¿Por qué le cerramos los ojos a los que fallecen?
Para el ser humano, desde que se tiene uso de razón, la muerte siempre ha sido un momento de crisis para los afligidos, de ahí que esté rodeada de tabúes.
La vida familiar tiene que ser reorganizada y, para superar esa situación, las personas recurren a rituales o ceremonias.
Las ceremonias eran ritos de transición en los que se pretendía dar paz al difunto en la nueva vida y, al tiempo, consolar a los parientes afligidos para poder continuar con sus vidas.
Una de ellas, y quizás la más básica era la de cerrarle los ojos al fallecido, de una manera respetuosa, porque, el deber amoroso hacia los antepasados (pietas) era una parte fundamental de la cultura, y si quien falleció estaba en casa, el pariente más cercano era quien sellaba el paso del espíritu del cuerpo con un último beso, además de cerrarle los ojos.
Además, se dice que la vida puede llegar a transcurrir delante de nuestros ojos, en fracciones de segundos o aun minutos, y no permitirnos tranquilidad.
Por ello quizás, es una de las razones por las que se le cierran los ojos al difunto.
A manera de repaso:
De alguna manera, dijeron investigadores de la Universidad de Hadassah en Israel, que, cuando la vida transcurre como un flash ante los ojos de alguien, no es el cerebro que reacciona por la amenaza de muerte, sino que se trata solo de una versión superconcentrada de procesos mentales que suceden todos los días.
Hay situaciones como las que se presentan en la Mitología Griega donde se colocaba una moneda en cada ojo de sus muertos (además de una en la lengua), dado que el dios Hades, amo y señor del Inframundo, había impuesto una especie de impuesto para traspasar las aguas del río Aqueronte… y un barquero, pudiera ayudar a atravesar estas aguas. Una vez cancelado el peaje, el fallecido abría los ojos a la realidad, y se hacia consciente de la situación.
Esto paso a todas las culturas en general.
Entonces, en la cultura popular se han desarrollado muchas leyendas, mitos y teorías que envuelven al tema, como aquel que dice que previamente a morir nuestro rostro sufre una modificación muy especial.
Fisiológicamente consiste en un oscurecimiento alrededor de los ojos, en la parte del temporal, que es acompañada por un adelgazamiento de la piel.
y, se ve un relajamiento brutal en la zona de los ojos, además, en el ambiente se percibe un olor a muerte cuando alguien está a instantes de morir.
Eso es algo considerado como no viable para que la persona que falleció, observe estos cambios en su cuerpo.
¿Por qué dormimos con los ojos cerrados?
En general, todos dormimos con los ojos cerrados.
¿Por qué?
Porque es un mecanismo de protección, para que la esclerótica y la córnea estén bien hidratadas y no se sequen.
Si asumimos el concepto judío que el sueño es 1/60 de la muerte, como acción de reflejo trataremos de evitar la resequedad en estas partes, pero repito, es un mero mecanismo reflejo que trasladamos al fallecido.
¿Por qué entonces le cerramos los ojos a los que fallecen?
La primera opción que tenemos, de alguna manera de acuerdo con las enseñanzas de la Torá, es que al Eterno no se le puede ver con los ojos de la cara ni con pensamientos….
Dios no es físico y nadie puede verlo realmente, especialmente después de lo que le dijo a Moshé… “Nadie verá mi rostro y vivirá”
Aunque la persona falleció, en sus primeros instantes se genera “caos” porque muchos eventos pueden ocurrir simultáneamente,
Uno de ellos es que el muerto no sabe que falleció…
Y quizás porque no queremos hacer sufrir al que falleció, le cerramos los ojos.
Y como está escrito…
“Porque los vivos saben que han de morir; pero los muertos nada saben” (Eclesiastés 9:5).
Pero, como nadie puede ver a Dios y vivir,
¿Que pasaría si ve al “Anciano de días” como en el caso de Daniel?
Se sabe de algunos hombres escogidos que tuvieron una visión de Adonai, y otro de ellos fue Isaías quien, en algún momento, pudo exclamar:
!!Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.
Un segundo motivo.
