¿Ma tevakesh? ¿Que estas buscando?
Nosotros encontramos en la parasha Vayeshev un relato de cómo Yosef está a punto de embarcarse en una terrible y espantosa odisea, con en cierta manera, un final feliz.
Yosef experimentará en esta parasha, cosas que no deberían sucederle a ningún individuo. En pocas palabras, sus hermanos trataron de asesinarlo, lo arrojarán a un pozo donde se supone debería morir, y posteriormente lo rescataran para venderlo a un grupo de comerciantes, quienes lo transportarán contra su voluntad para Egipto,
Allá será comprado como esclavo sólo para ser acusado de tratar de seducir a la esposa de su amo, y será encarcelado por un período prolongado de tiempo.
Al final y como quien dice el final feliz, Yosef saldrá de la cárcel y eventualmente se convertirá en el virrey de Egipto.
Hay quienes, en diferentes análisis, han comparado estas situaciones con la equivalencia de estar viviendo la experiencia de una montaña rusa,
La excepción que vemos en estos acontecimientos es, que la mayor parte de la montaña rusa está en las depresiones.
Como se dice: “De mal en peor”
Y podría entonces uno preguntarse:
¿Cómo hace una persona para soportar todos estos eventos, sin desesperarse?
¿Cuál es su secreto?
Los rabinos explican la fortaleza de Yosef en una frase que se está citada en el momento en el que Yaakov manda a Yosef a buscar a sus hermanos y se “pierde en el camino” …
hasta que un hombre, a quienes ellos lo identifican como el ángel Gabriel, lo tomó de su mano y lo lleva a su destino, no sin antes preguntarle…
¿Ma tevakesh? ¿Que estas buscando?
En medio de las diferentes opiniones, encontramos la posición del Rabino de Kotzker explica que el Ángel le estaba diciendo:
“Yosef, te daré un secreto”.
El secreto siempre es que debes mantener la mente en una cosa:
¿Ma Tevakesh? ¿Qué estás buscando?». ¿Cuál es mi objetivo?”
Cuando una persona se enfoca en un objetivo, puede lidiar con los caprichos que la vida le arroja.
Con esto en mente. una persona sabe que «Tengo una misión que cumplir y no dejaré que nada se interponga en mi camino».
Cuando una persona tiene una clara comprensión de «Ma Tevakesh», entonces puede ser juzgado con todas estas pruebas, y puede permanecer fiel a sus principios porque sabe cuáles son sus objetivos.
Lo anterior significa que es algo que te tienes que seguir diciéndolo a ti mismo pero importantísimo:
¡Dilo una y otra vez, sin que esto te canse o te perturbe!.
Cada vez que te enfrentas a una prueba, un desafío, hazte la pregunta «¿Ma Tevakesh?» ¿Cuál es mi objetivo?
Esto es un recurso que muy probablemente te va a impedir que te rindas, te impide ser seducido (por ejemplo la esposa de Potifar o cualquier otra opción que te desvíe de tu propósito original) y te mantiene honesto.
Este es un factor que permitió a Yosef sobrevivir.
Otro factor que intervino en la supervivencia de Yosef, lo describe Rashi…
El versiculo nos dice que Yosef fue vendido a un grupo de comerciantes árabes que transportaban y negociaban con especias.
Rashi señala que los árabes normalmente llevaban aceite en lugar de especias.
Pero ¿Cómo fue que, de repente, estos árabes que compraron Yosef llevaban especias?
La respuesta es que el Todopoderoso fue preciso en su ejecución del castigo.
Por alguna razón, que la mayoría de nosotros desconocemos, Yosef tuvo que ser vendido y transportado a Egipto.
Sin embargo, Yosef no necesitaba sufrir de olor desagradable en el viaje hasta allí, por lo que arregló a través de la Divina Providencia que esta caravana se cargará con el agradable aroma de las especias.
En este caso, la discusión continuaba hasta que el Rabino Mordechai Pogmeransky se pregunta:
¿Qué diferencia hay para una persona cuando lo llevan a la cárcel si lo transportan en la parte trasera de un Limusina o en la parte trasera de un carro de arroz?
Es muy poco probable que Yosef, haya tenido que lidiar psicológicamente con su separación de sus padres, su familia, su tierra natal, sin mencionar su libertad, y después de todo, se sintiera muy consolado por el hecho de que tuvo la «suerte» de estar en un ambiente agradable.
¿Qué nos está enseñando este Rashi?
Aquí yace una enseñanza muy fundamental.
Si una persona tiene la capacidad de ver la Mano de HaShem dentro de las diferentes pruebas y tribulaciones que está experimentando, no tiene, por ningún motivo, la sensación de abandono.
La gente, normalmente levanta las manos, al cielo, en gesto de reclamo, cuando está desesperada cuando percibe que no hay esperanza.
Si una persona puede percibir el más mínimo resquicio de esperanza, o, lo más importante, si una persona puede ver el Yad Hashem, o sea la mano del Eterno en dicha nube, entonces uno tendrá la actitud:
¡Voy a salir de esto!
“No he sido abandonado por el Maestro del Universo ”.
Cuando Yosef vio el extraño fenómeno de una caravana árabe que transportaba especias, pudo presentir que el Todopoderoso todavía lo estaba vigilando, independientemente de la gravedad de la situación en la que se encontraba.
Algo parecido sucede cuando nos enfrentamos a desastres naturales: huracanes, tornados, inundaciones, etc.
Todo un vecindario puede haber sido arrasado, pero hay gente que suele encontrar un lado positivo dentro de sus problemas.
Y piensan o a veces hasta gritan, gimen y lloran diciendo, «Dios me salvó por algún motivo le tengo que continuar con mi vida.
Eso es lo que vio Yosef por aquí. “A pesar de todo lo que sucedió aquí, veo que el Ribono shel Olam me está cuidando.
Si el Ribono shel Olam me está cuidando, entonces TENGO esperanza.
Estos dos factores: «¿Ma Tevakesh?» Y el hecho de haber visto la Mano de Hashem en medio de sus problemas y preocupaciones, le dieron a Yosef la capacidad de sobrevivir.
Preguntémonos nosotros, en cada momento de tribulación, por pequeña que sea,
¿Ma Tevakesh?
Ello con el fin de salir triunfantes, con la frente en alto, porque esta actitud es una mas de muchas que nos confirma como HaShem está pendiente de nosotros y desea nuestro bienestar
Shabat Shalom
21 de Diciembre de 2019 – 23 de Kislev de 5780
Recopilado, elaborado, adaptado, modificado, traducido de las enseñanzas y la literatura rabínica según corresponda, por Dr Max Stroh Kaufman, para 321judaismo.com