Parasha Bo 2014
Shemot / Éxodo 10:01-13:16
La parasha de la semana nos dice:
Y para que cuentes en presencia de tu hijo y del hijo de tu hijo lo que Yo hice en Egipto, y las señales que obré en medio de ellos, a fin de que vosotros sepáis que Yo soy el Eterno.
Ulemaán tesaper beoznéi binjá uben binjá et asher hitalálti beMitzraim veét ototái asher sámti bam vidatem ki ani Adonai
La Torá nos está invitando a contar a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos, lo que sucedió en Mitzraim: es decir, a transferir, lo que sabemos, a las siguientes generaciones:
¿Qué quiere decir esto?
En pocas palabras, que al transferir, estamos enseñando (La Torá) y gracias a ello, también aprenderemos.
Reforzamos el concepto de transferir / enseñar, con el siguiente pasaje:
Y estas palabras que te ordeno hoy, han de permanecer sobre tu corazón; y las inculcarás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte y al levantarte;
Vehayú hadevarim haéle asher anojí metzavéja hayóm al lebavéja. Veshinantám lebanéija vedibárta bam beshivtejá bebeitéja ubelejtejá vadérej ubeshojbejá uvekuméja.
En el Talmud (Taanit 7a) encontramos:
«Rabí Janina dijo: He aprendido mucho de mis maestros, de mis colegas aún más, pero de mis alumnos he aprendido más»
Esto nos confirma el concepto anterior donde, el instructor de la Torá no sólo está enseñando a otros, sino que también se instruye, a sí mismo, a través de su enseñanza.
También encontramos algo en Pirkei Avot que dice:
«Rabí Ishmael dijo: Aquel que aprende para enseñar, tendrá medios suficientes para aprender y para enseñar.»
En otras palabras, una persona puede tener miedo de convertirse en maestro porque:
a) su propio aprendizaje se resentirá si ve que gasta su tiempo en la enseñanza. Esto es comprensible, pero egoísta, o
b) que piensan que su aprendizaje no es suficiente para que pueda ser un maestro.
Esto es humildad, pero quizás demasiado humildad.
Maimónides describe, en El libro de las Mitzvot, la necesidad de estudiar de la Torá como «El Todopoderoso nos mandó a estudiar Torá y enseñarla. «
Incluso, la Guemará (Meguilá 15b) nos dice que el estudio de la Torá es más importante que salvar vidas.
El aprendizaje de la Torá y la enseñanza de ella, van de la mano:
Cada judío debe tener el momento oportuno para estudiar y compartir la sabiduría con los demás, porque la enseñanza nos lleva al conocimiento:
» Y entonces sabrán que yo soy Adonai. «
Recibo el conocimiento de la generación anterior y lo difundo a la siguiente generación…
Esto me permite ser un eslabón en la cadena de la Revelación de la Torá en el Sinaí hasta los tiempos modernos…
A través de la enseñanza empiezo a entender acerca de la existencia del Eterno y su implicación en el mundo, por ello, mi creencia en HaShem debe hacerse cada vez más y más fuerte…
El cumplimiento de esta fortaleza, me obliga a crecer también en el cumplimiento de las mitzvot…
Esto se transforma entonces en un proceso me ayuda a interiorizar la información que recibo, el conocimiento que tengo, y me incrementa la fe, la cual a su vez, me permite estar cada vez más cerca del Todopoderoso.
Por lo tanto, mientras más pueda aprender, más debo estudiar, y más debo enseñar a otros, para compartir ese maravillosa oportunidad de estar más cerca de HaShem.
05 de Enero de 2014 – 04 de Shevat de 5774