¿Por qué nos quejamos?
¿Se ha puesto a pensar cuantas veces al día se queja usted?
¿Te quejas?
En cualquier momento de nuestras vidas, siempre estamos pensando en que todo nos parece caro, todo está lejos, todo es malo, llueve mucho, todo es frío, todo es maluco, todo fastidia e incomoda.
Añoramos una casa mejor, un auto mejor, un puesto más alto, más dinero, lo que tiene el vecino es mejor; nuestro armario está lleno de “no se que ponerme”…
Y ¿qué decir del resto?:
No vale la pena vivir, se acabaron los amigos, renegamos de la familia, los compañeros de trabajo, del clima, del ambiente, del calor, del frío, de los vecinos.
Quejas, quejas y más quejas.
Juzgamos, blasfemamos del prójimo:
Hacemos cosas incoherentes que en nada agradan a nuestro Padre Celestial.
Por favor: ¡Haga un paréntesis en su vida y reflexione!…
¡De gracias al Eterno por lo que tiene!; aprécielo; viva cada día como si fuera el último.
Usted tiene techo, salud, comida, buenos vecinos.
Valore sus logros y las cosas que hoy tiene.
Aprecie las metas que se ha planteado y hasta donde ha llegado por conseguirlas
¿Problemas? ¡Claro que los tiene!
¡Todos los tenemos!
Pero si usted hace una rápida pero profunda evaluación de lo que ha sido su vida y mira hacia ese sitio del pasado, recordará cuanto añoraba lo que HaKadosh Baruj Hu le permite disfrutar hoy…
Observe con actitud de agradecimiento ese camino recorrido; con ilusión y esperanza por el camino que le falta por seguir…
Diga: ¡Adonai: Yo en ti confío! ¡Y observe el cambio!
Editado para 321judaismo.com el 01 de Noviembre de 2011 – 04 de MarJeshvan de 5772