, el rabino contaba la siguiente historia a todos sus discípulos y a quienes querían escucharlo, en el pueblo de Berditchev:
Una vez estuve en un lugar de paso,una noche, fuera de casa.
Este sitio también era aprovechado por muchos judíos que pasaban por allí en sus viajes de negocios
A la mañana siguiente, me uní al grupo de oración que tenían aquellos judíos.
Mi sorpresa fue muy grande al percatarme que sus oraciones sonaban como el gemido de un bebé.
Me parecía a mi que sus palabras eran como si se las estuvieran tragando,pronunciando mal, o fueran en otro idioma incomprensible.
Al final del servicio, antes que los mercaderes abandonaran el lugar, pensé en enseñarles una lección acerca de ese tipo de lenguaje monosilábico, como el de un bebé, que sonaba como “Gu-gu-ba-ba”
Los comerciantes se miraron entre ellos y me miraron a mi, pensando que si yo estaba loco.
Yo les expliqué: la forma como yo los escuché, es la misma forma como HaShem los estuviera escuchando. ¡Vergüenza debería darles!
Uno de los comerciantes ,me dijo: Usted no debería burlarse de quienes,por muchos motivos, no hemos tenido la oportunidad de aprender el hebreo adecuadamente. Sin embargo, está en lo cierto al afirmar que nuestro lenguaje es similar al de un bebé.
Los padres de cualquier bebé entienden los monosílabos que ellos expresan, aunque nadie más lo haga.
Estoy completamente seguro que HaShem entiende nuestras oraciones, porque en ella hay kavana, aunque no sepamos lo que decimos.
Muy correcta fue la posición de este comerciante, en ponerme en mi lugar dijo Levy Itzjak. Les aseguró que El Eterno orientará sus oraciones, las recibirá y las aceptará.
Porque HaShem ama a quien ora con Kavana, entiende lo que dicen, aun cuando no pronuncien las palabras, adecuadamente.
Relato jasídico # 2
El rabino Levy Itzjak de Berditchev había estado orando con la comunidad de este pueblo, en un servicio matutino.
Después de haber concluído la Amidá, el rabino los saludo, con un cordial “Shalom Aleijem”, saludo utilizado para darle la bienvenida a un recién llegado
Los asistentes le preguntaron, asombrados:
Rabino:Hemos estado orando con usted, toda la mañana, en el mismo jeder, y usted nos saluda como recién llegados:¿por qué?
El rabino les respondió
Tan pronto yo terminé con la oración de la Amida, se me ocurrió mirar en todas las direcciones.
Todos ustedes todavía estaban en la Amida, pero sus rostros, en la medida en que leían las frases, se veía que sus pensamientos estaban a mucha distancia, posiblemente conectados con sus trabajos, ocupaciones o quehaceres.
Ahora que terminaron, yo los saludo, y les doy la bienvenida a casa, después que regresaron de sus negocios.
Espero que, la próxima vez, sus oraciones estén más conectadas con la Kavana.
26 de Enero de 2018 – 10 de Shevat de 5778
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