Tercera parte – Cápsulas de Parasha Vayeshev
Retomemos el tema que habíamos dejado previamente
Y en el judaísmo, ¿Qué encontramos?
Bamidbar / Números 12: 6 “Y dijo: Escuchad, os ruego, mis palabras. Si hubiese profeta entre vosotros, Yo, el Eterno, me daría a conocer a él en visión, o en sueños le hablaría. “
Vayomer shímu na debarái im yiyé neviajém Adonai bamará eláv etvadá bajalóm adabér bo.
El dormir, como está escrito: “Yo estaría dormido, luego yo reposaría” Ki atá shajávti veeshkót yashánti az, yanúaj li (Job / Iyob 3:12).
En el libro de Yeremia / Jeremías (23:28) encontramos:
“El profeta que tiene un sueño, cuenta un sueño; pero el que tiene Mi palabra, habla Mi palabra de verdad. ¿Cómo puede compararse la paja con el trigo? Así dice El Eterno”.
Hanaví asher itó jalóm, yesapér jalóm veasher devarí itó yedaber debarí emét ma letében et hadabár, neúm Adonai. Hálo ko bedarí kaésh neúm Adonai ukepatísh yipotzéz sála
En el libro de Daniel (2:28-29) encontramos: “Pero está El Eterno en el cielo que revela los misterios.
El Altísimo le ha mostrado lo que tendrá lugar en los días venideros.
Éstos son el sueño y las visiones que pasaron por la mente de Su Majestad mientras dormía:
Allí, en su cama, Su Majestad dirigió sus pensamientos a las cosas por venir, y el que revela los misterios le mostró lo que está por suceder”.
El Rabino Huna (Talmudista Babilónico de la Yeshiva de Surá) dijo: A una buena persona no se le muestra un buen sueño sino una malo, para que se preocupe, no transgreda, y que la tristeza que el mismo le produce le sirva de expiación; y a una mala persona no se le muestra un mal sueño sino uno bueno, para que se alegre vanamente.
El Rabino Jisdá tiene las siguientes frases:
• Un sueño que no ha sido interpretado es como una carta que no ha sido leída, es decir, su contenido no puede ser considerado bueno o malo, ya que el sueño depende de su interpretación.
• Un mal sueño es peor que un latigazo.
• Con respecto a un mal sueño, su tristeza, es decir, la que provoca al hombre un sueño de este tipo, le basta a éste como castigo suficiente; con respecto a un buen sueño, su alegría, es decir, la alegría que provoca al hombre, le basta a éste como recompensa.
• Ni un sueño positivo se cumple en su totalidad, ni un sueño negativo se cumple en su totalidad.
El Rabino Huna bar Ami dijo lo siguiente:
El que ve un sueño y su alma está angustiada, debe ir y hacerlo interpretar en presencia de tres personas.
Rabí Yojanán dijo:
Tres tipos de sueños se cumplen: El sueño matutino; y el sueño que su amigo soñó acerca de él; y el sueño que está interpretado dentro de un sueño.
Rava (Miembro de la tercera generación de Amoraím o comentarista de la Torá Oral y discípulo del Rabino Huna, director de la Academia de Pumbédita) dijo:
Debes saber que a una persona nunca se le muestra en sueño lo que trasciende los límites de su realidad diurna: no una palmera de oro, y no un elefante entrando por el ojo de una aguja.
Rabí Janina dijo: El que ve un pozo en un sueño contempla la paz, porque está dicho: “Los siervos de Itzjak cavaron en el valle y allí hallaron un pozo de agua manantial” (Génesis / Bereshit 26:19).
Otro dato
Otro dato que se encuentra al buscar en el Talmud es este:
El que ha visto un sueño pero no sabe qué es lo que ha visto, debe presentarse ante los sacerdotes -kohanim – en el momento que ellos extienden sus manos para bendecir al pueblo durante el rezo y debe decir así: “¡Señor del Universo! Yo soy Tuyo y mis sueños son Tuyos.
He soñado un sueño pero no sé lo que es, es decir, desconozco su significado. Tanto si yo soñé sobre mí mismo, o si mis compañeros soñaron sobre mí, o si he soñado acerca de otros; si son buenos estos sueños, fortalécelos y fortifícalos como los sueños de José.
Pero si requieren curación porque se trata de malos sueños, cúralos como las aguas de Mará a través de la mano de Moisés, nuestro maestro, y como curaste a Miriam de su lepra, y como curaste a Jizkia de su enfermedad y como curaste a las aguas de Jericó a través de Eliseo – Elishá.
Y así como transformaste la maldición del malvado Balaám en una bendición, así transforma todos mis sueños sobre mí para bien”. Y termina junto con los sacerdotes, cuando la congregación responde “Amén”.
Otra enseñanza talmúdica:
Rabí Bizna bar Zavda dijo en el nombre de Rabí Akiva, quien a su vez lo dijo en el nombre de Rabí Panda, y este a su vez lo dijo en el nombre de Rav Najum, a través de las palabras de Rabí Biraim, y este ultimo a su vez, en el nombre de cierto anciano diciendo:
¿y quién es ese anciano? Rabí Banaá-: Veinticuatro intérpretes de sueños había en Jerusalém. En cierta ocasión soñé un sueño y fui a cada uno de ellos, y lo que éste me interpretó no era lo que éste me interpretó. Sin embargo, todas estas diferentes interpretaciones se me realizaron.
Y esto que me sucedió fue para cumplir lo dicho: “Todos los sueños van detrás de la boca que los interpreta”.
Fin de la tercera parte — continuará