Hay varias cosas aquí para explicar
Se encuentra, en el judaísmo, una posible y muy antigua fuente relacionada con esta costumbre, donde Y José puso su mano sobre los ojos de su padre Yaakov.
Ibn Ezra escribió: José puso su mano sobre tus ojos. En tu muerte esa es la costumbre de vivir con los muertos:
Y lo primero que tenemos que interpretar es, “Si cuando el Zohar ordenó colocar las manos… ¿ordenó cerrarlos?”
Lo segundo: ¿Cuáles fueron las intenciones de dicha postura?
No hay claridad, pero se observa en la literatura, las dos cosas.(Cubrir y cerrar).
Hay varias formas de responder esto
1.- Les ajustamos y/o cerramos los ojos porque solemos con este acto, invitar a Yosef a que esté en tu propio sepelio.
2.- Les cerramos los ojos porque puede haber una profecía, una visión de algo que realmente no puede existir.
2.- Le colocamos la mano por la sencilla razón que la gemara discute que cerrar los ojos de una persona prematuramente es asesinato,
Un tercer motivo y a manera de leyenda, quizás buscamos interrumpir un proceso de rutas, conexiones y transmisiones, que tanto de manera pasiva como activa, nos produzcan recuerdos que pueden no ser agradables, especialmente para el fallecido.
Incluso, puede generar cualquier narrativa, involucrando a personas que ven malajim desde donde se inicie o termine en una profecía.
Y como dice El Ramban, esto sale de sus mentes como un medio para comunicar verdades más profundas.
En lo que está escrito en Maavor Yabok (Siftei Ranenut 9) dice: “Cubren el rostro del difunto para que los acusadores no aumenten su sufrimiento mirando su rostro y frente donde están grabados los pecados de una persona.
Además, está prohibido mirar el rostro del difunto, para que uno no lo respete.
Por último, en esta serie de posiciones, que existe la declaración en Horayot 13b de que mirar la cara de los muertos hace que uno olvide su aprendizaje”
Encontramos
Encontramos como una especie de ñapa o bonificación, un motivo no perteneciente a la tradición judía, pero que puede ayudar a explicarlo
Está San Agustín de Hipona, padre y doctor de la iglesia católica, e introductor de una frase como esta,
escribió, una reflexión, en algún momento, que dice así:
Aquellos que nos han dejado/ no están ausentes, / sino invisibles. / Tienen sus ojos/ llenos de gloria, / fijos en los nuestros, / llenos de lágrimas…
A lo que entendemos que, al cerrarle los ojos, podríamos provocarles o limitarles como mínimo. una interrupción en la vigilancia que ellos pueden ejercer sobre nosotros, y dejándolos libres en su espacio, que es lo que se conoce como el Olam HaBa (Mundo Venidero), y no estén atados con nosotros desde ningún punto de vista.
Por todas esas razones solemos cubrir los rostros de los fallecidos o simplemente cerrarles los ojos
Ayudémosle a este ser que falleció y permitamos que que el hombre “duerma con sus padres https://321judaismo.com/judaismo/la-muerte-en-el-judaismo/”.
23 de junio de 2020 – 1 de Tamuz de 5780
¿QUIERES APRENDER MÁS?
Tenemos variedad de temas de estudio, libros en formato PDF.
Disponibles en nuesra tienda virtual:
-
Oferta Producto en ofertaLas piedras del Efod
$20.00El precio original era: $20.00.$15.00El precio actual es: $15.00.Valorado con 5.00 de 5 en base a 1 valoración de un cliente -
El arte de la fabricación del vino Kasher$20.00Valorado con 4.50 de 5 en base a 2 valoraciones de clientes
-
Oferta Producto en ofertaHaftarot del libro Shemot
$20.00El precio original era: $20.00.$14.00El precio actual es: $14.00. -
Halaja de Januca – Preguntas y respuestas$20.00Valorado con 3.00 de 5 en base a 1 valoración de un cliente
-
Oración para un buen dormir$12.50
-
Refranes rabínicos$15.00
-
La justicia de Adonai$50.00
-
El impacto del judaísmo en la civilización$18.00
-
10 cosas que no sabías de la Brit Mila$5.00