La historia del Bagel
Muchos de nosotros conocemos el Bagel y realmente lo disfrutamos cada vez que nos lo servimos en un plato, o en la calle:
Lo llamamos “beiguel”
Pero, preguntémonos
¿Por qué son tan judíos?
Debemos recordar que el pan beiguel, es un nombre derivado del yidish beygal, el cual a su vez una variación del dialecto germánico beugel, que significa anillo.
El Bagel es un panecillo es redondo, que tiene un agujero, el cual no es ni una rosquilla ni una dona, y que está hecho de una masa de levadura que se hierve y luego se hornea en un horno muy caliente.
El Bagel tradicional suele realizarse con harina de trigo, sal, agua, y levadura.
Hay variaciones de la receta que le añaden un toque dulce (normalmente malta, azúcar o miel)
Ellos se dejan levar durante 12 horas a baja temperatura, y luego se cuecen en agua que no contenga aditivos. Finalmente, se meten al horno a temperatura alta.
Este panecillo se puede cubrir con semillas de sésamo, semillas de amapola, todas las semillas y hay quienes no les cubren con nada en absoluto. (Cuestión de gustos)
Algunos, ya en versiones “modernizadas” los adornan con toda clase de frutas tipo arándanos, pero obviamente ya no es la receta original.
El bagel es originario de Polonia, más específicamente desde Cracovia; porque la mayoría de nosotros lo conocemos como un alimento “judío, típico de las calles de Nueva York”
Sin embargo su origen es muy antiguo, y surgió “como competencia” del pan ucraniano llamado bublik, en los años de 1600
Este último es más grande, con un agujero central también mucho más grande y de una contextura más suave que la del bagel
El bialy proviene de la cocina ashkenazí; Originario también de Polonia, pero de Bialystok, su masa con levadura es parecida a la del bagel, pero a diferencia de éste no se cuece antes de hornearlo, y en lugar de un agujero en el centro tiene una depresión.
Antes de hornearlo, ésta se rellena con cebolla picada y otros ingredientes, incluyendo ajo, semilla de amapola o pan rallado.
Su equivalente árabe es el Ka’ak comparte su tamaño, aunque este es más blando que el bagel y puede ser salado o dulce
En Turquía también hay una variante llamada Simit pero este es en forma de cordón trenzado, más parecido al Pretzel alemán, pero este último mucho más delgado y mucho más antiguo porque la historia los data del siglo 8 de la era común.
Casi que pasó por desapercibido en el mundo hasta finales del Siglo 19 cuando llegó a los Estados Unidos, donde se popularizó
Aunque el Bagel, en Europa pudo ser utilizado como regalo a las mujeres embarazadas, en parto, como su primer alimento
En Norteamérica, gracias a la invención del queso crema en la década de 1930, fue cuando se sugirió por primera vez que se utilizara como aperitivo en los cócteles, en la revista Family Circle:
Mucho antes de que fuera cubierto con queso crema y cubierto con salmón ahumado, alcaparras, tomates y cebollas rojas en rodajas finas, se vendió en las calles del Lower East Side de la ciudad de Nueva York, apiladas en postes o colgadas de cuerdas, es por eso que tienen un hoyo – para que la gente compre y disfrute en la calle.
Era una simple y reconfortante comida campesina.
La migración de los judíos, desde Europa a Norteamérica, permitió que se crearan muchos estilos de estos panecillos, al punto que llegó a crearse un sindicato de fabricantes de panecillos, en 1915.
Estas variaciones, especialmente las que se acompañaban con queso crema, anchoas, que eran alimentos básicos del judío, y hasta ese entonces, permitió su popularización.
Posteriormente se le agregó a la receta, salmón ahumado lo que le convirtió en un alimento básico de los domingos por la mañana, en esta y muchas ciudades de los EUA
El bagel es, entonces, una comida icónica, judía, típica del shabat en la Europa del siglo 17, servida y popularizada en la ciudad de Nueva York, que cuenta la historia de un inmigrante. judío, que la llevó al mundo, sin importar que fuera una comida simple.
19 de septiembre de 2019
19 de Elul de 5779
Elaborada para 321judaismo por Dr. Max Stroh Kaufman