ANULAR DECRETOS.
Estamos por terminar la festividad de Sucot, y con ello estamos “cerrando” la última oportunidad que nos dan estos días para anular decretos. que pueden tener algún efecto negativo sobre nuestras vidas, a partir de este año 5778 de la humanidad.
¿Cómo podemos anular decretos?
Existen varios mecanismos:
El primero de ellos, y quizás “el más fácil” se relaciona con el Kadish.
Se nos ha enseñado que el responder “Amen, yehei shmei raba” (“Amen, Su Nombre se volverá grandioso”) durante el kadish, y esto con toda la voluntad y el esfuerzo posible, puede llegar a anular decretos, TODOS los decretos celestiales que se ciernen sobre nosotros.
Así lo encontramos en el Talmud, tratado Shabat 119b.
Y la respuesta de nuestros sabios a este estatuto es, segùn la postura de Rashi, es hacerlo con todos los poderes y la fuerza que nos de la concentración.
Según el Tosefot, la forma de hacerlo es con toda nuestra fuerza física.
¿Cómo puede ser posible que se logren anular los decretos, simplemente diciendo «Amen, yehei shmei rabba»
Nuestros sabios insisten en que enfocar toda la energía y la concentración de cada uno para cada kadish no es una tarea sencilla, se requiere de mucha práctica, para lograr un equilibrio perfecto entre nuestro rezo y nuestra voluntad, ya que lo que estamos buscando es exaltar a HaShem en cada kadish, y el enfoque que tengamos y la perspicacia con la que nos ajustemos, son las herramientas cruciales para lograrlo.
Esta respuesta, durante el kadish nos eleva a grandes alturas, y al hacerlo tenemos la capacidad de borrar todos los decretos severos.
Anular decretos…
La segunda herramienta u opción, es el arrepentimiento sincero. (Nos lo recuerda y es una de nuestras obligaciones durante Yom Kipur)
El arrepentimiento tiene un “poder extremo” escribió Rabí Papi, capaz de anular los decretos celestiales y hasta los juramentos y en el nombre de Rabí Eleazar ben Dordia se escribió que el arrepentimiento tiene poderes sin límites
En el libro Theological Dictionary of Rabbinic Judaism: Principal theological categories se describe que el acto del arrepentimiento está involucrado no sólo la actitud, sino también la intención: ya que la persona puede sustituir la arrogancia con la que se comete un acto, sino también su declaración de no volverlo a repetir;
Esta “combinación” inicia el proceso del arrepentimiento y por consiguiente de la nulificaciòn de los decretos.
En el momento en el que a la persona se le presenta la oportunidad de cometer ese acto que podríamos llamar pecado, el mismo por l cual ya inició una fase de arrepentimiento, y evita hacerlo, esto “cierra el proceso” y anula los decretos.
El poder del arrepentimiento, entonces, sobrepasa al pecado.
Como está escrito:
Shemot / Éxodo 34:7 que usa de benevolencia con miles (de generaciones); que perdona la iniquidad, la transgresión y el pecado (del que se arrepiente), pero que de ningún modo absolverá al inculpado que no se arrepienta); que visita (revisa) la iniquidad de los padres sobre los hijos
Notzér jésed laalafím nosé avón vafésha vejataá venaké lo yenaké poked avón avot al banim veál benei banim al shileshím veál ribeím.
Y cuando de esto se trata, es importante considerar que acto generó el arrepentimiento: si es un “mandamiento positivo o negativo”
En la Mishná (Yoma 8) encontramos que, Rabi Elazar ben Azarías responde a una pregunta, diciendo: Cuando uno ha transgredido un mandamiento positivo, y ha hecho penitencia, este es expiado antes de que él se vaya de su lugar. Si ha transgredido un mandamiento negativo, la penitencia suspende (la sentencia), y el Día de Expiación es,el que como su nombre lo indica, expía.
Está también escrito Vayickrá / Levìtico 16:30:porque en este día se hará expiación por vosotros para purificarlos; de todos vuestros pecados quedaréis puros ante el Eterno.
Ki bayóm hazé yejapér aléijem letahér etjém mikól jatotéijem lifnéi Adonai titharú.
La Mishná también trae el concepto de Hania ben Hanina, quien, al revisar lo que está escrito en Hoshea / Oseas 14:5 «Yo curaré su retroceso, los amaré libremente,» expresó lo siguiente: “El arrepentimiento es grande, y trae sanidad al mundo”, basándose en el concepto que, cuando uno se arrepiente, es como si nunca los hubiera cometido.
Anular decretos…
Podríamos hablar de pronto de un tercer mecanismo, que no hemos mencionado en esta revisión: Este lo mencionó alguna vez, Rabí Akiba, con las siguientes palabras:
Bienaventurados sois, oh Israel. ¿Ante quién os purificáis, y quién os limpia? Tu Padre que está en el Cielo.
Esto, porque está escrito en Yehezkel / Ezequiel 36:25 «Entonces rociaré agua limpia sobre vosotros, y seréis limpios»;
Ve zarákti aléihem máim tehorím, utehartém: Mikól tumotéijem umikól guiluléijem etahèr etjém.
Esto nos está señalando que, “el agua limpia” también nos ayudará a anular decretos y, qué mejor manera que hacerlo como está escrito:
«El Mikve (esperanza, o baño legal) de Israel es el Señor». Por lo tanto un baño de inmersión legal purifica, y de paso anula decretos, del mismo modo como también el Santo, bendito sea, limpia y purifica a Israel.
Podemos entonces aplicar una frase que el Rabí Meir solía decir: “cuando un individuo se arrepiente, el mundo entero es perdonado”, entonces, hagamos todo lo que esté en nuestras manos para anular los decretos que penden sobre nosotros, aprovechando que aún estamos a tiempo…
Redactado para 321judaismo.com por Dr. Max Stroh Kaufman
11 de octubre de 2017 – 21 de Tishrei de 5778
3 respuestas